Un Perte de descarbonización accesible, equitativo y tecnológicamente neutro
Reducir burocracia, contemplar todas las tecnologías energéticas y garantizar el acceso igualitario a los fondos son factores clave
El Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) de descarbonización industrial se presentó desde un primer momento como una herramienta fundamental para impulsar la competitividad, la sostenibilidad y la modernización de la industria manufacturera española. Tal y como se ha anunciado recientemente, a mediados de octubre esa promesa se concretará con el lanzamiento de la primera convocatoria de ayudas a actuación in...
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El Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) de descarbonización industrial se presentó desde un primer momento como una herramienta fundamental para impulsar la competitividad, la sostenibilidad y la modernización de la industria manufacturera española. Tal y como se ha anunciado recientemente, a mediados de octubre esa promesa se concretará con el lanzamiento de la primera convocatoria de ayudas a actuación integral para la descarbonización, dotada con 1.000 millones de euros.
Es, sin duda, una muy buena noticia para todos. La descarbonización y la modernización de los procesos productivos son dos elementos imprescindibles para garantizar nuestra competitividad a medio y largo plazo, especialmente en un contexto de crisis energética y, desde la sostenibilidad, para seguir satisfaciendo las necesidades de nuestra sociedad.
Acogemos la noticia de la primera convocatoria de este Perte con muchas esperanzas, pero también con inquietudes, lógicas dada su importancia estratégica, e interrogantes acerca del detalle de su puesta en práctica. El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, consciente de esta situación, impulsó la llamada Alianza del Perte de Descarbonización Industrial, una iniciativa muy positiva a la que nuestra organización se ha sumado y que contribuirá a reforzar la ya de por sí intensa interlocución público-privada en torno a estos fondos.
La industria fabricante de pasta, papel y cartón, en cuanto sector calorintensivo y electrointensivo, es consciente de que su futuro pasa por la eficiencia, la neutralidad climática, la innovación y la adaptación a un entorno cambiante. También sabemos que nuestra descarbonización y transición energética es a la vez un gran reto y una enorme oportunidad. Baste decir que, en condiciones normales del mercado energético, los costes asociados a la energía suponen el 30% de los costes operativos totales de una fábrica del sector. Por todo ello trabajamos intensamente, desde el primer momento, a fin de asegurar entre todos que el Perte sea un auténtico éxito, realmente capaz de catalizar la transformación de la industria manufacturera.
A falta de poder conocer el detalle de las bases reguladoras, para que realmente estos fondos alcancen todo su potencial transformador es imprescindible que el Perte sea fácilmente accesible para las empresas y, sobre todo, que tenga un enfoque equitativo y tecnológicamente neutro, de tal manera que contemple adecuadamente la diversidad de circunstancias y necesidades de los distintos sectores productivos y empresas.
Respecto a la accesibilidad, es importante reducir las cargas administrativas, con menos burocracia y plazos de ejecución más amplios, acordes a la realidad de los desarrollos industriales. Todos estos aspectos, junto con los detalles por conocer de la convocatoria, serán esenciales para que estas ayudas lleguen a las empresas de manera ágil y accesible, permitiendo que aprovechen al máximo esta gran oportunidad.
Pero incluso más importante es que el Perte de descarbonización adopte un enfoque tecnológicamente neutro. En este sentido, coincidimos en la importancia de apostar por la electrificación de procesos en aquellos casos en que sea posible y viable, con aplicaciones con gran potencial como la bomba de calor industrial. Pero, también, se debe facilitar la aplicación de otras alternativas que permitan descarbonizar por completo aquellas necesidades energéticas para las que, por motivos técnicos o de competitividad, la electrificación no es una solución a fecha de hoy.
Para cada sector, cada empresa e incluso cada instalación deberá permitirse implementar la combinación de tecnologías energéticas que ofrezca la respuesta óptima a sus necesidades y a su senda de descarbonización. Es el caso, por ejemplo, de la demanda térmica de numerosos sectores industriales calorintensivos, entre los que se incluye la producción de papel y cartón, y que con la aproximación adecuada ofrecen un importante potencial de descarbonización.
Así, ya están en curso tecnologías innovadoras y proyectos para descarbonizar la demanda térmica de media y alta temperatura, siendo uno de ellos el aprovechamiento de biomasa y los gases renovables, que permiten optimizar el aprovechamiento de recursos al tiempo que se garantiza la protección de la biodiversidad.
Y, por supuesto, debemos tener en cuenta la contribución de la cogeneración de alta eficiencia a la transición, una herramienta clave que, entre otros, garantiza la eficiencia energética del proceso productivo, máxime en una industria con una importante demanda tanto eléctrica como térmica. Consideramos que la cogeneración seguirá jugando un papel crucial a futuro, apostando por la sustitución progresiva del gas natural por otras alternativas descarbonizadas como el hidrógeno renovable, el biogás o el biometano.
Por último, para garantizar que el acceso a estos fondos se desarrolle en condiciones de igualdad para todas las empresas y sectores, hay que tener en cuenta también que el grado de madurez de las tecnologías de descarbonización difiere notablemente. Por ello, la ejecución del Perte debe contemplar una distribución equitativa de los fondos entre todos los sectores involucrados, a fin de aprovechar también el potencial que ofrecen aquellos sectores cuyas opciones de descarbonización necesitan todavía un mayor desarrollo.
La llegada de los fondos del Perte es, sin lugar a dudas, una gran noticia para el sector industrial español. Estamos ante una gran oportunidad, irrepetible, que tenemos que aprovechar. Estoy convencido de que, gracias al diálogo y cooperación entre Administración y empresas y al esfuerzo de nuestras industrias por avanzar en la descarbonización, estos fondos supondrán el impulso clave para la competitividad, la sostenibilidad y la modernización de la industria española, en un momento decisivo para nuestro futuro.
Rodrigo Álvarez es director de Energía e Innovación en Aspapel (Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón)
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