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Los inversores ponen nota a LVMH tras unos resultados que confirman su frenazo pospandemia

El grupo cae un 26% en el año, decepciona en moda y marroquinería y pierde el trono bursátil europeo frente a Hermès, SAP y Novo Nordisk.

La situación de LVMH ha dado un giro radical en los dos últimos años. De ser la empresa más valiosa de Europa a principios de 2023 y la primera en superar los 500.000 millones de capitalización, ha pasado a quedar fuera del podio bursátil del continente. Su lugar lo ocupan se lo disputan ahora su rival Hermès, el fabricante de Ozempic, Novo Nordisk, y la tecnológica SAP.

Las perspectivas de que el grupo liderado por Bernard Arnault recupere la cima se han complicado. Los resultados del segundo trimestre confirman que el conglomerado del lujo sigue atrapado en la desaceleración pospandemia. La división de moda y marroquinería —la más importante del grupo— registró una caída del 9% en ventas en el segundo trimestre, por encima del descenso del 7,8% que esperaba el mercado, lastrada sobre todo por el frenazo del consumo en China y Japón. Por su parte, el beneficio operativo (ebitda) de los seis primeros meses del año alcanza los 9.000 millones, un 15% menos que el año anterior, pero ligeramente por encima de los 8.800 que preveía el mercado.

Los inversores aún no han valorado plenamente las cifras, que se conocieron con el mercado europeo cerrado. Pero el primer veredicto llegó desde Wall Street: los ADR (American Depositary Receipts) de la compañía, que permiten a los inversores estadounidenses operar con acciones extranjeras en dólares, se dejaron un 4% en la Bolsa de Nueva York. Las caídas registradas por los ADR contrastan con las ganancias de más del 3,9% que han registrado las acciones de la firma francesa en el mercado francés un día después.

Desde Morgan Stanley advierten que los resultados de la división de moda y marroquinería figuran entre los peores trimestres registrados por LVMH. Aun así, mantienen una recomendación de “neutral”. Más optimistas se muestran en RBC, donde aconsejan “sobreponderar” el valor. Aunque reconocen que tanto los ingresos como el beneficio estuvieron en línea con las previsiones, los analistas del banco canadiense dudan de que el grupo pueda librarse de la presión bajista, que este año le ha costado ya un 26% en Bolsa. “Volver al crecimiento llevará tiempo, pero LVMH tiene recursos para gestionar esta situación mejor que la mayoría. Ha sido un trimestre flojo, sí, pero no desastroso”, apunta Flavio Cereda, gestor de carteras de lujo en GAM UK, en declaraciones a Bloomberg.

A la debilidad del mercado asiático, que ha sido el gran motor de ingresos del grupo en los últimos años, se suma ahora la amenaza arancelaria en EE. UU. Las negociaciones comerciales entre Washington y Bruselas siguen en el aire, pero todo apunta a que la tasa final quedará en el 15%, frente al 30% que llegó a plantear el presidente Donald Trump. La directora financiera de LVMH, Cécile Cabanis, considera que ese escenario sería un “buen resultado”, gracias al poder de fijación de precios que aún conservan muchas marcas del grupo. Esta capacidad fue clave durante los años de inflación elevada, cuando LVMH logró mantener márgenes altos en un entorno de fuerte presión de costes.

Cabanis insistió además en que el grupo cuenta con palancas para sortear un posible incremento de aranceles. Louis Vuitton, su marca estrella, ya dispone de tres fábricas en EE UU y estudia abrir una cuarta en Texas, según adelantó Arnault en una entrevista a Le Figaro. El plan encaja con la estrategia industrial de Trump, que ofrece exenciones arancelarias a los productos fabricados dentro del país.

Pese a los recientes tropiezos, la compañía aún conserva el respaldo de buena parte del mercado. El 54,3% de los analistas que siguen el valor recomienda comprar acciones de LVMH, el 42,9% aconseja mantenerlas y solo un 2,9% opta por vender.

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