Pleitear contra las grandes petroleras es más arriesgado que dejar el tabaco
El crudo es un hábito aún más difícil de abandonar que los cigarrillos, y litigar como hace California elevará los costes
California ha sido siempre un punto de referencia para el futuro de América, y Estados Unidos es un país litigioso. Por eso resulta inquietante para las petroleras que el Estado se haya unido a otros para demandar a las empresas de combustibles fósiles por engañar a la opinión pública sobre los peligros del calentamiento global, en busca de reparación por los desastres relacionados con el clima. Exxon Mobil, Chevron y otras parecen estar siguiendo el camino que recorrieron las tabacaleras antes de llegar a un gigantesco acuerdo extrajudicial. El problema es que el petróleo es un hábito aún más...
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California ha sido siempre un punto de referencia para el futuro de América, y Estados Unidos es un país litigioso. Por eso resulta inquietante para las petroleras que el Estado se haya unido a otros para demandar a las empresas de combustibles fósiles por engañar a la opinión pública sobre los peligros del calentamiento global, en busca de reparación por los desastres relacionados con el clima. Exxon Mobil, Chevron y otras parecen estar siguiendo el camino que recorrieron las tabacaleras antes de llegar a un gigantesco acuerdo extrajudicial. El problema es que el petróleo es un hábito aún más difícil de abandonar que los cigarrillos.
El estado de California ha demandado a Exxon Mobil, Chevron, Shell, BP y ConocoPhillips, acusando a estos grupos de haber engañado durante décadas al público sobre los peligros de los combustibles fósiles y el cambio climático. La demanda, presentada el día 15 ante un tribunal de San Francisco, acusa a las compañías de crear molestias a la población, de publicidad engañosa y de prácticas comerciales ilegales. Alega que las acciones de las empresas energéticas, y las del grupo de presión American Petroleum Institute, han causado daños y perjuicios. California pretende crear un fondo de mitigación para pagar futuros daños causados por desastres relacionados con el clima.
Hasta ahora, las petroleras han paralizado los litigios intentando trasladar los casos a los tribunales federales, donde las normativas nacionales sobre emisiones ofrecen cierta cobertura. En abril, sin embargo, el Tribunal Supremo rechazó cinco recursos de las petroleras y otras empresas para trasladar los casos fuera de los estados.
En lo que respecta a los pleitos locales sobre productos peligrosos para el público, el caso de la industria tabaquera es ilustrativo. Fueron necesarias cuatro décadas de litigios crecientes hasta que las grandes empresas se vieron obligadas a llegar a un acuerdo con los fiscales generales de 52 estados y territorios en 1998. Acusadas igualmente de engañar a la opinión pública sobre los riesgos de los cigarrillos, acordaron parar el marketing y pagar más de 200.000 millones de dólares para ayudar a sufragar los costes relacionados con la salud y financiar una campaña antitabaco.
Los daños relacionados con el clima serán mayores. La sequía y las inundaciones, agravadas por el calentamiento global, causan pérdidas gigantescas. California afirma que ha gastado decenas de miles de millones de dólares para hacer frente al cambio climático y que tendrá que gastar el triple en los próximos años. Supongamos que al final pretende 100.000 millones. El Estado Dorado representa alrededor del 12% de la población estadounidense. A escala de todo el país, eso supondría aproximadamente 800.000 millones de dólares. Es una cifra demasiado simple, dado el diferente impacto del clima en las regiones, pero indica la magnitud del problema potencial en Estados Unidos por sí solo.
Dejar de fumar es difícil, pero al menos es directamente beneficioso. Dejar rápidamente los combustibles fósiles puede ser más duro. El precio del crudo se acerca a los 100 dólares el barril y los altos precios del petróleo frenan el crecimiento económico. La incertidumbre de los litigios elevará los costes y podría disuadir a las empresas de perforar. La producción de crudo de Estados Unidos ha aumentado a casi 13 millones de barriles diarios, ofreciendo un valioso contrapeso a naciones como Arabia Saudí, que ambicionan precios más altos. Chevron acusa a los tribunales locales de que no tienen ningún papel en la elaboración de la política energética mundial. Los legisladores tendrán la tentación de darles la razón, interviniendo para ayudarles a dar una patada más a la lata.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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