El clavo del déficit y el gran monstruo final de pantalla de los videojuegos

Los Presupuestos siempre encuentran ayudas públicas a las que agarrarse para acabar en negativo

La presidenta de la AIReF, Cristina Herrero.Juanma Serrano (Europa Press)

Siempre hay algo que permite al déficit resistirse como gato panza arriba. Ahora es la crisis energética, que el Gobierno y las comunidades autónomas tratan de aliviar con la reducción del precio del transporte público, la bajada del IVA de los alimentos o la reducción del precio de los carburantes para los profesionales. Medidas que siguen siendo globales en general, pese a las recomendaciones de los organismos multilaterales, que sugieren que se enfoquen en los bolsillos más necesitados. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal apunta a este paquete como el causante último de que...

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Siempre hay algo que permite al déficit resistirse como gato panza arriba. Ahora es la crisis energética, que el Gobierno y las comunidades autónomas tratan de aliviar con la reducción del precio del transporte público, la bajada del IVA de los alimentos o la reducción del precio de los carburantes para los profesionales. Medidas que siguen siendo globales en general, pese a las recomendaciones de los organismos multilaterales, que sugieren que se enfoquen en los bolsillos más necesitados. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal apunta a este paquete como el causante último de que no se vaya a cumplir el objetivo de déficit del Gobierno: la Airef lo prevé en el 4,1% para este año, en el que, advierte, empezará a notarse el endurecimiento monetario del BCE, que compensará una evolución mejor de la esperada en el primer semestre. Mientras, el aumento de los ingresos públicos se debe básicamente a la inflación, que sin embargo sí ayuda a morder la ratio de la deuda soberana sobre el PIB, que también crece deprisa en términos nominales.

Reynés tiene pocos argumentos para discutir al CEO ‘in pectore’ de Naturgy

Ignacio Gutiérrez-Orrantia parece predestinado para mandar en Naturgy. Primero fue el candidato de Francisco Reynés para un puesto de nueva creación, el de jefe corporativo (chief corporate officer, siempre más rimbombante en inglés), una especie de sub-CEO para una empresa que ni siquiera tenía CEO. Y ahora son los fondos accionistas los que los que lo consideran la persona idónea para modular el poder del presidente, esta vez sí como consejero delegado.

Desde luego, Reynés no podrá dar muchos argumentos para discutir el acierto de la elección.

Threads, otra plataforma que vampiriza los datos de los usuarios

Las empresas de internet primero absorben todos los datos que pueden sobre sus usuarios, y luego, si acaso, les preguntan. Threads, la nueva red social de texto de Meta que quiere competir con Twitter, capta toda la información de los dispositivos, incluida la financiera y la de salud (incluidos los análisis de sangre, si haylos). Por eso se retrasará su lanzamiento en la UE, más garantista en cuanto al derecho a la privacidad.

Es uno de esos casos en los que, si las autoridades no se preocuparan, las empresas camparían a sus anchas, porque la mayoría de los internautas es capaz de vender su alma al diablo por usar la última aplicación de moda. Pensarán, y con buena parte de razón, que si las empresas tienen los datos de todo el mundo, los suyos en concreto ya no son tan importantes.

La frase del día

Cuando veo que los bancos recurren a depósitos intermediados, me preocupo de verdad. No se me ocurren depósitos más volátiles. Deberíamos diferenciar más los requisitos de cobertura de liquidez para esas entidades

Tom Dechaene, miembro del consejo de supervisión del BCE

Los videojuegos están solos ante el gran monstruo final de pantalla: Hacienda

¿Cuál es la frontera entre cultura y entretenimiento? ¿Los videojuegos son lo uno o lo otro? Según las condiciones del bono cultural de 400 euros que entrega el Ministerio de Cultura a los que cumplen 18 años en 2023, lo son tanto como la música o el cine; según la Ley del Impuesto de Sociedades, en cambio, no son merecedores de las deducciones y desgravaciones que sí pueden aprovechar las artes mencionadas.

Los videojuegos tienen una particularidad respecto a las artes clásicas y también a las modernas (como la fotografía y el cómic): son netamente interactivos. Podría discutirse, pues, si son más bien una categoría deportiva. Pero el limbo fiscal en el que están ahora los deja solos ante el monstruo final de pantalla por antonomasia, Hacienda.

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