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Nicolas Janvier (Columbia Threadneedle): “El mercado es un poco miope si piensa que Nvidia está cara”

El responsable de Bolsa estadounidense de la gestora cree que estamos en los primeros compases del ciclo de inversión en inteligencia artificial y ve posible un alza en Wall Street de al menos el 10% en 2026

Nicolas Janvier cuenta con más de dos décadas de experiencia en la gestión de activos en Estados Unidos y con unos orígenes muy alejados de Wall Street. Nació en Puerto Príncipe (Haití) y emigró a EE UU con su familia a los 11 años. Hoy es responsable de renta variable para Norteamérica en Columbia Threadneedle, firma que gestiona un patrimonio global de 675.000 millones de dólares, de los que alrededor de un tercio son activos invertidos en Bolsa estadounidense. Pese al ruido que ha agitado al mercado este año, con tambores de guerra comercial y pérdida de independencia de la Reserva Federal,...

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Nicolas Janvier cuenta con más de dos décadas de experiencia en la gestión de activos en Estados Unidos y con unos orígenes muy alejados de Wall Street. Nació en Puerto Príncipe (Haití) y emigró a EE UU con su familia a los 11 años. Hoy es responsable de renta variable para Norteamérica en Columbia Threadneedle, firma que gestiona un patrimonio global de 675.000 millones de dólares, de los que alrededor de un tercio son activos invertidos en Bolsa estadounidense. Pese al ruido que ha agitado al mercado este año, con tambores de guerra comercial y pérdida de independencia de la Reserva Federal, Janvier se aferra a la solidez de los beneficios empresariales de las cotizadas de EE UU en su visión positiva para 2026. Como tantos otros gestores, confía en el tirón de la inteligencia artificial, sin amenaza de burbuja a la vista.

Pregunta. ¿Qué balance hace de un año tan volátil como 2025? ¿Imaginó que terminaría con las rentabilidades actuales después de todo lo que ha sucedido?

Respuesta. Cuando se observaba el mercado en enero y febrero, parecía que iba a ser un año muy positivo. Y luego todo cambió en abril con los aranceles. Pero, como es habitual, el mercado asimiló las noticias. Y resulta que, durante la mayor parte del año, las ganancias han sido mejores de lo esperado. Así que, en un año en el que las ganancias han sido bastante sólidas, no es de extrañar que el mercado haya tenido tan buenos resultados.

P. ¿Cómo ha influido Trump en el ánimo del inversor hacia la Bolsa de EE UU? ¿Han detectado más interés en diversificar más allá de Wall Street?

R. Sí, sin duda creo que muchas de las políticas han tenido un efecto dominó en todo el mundo. Sabemos lo que ha ocurrido en Europa, por ejemplo, con el aumento del gasto en defensa e infraestructuras. En lo que respecta a Estados Unidos, aunque se ha hablado mucho de las políticas económicas de Trump, el verdadero motor subyacente del mercado sigue siendo el ciclo de inversión que estamos viendo en la IA. Ese ha sido realmente el motor de los rendimientos este año.

P. Pero al margen de la IA, ¿hay un antes y después de Trump en la visión de los inversores hacia la Bolsa de EE UU?

R. Bueno, creo que esta Administración se percibe como favorable a las empresas, lo que ha sido positivo desde el punto de vista de los inversores. Pero probablemente lo que más impacto ha tenido este año son los cambios que hemos visto en el marco regulatorio. Por ejemplo, durante bastante tiempo las fusiones y adquisiciones en EE UU fueron bastante moderadas porque el Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio (FTC) eran bastante estrictos. Este año, sin embargo, la actividad de fusiones y adquisiciones ha sido muy intensa porque la Administración se ha mostrado más favorable a ellas.

P. ¿Cómo vivió la corrección bursátil de abril por los aranceles? ¿Cree que se llegó a poner en cuestión el excepcionalismo americano?

R. El presidente Trump no ha anunciado nada que no hubiera mencionado durante toda su campaña. Estábamos relativamente preparados para pensar cuál sería el impacto de estos aranceles y cómo afectarían a los beneficios. Y, para ser sinceros, los aranceles que vimos fueron mucho más punitivos de lo que se esperaba. Pero parte de la razón por la que se produjo un gran repunte en el mercado fue porque el presidente dio marcha atrás poco a poco.

