El fiasco de Apple con Epic aumenta la credibilidad de la UE
El conflicto entre ambas facilita una victoria instantánea para la Ley de Mercados Digitales del bloque
Apple parece haber logrado esa rara hazaña: el giro de 360 grados. El mes pasado, la empresa de 2,6 billones de dólares concedió al fabricante de videojuegos Epic Games una cuenta de desarrollador, necesaria para que Epic creara una tienda de aplicaciones competidora en los iPhone de la Unión Europea. Luego, el miércoles, Epic anunció que Apple había rescindido ese permiso. Finalmente, según un comunicado de Epic emitido a última hora del viernes, la compañía de Tim Cook volvió a aprobarlo. Este cambio de rumbo supone una victoria instantánea para la Ley de Mercados Digitales (DMA) de la UE, c...
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Apple parece haber logrado esa rara hazaña: el giro de 360 grados. El mes pasado, la empresa de 2,6 billones de dólares concedió al fabricante de videojuegos Epic Games una cuenta de desarrollador, necesaria para que Epic creara una tienda de aplicaciones competidora en los iPhone de la Unión Europea. Luego, el miércoles, Epic anunció que Apple había rescindido ese permiso. Finalmente, según un comunicado de Epic emitido a última hora del viernes, la compañía de Tim Cook volvió a aprobarlo. Este cambio de rumbo supone una victoria instantánea para la Ley de Mercados Digitales (DMA) de la UE, cuyo cumplimiento debían demostrar oficialmente los gigantes tecnológicos la semana pasada.
La enemistad entre Apple y la no cotizada Epic viene de lejos. El desarrollador de juegos se quejaba desde hacía tiempo del 30% que se llevaba la App Store de Apple cuando los jugadores pagaban a Epic por funciones adicionales en sus aplicaciones. También había lamentado la incapacidad de los desarrolladores para abrir mercados rivales en la plataforma móvil de Apple.
Finalmente, en agosto de 2020, Epic cambió su software para permitir a los jugadores de su título estrella Fortnite comprar objetos del juego directamente desde él mismo en lugar de a través de Apple. La empresa de Tim Cook expulsó rápidamente al juego de su tienda por incumplir las normas.
Esta disputa dejó un legado lleno de matices. Cuando Epic interpuso una demanda, acusando al gigante de comportamiento anticompetitivo, los tribunales de EE UU dictaminaron en gran medida que Apple tenía razón. Pero la DMA de la UE, que obliga a los fabricantes de teléfonos a permitir la existencia de tiendas de aplicaciones rivales en el bloque, implicaba que Epic podía esperar crear su propia tienda de aplicaciones en los iPhone de todos modos, al menos para los clientes europeos.
De ahí la polémica suscitada por la decisión de Apple de cancelar la cuenta de desarrollador de Epic. Aunque se aplicó en todo el mundo, y el fabricante del iPhone alegó que le preocupaba que pudieran repetirse las infracciones de las normas de Apple, Epic se apresuró a calificar el edicto de incumplimiento de la DMA. De hecho, cualquier tienda móvil de Epic habría sido probablemente una de las mayores tiendas de aplicaciones alternativas para los usuarios de Apple con sede en la UE, junto con un mercado de juegos de Microsoft aún por desarrollar.
Además de la DMA, la Comisión dijo que también estaba evaluando si las acciones de Apple cumplían la Ley de Servicios Digitales, que se refiere a la protección de los consumidores, y el Reglamento P2B sobre las relaciones entre plataformas y empresas, que tiene que ver con el cierre de cuentas.
Es poco probable que la posibilidad de vender más aparejos de Fortnite a los usuarios europeos de iPhone mueva demasiado la aguja financiera de Epic, que fue valorada en 31.500 millones de dólares en una ronda de financiación de 2022 y entre cuyos accionistas se encuentran Disney y Sony. Los documentos presentados como parte de su demanda de 2021 contra Apple sugerían que menos de una décima parte de las ventas de Fortnite procedían previamente de iOS, de Apple, mientras consolas como Xbox y PlayStation representaban la gran mayoría de los ingresos.
En cualquier caso, el giro de 360 grados de Apple es útil para la UE. Si Cook hubiera persistido en argumentar que su hostilidad se dirigía a Epic y no a la competencia en sí, Bruselas se habría visto obligada a elaborar una respuesta. Pese a la multa impuesta a Apple la semana pasada, de 1.840 millones de euros, en relación con el negocio de la música en streaming (un asunto iniciado por una protesta de Spotify), la UE tiene que mantener una relación de trabajo con las grandes tecnológicas de Estados Unidos. Ahora que Apple ha dado marcha atrás, la DMA adquiere un cariz de dureza que no habría sido tan evidente si Epic y su enemigo hubieran jugado limpio.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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