Las fugas de las sanciones a Rusia prueban que pueden endurecerse

Occidente podría atacar los envíos de Moscú a Asia Central y prohibir la venta de petroleros viejos

Petrolero ruso Pure Point, en Karachi (Pakistán), en junio.AKHTAR SOOMRO (REUTERS)

Kazajstán parece vivir una repentina fiebre por los productos europeos. Sus importaciones de la UE subieron casi un 90% en 2022 respecto a 2021, y la tendencia sigue. El repunte está levantando sospechas de que está ayudando a Moscú a eludir las prohibiciones. Puede que sea cierto, pero las grietas demuestran sobre todo el impacto de las sanciones, y por qué pueden endurecerse.

Las exportaciones de la UE a Kazaj­stán, Uzbekistán, Georgia, Azerbaiyán, Armenia y Kirguistán subieron un 80% en enero de 2022-junio de 2023, según Eurostat. Hay indicios claros de que parte de las mercancías po...

Regístrate gratis para seguir leyendo en Cinco Días

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte


Kazajstán parece vivir una repentina fiebre por los productos europeos. Sus importaciones de la UE subieron casi un 90% en 2022 respecto a 2021, y la tendencia sigue. El repunte está levantando sospechas de que está ayudando a Moscú a eludir las prohibiciones. Puede que sea cierto, pero las grietas demuestran sobre todo el impacto de las sanciones, y por qué pueden endurecerse.

Las exportaciones de la UE a Kazaj­stán, Uzbekistán, Georgia, Azerbaiyán, Armenia y Kirguistán subieron un 80% en enero de 2022-junio de 2023, según Eurostat. Hay indicios claros de que parte de las mercancías podrían estar desviándose a Rusia. Kazajstán duplicó las importaciones de maquinaria y equipos de transporte europeos en 2022, sin signos claros de un gran aumento de la inversión local relacionada.

Los exportadores de la UE enviaron a Kazajstán mercancías por valor de casi 17.000 millones en enero de 2022-junio de 2023. Y si las exportaciones hubieran crecido al ritmo del 17% de años anteriores, quedarían sin explicar unos 6.000 millones. Pero incluso si todo eso se hubiera redirigido a Moscú, palidecería en comparación con la caída de 43.000 millones en las exportaciones de la UE a Rusia durante el mismo periodo.

Los esfuerzos de Rusia por eludir el límite de precios del G7 a sus envíos de petróleo son otra señal de la eficacia general de las sanciones. Se ha impuesto un tope de 60 dólares al precio del crudo ruso transportado por buques de propiedad o asegurados por Occidente, pero parte de él puede enviarse ahora a través de terceros, o mezclarse en el mar para ocultar su procedencia. Una flota oscura de viejos petroleros es experta en ocultar su ubicación y destino, para poder mantener la cobertura del seguro. Pero con el crudo de los Urales sobre los 60 dólares desde principios de julio, Rusia ha tenido que hacer importantes descuentos a China e India. Y los ingresos por exportaciones del país cayeron en julio al segundo nivel más bajo desde el comienzo de la guerra, en febrero de 2022.

Europa y EE UU podrían endurecer el régimen, empezando con un mayor control y embargos de las exportaciones a Asia Central, rebajando aún más el tope del precio del crudo y prohibiendo la venta de petroleros viejos. Las sanciones deben endurecerse no porque no funcionen, sino porque sí lo hacen.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, Twitter y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días

Más información

Archivado En