Threads es una apuesta arriesgada

Aunque alejar a usuarios y anunciantes de Twitter podría ser una victoria simbólica para Meta, mantener a los que tiene ya es un reto

Logos de Threads y Twitter.DADO RUVIC (REUTERS)

Meta no es ajena a copiar y pegar a otras tecnológicas. Los éxitos cosechados con esa estrategia dan ciertas esperanzas al plan de Mark Zuckerberg de lanzar Threads, que se espera que compita con Twitter. Pero podría ser una pérdida de tiempo.

Anteriores experimentos de imitación de Meta han dado resultados dispares. Ha lanzado y luego cerrado más de uno, incluyendo una suite de suscripción a boletines que pretendía rivalizar con Substack, y herramientas de audio parecidas a las de la app de chat Clubhouse. Pero también ha obtenido frutos, sobre todo con el lanzamiento en Instagram de S...

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Meta no es ajena a copiar y pegar a otras tecnológicas. Los éxitos cosechados con esa estrategia dan ciertas esperanzas al plan de Mark Zuckerberg de lanzar Threads, que se espera que compita con Twitter. Pero podría ser una pérdida de tiempo.

Anteriores experimentos de imitación de Meta han dado resultados dispares. Ha lanzado y luego cerrado más de uno, incluyendo una suite de suscripción a boletines que pretendía rivalizar con Substack, y herramientas de audio parecidas a las de la app de chat Clubhouse. Pero también ha obtenido frutos, sobre todo con el lanzamiento en Instagram de Stories (2016), similar a Snapchat, y que permite a los usuarios publicar fotos que desaparecen en 24 horas.

Es un momento inteligente para que Meta puje por el trono de Twitter. Desde que Elon Musk compró la red en octubre, esta ha recortado gran parte de su plantilla y ha visto caer sus ingresos por publicidad. Nuevas firmas como Mastodon y Bluesky están ganando terreno como alternativas para los usuarios frustrados con Twitter. Pero aún son demasiado pequeñas para suponer una amenaza real.

Meta es enorme. Tiene unos 3.000 millones de usuarios diarios en todas sus aplicaciones a los que atraer a una nueva plataforma. Pero eso también implica que tiene menos que ganar robando a su rival, considerablemente más pequeño. Twitter contaba con menos de 300 millones de usuarios diarios antes de Musk. Incluso si todos migraran, la base de usuarios de Meta crecería solo un décimo. Además, el modelo de negocio de Twitter, basado en la publicidad, ha dado beneficios inconstantes. Su margen operativo en 2021 fue inferior al 5%, el de Meta, de casi el 40%.

El crecimiento de Zuckerberg está limitado por los reguladores, que están dificultando que tecnológicas como la suya compren empresas directamente. Una estrategia de desarrollo, pues, podría ser tentadora. Según Refinitiv, en 2022 logró un retorno del 16% sobre el capital invertido, que no es poco. Aun así, aunque alejar a usuarios y anunciantes de Twitter podría ser una victoria simbólica, mantener a los que tiene ya es un reto. En 2022, los ingresos de Meta cayeron por primera vez en su historia. Tras perder más de 10.000 millones de dólares apostando por el metaverso, otro proyecto caro y anunciado a bombo y platillo podría ser lo último que necesita.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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