La eólica marina británica se queda a cero
El encarecimiento de las turbinas impide a las empresas obtener una rentabilidad adecuada
Las vacilantes aspiraciones británicas de convertirse en la “Arabia Saudí de la energía eólica” –como dijo en 2020 el entonces primer ministro Boris Johnson– se encuentran en una encrucijada. Los promotores llevaban meses advirtiendo de que la subasta de energía eólica marina del Reino Unido, celebrada el pasado viernes día 8, no tendría interesados. Ahora que ha sucedido, puede que estimule una muy necesaria acción.
Gran Bretaña podría centrarse en la energía solar y la eólica terrestre, que recibieron 1,9 gigavatios y 1,5 gigavatios, respectivamente, en la subasta del viernes, que sum...
Regístrate gratis para seguir leyendo en Cinco Días
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Las vacilantes aspiraciones británicas de convertirse en la “Arabia Saudí de la energía eólica” –como dijo en 2020 el entonces primer ministro Boris Johnson– se encuentran en una encrucijada. Los promotores llevaban meses advirtiendo de que la subasta de energía eólica marina del Reino Unido, celebrada el pasado viernes día 8, no tendría interesados. Ahora que ha sucedido, puede que estimule una muy necesaria acción.
Gran Bretaña podría centrarse en la energía solar y la eólica terrestre, que recibieron 1,9 gigavatios y 1,5 gigavatios, respectivamente, en la subasta del viernes, que sumó en total 3,7 gigavatios. Aunque ambas son más baratas y, al menos en la actualidad, suscitan más interés entre los promotores, el despliegue de proyectos marinos, de mayor envergadura, haría más factible el objetivo del Reino Unido de descarbonizar su sistema eléctrico para 2035. En la subasta de 2022, la eólica marina representó dos tercios de los 10,8 gigavatios de potencia adjudicada.
Las empresas de energía eólica, como SSE, no participaron en la subasta porque los costes de las turbinas, entre otros, se han disparado, lo que significa que no podrían obtener una rentabilidad adecuada vendiendo electricidad, a pesar de una subvención del Gobierno por valor de 44 libras (51 euros) por megavatio-hora a precios de 2012.
Mejores condiciones
Los políticos son reacios a desembolsar más subvenciones antes de que sea absolutamente necesario, y eso no ha ocurrido hasta ahora. La perspectiva real de los proyectos de energía eólica debería de ser la patada en el trasero que necesitan los políticos británicos para que las condiciones sean más atractivas.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, Twitter y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días