Claves: el erróneo enfoque de las cotizaciones de las becas de investigación, y los efectos de la concentración bancaria
El Gobierno vende como un éxito que los científicos se paguen su Seguridad Social
La capacidad del Gobierno para vender como un éxito social lo que, en realidad, es pasar el marrón al contribuyente, es digna de encomio. Normalmente, lo que hace es transferir los problemas al sector privado (el de los precios del alquiler, a los caseros; el de las pensiones, a las empresas y los particulares; o hace cosas como subir el SMI mientras mantiene el Iprem, etc.). Pero esta vez se ha superado a sí mismo, promocionando que los becarios de investigación científica tendrán la grandísima fortuna de poder pagar 290 euros por cada mes de beca pasada que quieran cotizar de forma retroacti...
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La capacidad del Gobierno para vender como un éxito social lo que, en realidad, es pasar el marrón al contribuyente, es digna de encomio. Normalmente, lo que hace es transferir los problemas al sector privado (el de los precios del alquiler, a los caseros; el de las pensiones, a las empresas y los particulares; o hace cosas como subir el SMI mientras mantiene el Iprem, etc.). Pero esta vez se ha superado a sí mismo, promocionando que los becarios de investigación científica tendrán la grandísima fortuna de poder pagar 290 euros por cada mes de beca pasada que quieran cotizar de forma retroactiva. No es que sea el Estado (para el cual trabajaron la mayoría de esos investigadores) el que lo pague, sino que tendrán que abonarlo ellos mismos. Eso ha provocado el lógico enfado de las sociedades científicas, que lo consideran una tomadura de pelo, especialmente por el triunfalista tono utilizado. Al erario no le sobra el dinero, precisamente. Pero debe replantear el enfoque de esta situación, o, al menos, reconocer que no lo ha anunciado de la forma más empática posible.
La concentración bancaria explica la fortaleza de BBVA... y la de Sabadell
La reducción de la competencia bancaria permite que BBVA ande tan sobrado de efectivo que aspire a comprar Sabadell con una prima relativamente generosa, y sin gran necesidad de hacerlo. Pero esa concentración empresarial explica también la fortaleza de Sabadell, que ha rechazad la oferta de su competidor de mayor tamaño.
Así, es posible que el equilibrio del sector bancario sea suficiente para frenar las operaciones corporativas. BBVA, en todo caso, no se quedará quieto, según los analistas, y seguirá rondando otros objetivos, quizás con más ganas de dejarse seducir.
El amor entre fabricantes y distribuidores de gran consumo salta por la ventana
Cuando el dinero sale por la puerta, el amor salta por la ventana. La inflación ha disparado el conflicto entre fabricantes de gran consumo y distribuidores, que miran por sus marcas blancas y tienen poco interés en promocionar las innovaciones de terceros. En particular, Mercadona no ofreció ninguna novedad en sus estantes el año pasado. Para el usuario, puede ser incluso relajante una reducción de los estímulos a la compra; para las empresas, distribuidoras incluidas, puede suponer un freno al crecimiento del mercado. Se entiende que si la firma de Juan Roig actúa así es porque tiene claro que le sale a cuenta. Los fabricantes dicen preferir cooperar con los supermercados, más que competir, pero la tendencia es más bien la contraria.
La frase del día
“Los europeos continentales no estuvieron del todo libres de culpa respecto al Brexit. Perdimos la paciencia con el papel especial que Gran Bretaña jugó siempre en la política europea. David Cameron pidió cambios en la política social de la UE y volvió con las manos vacías”
Friedrich Merz, presidente de la CDU, la Unión Demócrata Cristiana de Alemania
La UE busca cómo llevar la retórica antirrusa a la práctica con el gas natural licuado
La guerra de Ucrania ha reducido la compra de energía rusa por parte de los países europeos y sus empresas, pero sigue habiendo numerosas grietas por las que se cuela el gas natural licuado del país euroasiático. Cortar los vínculos con él no es nada fácil, a pesar de la retórica de los políticos de la UE, bloque que, en la práctica, sigue financiando una cantidad no despreciable del conflicto bélico. Ocurre que hay contratos firmados, cuya rescisión cuesta mucho dinero.
Ahora, Bruselas se plantea sancionar la importación de gas natural licuado ruso, algo que afectaría a Naturgy, y en general a España, el primer importador europeo, y también el mayor reexportador del mundo, de este combustible con origen en Rusia.
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