Europa: de la brecha tecnológica al impulso del crecimiento

El déficit tecnológico lastra la economía comunitaria: solo el 17 % de las empresas europeas están actualmente preparadas para escalar la IA generativa

Yuichiro Chino (Getty Images)

La competitividad de Europa crece prometedoramente. Las empresas europeas han avanzado en la modernización de sus infraestructuras y, en medio de la escasez mundial de talento tecnológico, Europa va por delante de Estados Unidos a la hora de formar y capacitar a sus profesionales. Aun así, hay una brecha emergente que se interpone en su camino.

La perspectiva de crecimiento de las empresas europeas se ve lastrada por una inadecuada adopción d...

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La competitividad de Europa crece prometedoramente. Las empresas europeas han avanzado en la modernización de sus infraestructuras y, en medio de la escasez mundial de talento tecnológico, Europa va por delante de Estados Unidos a la hora de formar y capacitar a sus profesionales. Aun así, hay una brecha emergente que se interpone en su camino.

La perspectiva de crecimiento de las empresas europeas se ve lastrada por una inadecuada adopción de la tecnología, lo que se conoce como déficit tecnológico. Esto está haciendo que nos quedemos rezagados con respecto a otros, especialmente frente a las empresas norteamericanas. La tecnología se ha convertido en un elemento central de la estrategia de crecimiento de las compañías, y los líderes empresariales deben adaptarse. Fijémonos en tecnologías como la IA generativa: las empresas están explorando cómo utilizarla, pero si realmente quieren extraer valor de ella, su negocio requerirá un sólido núcleo digital de infraestructura en la nube y datos. Esto significa incluir la tecnología en el primer plano de su estrategia empresarial.. Significa priorizar la tecnología a la hora de desarrollar nuevos productos, servicios y modelos de negocio para impulsar un crecimiento sostenible.

Según un nuevo estudio, las empresas europeas podrían generar hasta 3,2 billones de euros en ingresos adicionales hasta 2024 si redujeran el déficit tecnológico frente a sus homólogas norteamericanas. Durante demasiado tiempo, la tecnología se ha considerado una palanca para optimizar costes, en lugar de una impulsora del crecimiento. Hoy en día, todas las estrategias conducen a más tecnología. Y para empezar a cerrar la brecha, las empresas europeas deben comprender y abordar la dinámica que está alimentando este déficit tecnológico

En última instancia, como líderes empresariales, tenemos que fijarnos en tres áreas clave:

1. Predicar con el ejemplo. Dada la importancia de la tecnología en la estrategia empresarial, la experiencia tecnológica en los consejos de administración es crucial. El papel de un consejo es crear valor a largo plazo, establecer una visión, fijar la estrategia y supervisar su ejecución. Deben tomar decisiones con conocimiento de causa y orientar a la organización sobre cómo crear valor a partir de la tecnología. Sin embargo, el 33% de las empresas europeas no tienen ningún miembro del consejo con experiencia en tecnología, frente a solo el 19% de las empresas norteamericanas. Predicar con el ejemplo significa integrar la tecnología en el ADN de la compañía. Hacer que la formación tecnológica sea obligatoria para el equipo ejecutivo y la junta directiva, enviando un mensaje claro al resto de la organización sobre la importancia del aprendizaje continuo. Y, luego, acompañar al talento en ese viaje, estableciendo objetivos de aprendizaje medibles y continuos para todos los empleados.

2. Aprovechar la oportunidad. Las empresas europeas destinan menos porcentaje de sus ingresos a inversiones en Investigación y Desarrollo (I+D), lo que hace aumentar la brecha. En 2017, las empresas europeas estaban por detrás de sus homólogas norteamericanas en 70 puntos básicos en términos de inversiones en I+D como porcentaje de los ingresos. En 2022, esta diferencia se había duplicado hasta alcanzar los 140 puntos básicos, lo que suponía 147.000 millones de dólares. Esto podría explicar por qué solo el 17 % de las empresas europeas están actualmente preparadas para escalar la IA generativa y aprovechar sus beneficios, en comparación con el 30% de las empresas estadounidenses.

Aprovechar la oportunidad es también comprender que la tecnología puede desempeñar un papel fundamental en la aceleración de la I+D. Por ejemplo, tecnologías como la nube, la IA y la computación cuántica pueden ayudar a avanzar en el descubrimiento de fármacos y crear materiales más sostenibles en el sector químico, acelerando las agendas de sostenibilidad. Lo que importa no es tanto la cantidad absoluta que se invierte en I+D, como la parte de los ingresos que se le asigna y, lo que es más importante, cómo se utiliza.

3. Jugar con nuestras fortalezas. Hay que valorar el gran trabajo que Europa está haciendo y cómo aprovecharlo para reducir las diferencias. Aquí hay dos áreas clave que son la cualificación y la sostenibilidad. Nuestros estudios muestran que están superando a sus homólogas estadounidenses en varios aspectos clave de las operaciones basadas en la tecnología. Por ejemplo, superan en un 10% en lo que se refiere a amplios programas de capacitación tecnológica. Diversos informes han destacado el liderazgo de Europa sobre Norteamérica en actividades ESG, incluida la aplicación de medidas de sostenibilidad y reducción de CO₂. Otro ejemplo es la ampliación de la ventaja europea en relación con la fabricación inteligente. En este sentido, Alemania está a la vanguardia de la transformación ciberfísica de la fabricación, promoviendo activamente la adopción de los principios de industria 4.0 que contribuyen a impulsar dicha innovación. La colaboración entre el gobierno alemán, el mundo académico y las asociaciones industriales ha dado lugar a iniciativas -como la Industrial Twin Association- que conecta los productos industriales físicos con el mundo digital.

La situación de Europa es única en muchos aspectos: extraordinaria diversidad, un rico tapiz de culturas y una sólida elaboración de políticas nacionales. Tenemos que aprovechar estos puntos fuertes y trasladarlos a la escena mundial. Para ello, debemos centrarnos más en generar nuevo crecimiento. Acabar con el déficit tecnológico exigirá que las empresas europeas se replanteen su enfoque y transformen sus actuaciones en múltiples frentes. Si aprovechan esta oportunidad, podrán desbloquear oportunidades y seguir manteniendo la posición de líderes mundiales en sectores clave.

Jean-Marc Ollagnier / Mercedes Oblanca son CEO de Accenture en Europa / presidenta de Accenture en España, Portugal e Israel

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