La fusión SES-Intelsat desafía la gravedad

Los beneficios de la operación entre las empresa de satélites luxemburguesa y la de EE UU no son evidentes

Recreación de un satélite.INTELSAT

Los operadores de satélites en apuros se alían para hacer frente a su lento crecimiento y a la amenaza de competidores como Starlink. Pero no todos los acuerdos tienen sentido. El martes, la luxemburguesa SES anunció que había acordado la compra de su rival de EE UU Intelsat por 3.000 millones de dólares. El escepticismo de los inversores ha hecho caer las acciones de la compradora en casi una quinta parte. El problema es que los accionistas pensaban que iban a recibir una gran cantidad de efectivo del poco valorado grupo, y en su lugar tendrán un retorno cuestionable.

SES, que usa saté...

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Los operadores de satélites en apuros se alían para hacer frente a su lento crecimiento y a la amenaza de competidores como Starlink. Pero no todos los acuerdos tienen sentido. El martes, la luxemburguesa SES anunció que había acordado la compra de su rival de EE UU Intelsat por 3.000 millones de dólares. El escepticismo de los inversores ha hecho caer las acciones de la compradora en casi una quinta parte. El problema es que los accionistas pensaban que iban a recibir una gran cantidad de efectivo del poco valorado grupo, y en su lugar tendrán un retorno cuestionable.

SES, que usa satélites para distribuir canales de TV y otros servicios, afronta un crecimiento lento. Sus rivales están en la misma situación, de ahí la oleada de operaciones de los últimos años. La operación de SES valora Intelsat en unas 5 veces el ebitda, deuda incluida, lo cual puede parecer barato, pero sigue estando por encima del múltiplo equivalente de 2 del propio comprador, calculamos. Los inversores hicieron bajar la acción en torno a una décima parte el martes, tras una caída similar el lunes, cuando Bloomberg informó de la operación.

SES tiene el dinero. A finales del año pasado, recibió 3.000 millones de dólares del Gobierno de EE UU por dejar libre espacio en el espectro. Eso llevó a un importante accionista que posee más del 5% de SES a argumentar que el consejero delegado, Adel Al-Saleh, debería entregar el dinero a los accionistas. El acuerdo con Intelsat, que implica la asunción de más deuda, acaba con cualquier esperanza de obtener un importante retorno en efectivo y significa que los inversores se verán obligados a poseer una empresa con un apalancamiento relativamente alto. SES calcula que su deuda neta se situará en torno a 3,5 veces el ebitda tras la operación, lo cual también puede afectar a su rating de grado de inversión.

Los beneficios de la fusión con Intelsat tampoco son evidentes. SES calcula que el ahorro de costes de la operación tiene un valor neto actual de 2.600 millones de dólares y que la tasa interna de rentabilidad sería de “al menos el 10%”. Es decepcionante: los analistas de Morgan Stanley sitúan el coste de capital en el 10,5%. Tampoco es obvio que la combinación traiga consigo un aumento de los ingresos. Incluso después de unirse, las empresas de satélites tendrán dificultades para desafiar la gravedad financiera.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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