Los obstáculos para la nueva FP y el gasto de los ‘jóvenes’ de hasta 40 años
Los problemas del nuevo modelo educativo serán pequeños comparados con las carencias actuales
Llega la hora de la verdad para la nueva Formación Profesional... y para las empresas que participarán en la iniciativa. El elevado paro juvenil y el profundo desajuste entre la cualificación de los nuevos trabajadores y lo que necesitan las compañías ha provocado por fin un cambio drástico de planteamiento de la educación orientada directamente al mundo laboral. La parte práctica de los estudios será al menos el 25% del total, y puede llegar al 50% en el caso de la FP dual intensiva. La duda ahora, irónicamente, es si habrá empleadores suficientes para la afluencia de jóvenes en prácticas; y si habrá encaje geográfico entre oferta y demanda.
Serán, en todo caso, problemas menores en comparación con las enormes carencias actuales. España no se va a convertir de repente en Alemania (el modelo que subyace al cambio), pero hace falta un espaldarazo como este para borrar la idea de que la universidad es la única manera de hacer buena carrera laboral. Lo fue hace décadas, pero ahora va quedando superada por los hechos.
Los accionistas de Naturgy abren un nuevo frente, este enfocado al buen gobierno
Naturgy lleva unos años con muchos frentes abiertos, alguno estancado, como el proyecto de división del grupo en dos; pero las aguas parecen haberse calmado un poco entre los accionistas, que están presionando para recuperar la figura del consejero delegado, y repartir las funciones ejecutivas, que ahora ostenta en solitario Francisco Reynés. Es una recomendación clásica de buen gobierno, que con más o menos entusiasmo han ido incorporando las grandes empresas españolas. La elección de Ignacio Gutiérrez-Orrantia, favorito para el puesto, daría un perfil más financiero a la gestión.
España es un país atractivo para la inversión verde, aunque siempre puede serlo más
Hacen bien los juristas en reclamar toda la seguridad jurídica posible en España respecto a las energías renovables, y que el Estado pague lo que debe por los laudos sobre las primas al sector, pero lo cierto es que este país sigue siendo un destino muy deseado por inversores de todo el mundo, como demuestran iniciativas recientes como la de Goldman Sachs y su firma Verdalia Bioenergy.
Ya no se prevén grandes giros de guion en la transición verde, como el que se produjo entre la apuesta poco medida del Gobierno de Zapatero y la reacción del Ejecutivo de Rajoy. Gane quien gane el 23J (incluso si Vox entra en una coalición, a pesar de su escepticismo energético), la suerte está echada en torno a los plazos y las inversiones en energías (razonablemente) limpias.
Los ‘jóvenes’ de hasta 40 años, un grupo que mira más al corto plazo
El fondo Global Millennials Equity Portfolio de Goldman Sachs invierte en sectores de consumo favoritos de los mileniales y la generación Z: o sea, jóvenes de hasta 40 años, por decirlo de alguna forma. Personas con pocas cargas familiares en general, quizás por falta de recursos para comprarse una casa, pero que en todo caso tiene un gasto más a corto plazo, sin pensar tanto en el futuro. Tampoco invierten demasiado (salvo en la pandemia, en la que tenían mucho tiempo libre).
En cantidad, son un grupo poblacional pequeño en relación con otras generaciones mayores, pero hay valores con grandes perspectivas en industrias como el lujo, el ejercicio físico, el ocio (conciertos de música) o internet (redes, videojuegos).
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