La fiebre del fútbol beneficia... a los jugadores

Los dueños, cada vez más ricos, podrían acabar compitiendo por el éxito deportivo a costa de la inconsciencia financiera

Eric Bailly (derecha), defensa del Manchester United, lucha con Raphinha, del Barcelona, el día 16 en el Camp Nou en partido de la Europa League.Anadolu Agency (Anadolu Agency via Getty Images)

La Premier League está a punto de recibir una gigantesca inyección de dinero. Pero los posibles dueños de gigantes del fútbol como el Manchester United corren el riesgo de verse inmersos en una guerra por el talento, enriqueciendo a los jugadores a costa de todos los demás.

Un consorcio catarí presentó el viernes una oferta por el equipo: de 5.600 millones de euros, según Bloomberg. Se enfrentará a otros pretendientes, como el magnate químico mancuniano Jim Ratcliffe, y puede que incluso a inversores saudíes. Según el FT, el iraní-estadounidense Jahm Najafi prepara una operación de 3.600 millones por el Tottenham Hotspur.

Los precios se disparan. El año pasado, el Chelsea se vendió por 2.800 millones de euros: 5,7 veces sus ingresos. La supuesta oferta de 6.700 millones de los cataríes por el United serían 8,6 veces sus ingresos.

Esto plantea la cuestión de cómo ganarán dinero los nuevos dueños. Una idea es sacar más dinero de un ejército mundial de aficionados. El United tiene 14 veces más seguidores en Instagram que los Dallas Cowboys de fútbol americano, pero los ingresos de estos son un 58% superiores, según Forbes. Los postores podrían intentar acortar distancias estableciendo más alianzas comerciales o cobrando a los seguidores por vídeos exclusivos o imágenes de los entrenamientos.

Pero, como siempre ocurre en el fútbol, los nuevos ingresos pueden acabar simplemente en los bolsillos de los jugadores. Los resultados del United muestran que el coste de los salarios y los traspasos históricos casi igualan los ingresos. También han subido en el Tottenham. El Chelsea ha derrochado 330 millones en nuevos jugadores este invierno, y el Newcastle, respaldado por Arabia Saudí, también está gastando mucho. Los dueños, cada vez más ricos, podrían acabar compitiendo en pos del éxito deportivo a costa de la inconsciencia financiera.

La regulación es el principal comodín. La Premier acaba de remitir al Manchester City a una comisión independiente por más de 100 presuntas infracciones de las normas financieras, que el club niega. Pero es pronto para saber si las autoridades se toman en serio la lucha contra el dopaje financiero. Si no se adoptan medidas enérgicas, el resultado final será un montón de números rojos para los clubes y aún más riqueza para los jugadores.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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