El coste de la guerra en Oriente Próximo

El impacto económico del conflicto es sustancial para sus participantes, pero moderado para la región

Vista de Ein Bokek, zona hotelera y vacacional de Israel a orillas del Mar Muerto, en noviembre pasado.Álvaro García

El Fondo Monetario Internacional revisó del 3,4% al 2,7% su previsión de crecimiento del PIB en 2024 para la región de Oriente Próximo y norte de África. En el último trimestre de 2023, la economía israelí se contrajo a un ritmo anual del 19% respecto al tercer trimestre. La movilización de 360.000 reservistas y la evacuación de la zona septentrional del país afectaron al consumo, que se desplomó un 26,9% en el último trimestre, junto a una caída del 18% de las exportaciones y un 67% de la inversión en activos fijos. El PIB ascendió en 2023 un 2%, mientras que en 2022 lo hizo un 6,5%.

Se ha interrumpido el trabajo en una tercera parte de los proyectos de construcción en Israel, en gran parte porque los palestinos tienen prohibido acceder a sus empleos. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que 577.000 palestinos están en el paro. De dicha cantidad, 306.000 viven en Cisjordania y constituyen una tercera parte del total. Los 201.000 trabajos perdidos en Gaza son dos terceras partes del conjunto. La OIT augura que, si la guerra dura hasta junio, el desempleo en Gaza y Cisjordania alcanzará el 46%. El PIB de los territorios palestinos se contrajo un 33% en el último trimestre de 2023 respecto al año anterior, con descensos del 80% en Gaza y 22% en Cisjordania.

Un informe del Banco Mundial estima que entre octubre y finales de enero se destruyó infraestructura en el enclave por valor de 18.500 millones de dólares, cantidad equivalente al 97% del PIB anual de Gaza y Cisjordania. Se tardará años en retirar los 26 millones de toneladas de escombros. Más de un millón de personas en Gaza se ha quedado sin hogar. Más de la mitad está al borde de la hambruna y sus 2,3 millones de habitantes padecen malnutrición.

Israel y sus vecinos esperaban un año récord para sus sectores turísticos en 2023, el mejor desde 2019. El turismo aporta un 3% al PIB de Israel. Se preveía la llegada de 5,5 millones de turistas. La cifra final fue de 3,3 millones. Según S&P Global Ratings, las reservas turísticas en Egipto disminuyeron un 25% a principios de noviembre. La agencia de rating vaticina una caída de ingresos por turismo de entre un 10% y 30% para Egipto en 2024, equivalente a un 11% de sus reservas en divisas. La paralización del turismo podría ocasionar un descenso del 23% del PIB del Líbano. Se pronostica que la pérdida de ingresos turísticos para Egipto, Jordania y Líbano será de 16.100 millones de dólares.

Los hutíes han atacado desde noviembre más de 40 buques mercantes en el mar Rojo, por donde fluye el 12% del comercio mundial y el 30% de los contenedores. Centran sus agresiones en navíos de países aliados de Israel y ofrecen protección a los de Rusia, China y potencias hostiles a Tel Aviv. Muchas navieras optan por la ruta más larga, por el sur de África. Pero se extiende el viaje en 15-20 días y se encarece el coste de combustible hasta un 60%. La aseguradora Markel ha empezado a ofrecer seguros de carga de un año y 50 millones de dólares para transitar por el mar Rojo. Los ataques hutíes han recortado el tráfico en un 64%, y causaron una pérdida de recaudación a Egipto del 50% en enero y febrero.

En 2023, el comercio israelí con los seis países árabes con los cuales tiene relaciones diplomáticas (Egipto, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Marruecos, Bahréin y Sudán) se acrecentó un 16% y alcanzó 4.000 millones. El Instituto de Paz de los Acuerdos de Abraham fija en 11.000 millones de dólares los intercambios desde 2020; destacan el sector agrícola, el turismo, la tecnología, la energía y la defensa.

Turquía ha prohibido la exportación de 54 productos a Israel, entre ellos cemento, acero y aluminio. Canadá, Japón, España, Países Bajos y Bélgica han dejado de hacer nuevas ventas de armamento a Israel. Chile vetó la participación de este en su reciente Feria Internacional del Aire y del Espacio. Pero por ahora los boicots a Israel son limitados.

Los inversores apuestan que las hostilidades no se extenderán. Así se explica que los principales índices bursátiles hayan registrado alzas desde el 9 de octubre: el S&P 500 y Nasdaq, un 15%, Dow Jones, un 12%, Ibex, un 18%, Dax, un 18%, CAC 40, un 13%, FTSE, un 8% y Nikkei, un 20%. Se apuntan subidas notables desde el inicio del conflicto el índice de Tel Aviv (27%), Egipto (27%), Tadawul (Arabia Saudí, 16%) y un descenso Jordania (4%).

El precio de barril de petróleo WTI es algo menor (83 dólares) respecto al 9 de octubre (86) y el de Brent ha disminuido de 88 a 83. La economía de EE UU creció en el primer trimestre a un ritmo anual del 1,6%, la mitad de su marca en el último trimestre de 2023. La ralentización frena la demanda de combustible. Debido a la apreciación del dólar, el precio de la gasolina en la moneda de muchos países es más elevado, lo cual también contiene la demanda.

Los vínculos comerciales e inversiones entre Israel y los países de los acuerdos de Abraham no han menguado. Sus líderes necesitan la sustancial ayuda que reciben de EE UU y temen más a Irán que a su opinión pública. Pero sin un final de la guerra no se conseguirá el ansiado acuerdo de Israel con Arabia Saudí, cuyo fondo soberano invirtió más de 30.000 millones de dólares en 2023. Tel Aviv debe poner fin a la guerra y profundizar el marco económico y de seguridad con sus aliados occidentales y las potencias sunitas frente a Irán.

Alexandre Muns Rubiol es profesor, EAE Business School

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