P. ¿Qué opinión tiene de los gigantes tecnológicos de EE UU?

R. Alphabet tiene un tipo de negocio muy diferente al de Tesla o al de Meta. Pero lo que todas estas compañías tienen en común, excepto Tesla, es que generan un flujo de caja libre muy, muy fuerte. De cara al futuro, los inversores deben prestar mucha atención a lo que ocurre con la generación de flujo de caja libre de estas empresas, dada la enorme cantidad de dinero que se está invirtiendo en el desarrollo de la IA. Se está pasando de un periodo en el que estas empresas tenían un flujo de caja libre muy fuerte a otro en el que tienen unos gastos de capital muy elevados, lo que significa que ese flujo de caja libre va a disminuir, al menos temporalmente.

P. ¿Ve riesgo de burbuja en la IA?

R. Yo no diría que hay una burbuja. Estamos en los primeros compases del ciclo de inversión en inteligencia artificial. Creemos que se pueden alcanzar los 3,5 billones de dólares de gasto en infraestructura de IA entre ahora y 2030. Así que estamos en una fase muy temprana. Y como siempre ocurre en este punto del ciclo del mercado, hay valores específicos que probablemente sean especulativos y no vayan a estar a la altura de las expectativas. Pero yo no clasificaría el gasto en IA en sí mismo como una burbuja. Creo que cuando lleguemos a 2030, lo que veremos es que no todas las empresas que el mercado considera ganadoras en este momento lo serán finalmente.

P. ¿Cómo saber entonces qué compañías van a ser las que sí rentabilicen sus inversiones y tengan éxito con la IA?

R. Somos optimistas con respecto a la IA, pero dentro de ese ámbito somos muy selectivos a la hora de invertir los activos de nuestros clientes. Hay que empezar a pensar en cómo van a obtener estas empresas el rendimiento de sus inversiones. Meta por ejemplo ha gastado bastante dinero en los últimos años en incorporar la inteligencia artificial a sus motores publicitarios. Lo que ya hemos visto es una mejor orientación de los anuncios de Meta, así que se están viendo los primeros indicios de que el gasto que han realizado en los últimos 18 o 24 meses está dando sus frutos. Cuando digo que hay que ser selectivo, hay que entender si la empresa tendrá el efectivo necesario para cumplir con su compromiso de inversión. Y luego, cómo van a obtener un rendimiento adecuado de ese efectivo.

P. ¿Nvidia es una de ellas?

R. Somos optimistas con Nvidia. El mercado es un poco miope al pensar que la empresa está cara. Llevamos más de una década siendo grandes accionistas de Nvidia y seguimos creyendo que es una empresa con grandes oportunidades por delante. Está bien posicionada para seguir sorprendiendo con la solidez de sus ingresos, ganancias y flujos de caja en los próximos años. Y luego, si miramos más abajo en la cadena, nos centramos en todas las empresas que van a permitir la expansión de la IA: eléctricas, empresas de refrigeración para centros de datos, dedicadas al cableado de centros de datos...

P. ¿Y qué otras oportunidades ofrece la Bolsa de EE UU más allá de la tecnología y la IA?

R. Las finanzas siguen siendo un área muy interesante. Cuando hay más operaciones corporativas, los grandes bancos de inversión se benefician de ello. Ahí seguimos encontrando oportunidades. La sanidad es otra área en la que estamos encontrando muchas oportunidades. Como inversores seguimos siendo muy optimistas con la IA, pero los clientes quieren asegurarse de que su gestor gestiona una cartera diversificada, independientemente de hacia dónde se dirija el mercado en el futuro.

P. ¿Cree que la Bolsa de EE UU será capaz de hacerlo mejor que la europea en 2026?

R. Creo firmemente que los beneficios son lo que impulsa la rentabilidad del mercado. En el caso de las empresas de gran capitalización, se puede alcanzar un crecimiento en los beneficios de entre el 10% y el 12% el próximo año. Y en las empresas de pequeña capitalización, probablemente entre un 15% y un 20%. Ese es el punto de partida. Si eso se materializa, sería un entorno realmente bueno para el mercado bursátil estadounidense. Lo que diría al comparar Estados Unidos con el resto del mundo es que creo que los inversores deberían centrarse en los beneficios, ir a donde tengan las expectativas de beneficios más sólidas. Si la Bolsa de EE UU subiera entre un 10% y un 12% no me sorprendería.

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