Fernando Casero (Asnef): “Las entidades sin supervisar están ofreciendo préstamos irresponsables y sin transparencia”

El presidente de la patronal de los establecimientos de crédito reclama acelerar la transposición de la directiva europea que pretende evitar abusos a clientes

Fernando Casero, el presidente de Asnef, en una foto cedida por la asociación.

Fernando Casero es uno de los directivos del sector financiero que más ha reclamado acelerar la regulación de los créditos al consumo para que todas las empresas estén supervisadas. El presidente de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (Asnef) viene denunciando desde hace años que estas firmas, que han proliferado en los últimos tiempos con ofertas agresivas y que pueden cobrar intereses anualizados del 5.000%, suponen un peligro para los clientes por posibles sobreendeudamientos y para el resto de entidades reguladas, que tienen que asumir unos elevados costes normativos.

“Las entidades sin supervisar están ofreciendo un préstamo irresponsable y sin transparencia. Nosotros respondemos ante el Banco de España de dar créditos de una forma responsable, asegurándonos de que nuestros clientes pueden devolver las cuotas. Y todo esto se consigue a través de que tengan la información suficiente para comparar las ofertas y saber cada uno de los puntos que están firmando en un contrato. Y esto no lo ofrecen las empresas no supervisadas, están fuera del sistema”, expone.

Como avanzó este martes CincoDías y EL PAÍS, el Ministerio de Economía ya está preparando el plan evitar abusos en el crédito. Actualmente, en España la concesión de crédito no tiene reserva de actividad. Esto significa que cualquier empresa, esté supervisada o no, puede ofrecer préstamos. La Unión Europea lanzó una directiva que tiene como objetivo proteger a los clientes de abusos y precios excesivos en el crédito y que prevé que todas las compañías que quieran tendrán que tener una supervisión. Y también recoge que los Estados deben introducir medidas para evitar costes elevados, como puede ser topes en el tipo de interés que pueden cobrar.

“Hay un problema fundamental de competencia y de transparencia. El consumidor está siendo perjudicado porque no está informado correctamente y además no hay supervisión sobre estas empresas, con lo cual se produce una competencia desleal. Todas nuestras entidades tiene que estar continuamente supervisadas por el Banco de España y tiene que tener todos los controles necesarios para cumplir la regulación. Esto supone que la competencia que nos hace este tipo de entidades está absolutamente fuera de lugar”, expone.

En realidad, España va tarde. La directiva obliga a que ese plan esté activo antes de noviembre de 2026, pero la mayoría de los países europeos ya la ha transpuesto. “Somos de los pocos países en Europa en los que no existe todavía reserva de actividad para la concesión de crédito. Pensamos que sea reserva es muy necesaria y que va siempre en beneficio del consumidor. La administración tiene sus propios tiempos. Hemos insistido en ocasiones que no podemos apurar los plazos. Esto va a clarificar el mercado y el consumidor va a esta más protegido. Tiene muchas más ventajas que dilatar el problema en el tiempo”, señala Casero.

Parte de las reclamaciones de bancos y establecimientos financieros de crédito vienen porque consideran que están compitiendo con desventajas regulatorias. Las entidades supervisadas están obligadas por normativa a ofrecer crédito responsable. Esto quiere decir que antes de conceder un crédito al cliente deben hacer una evaluación de su solvencia y establecer un tipo de interés que estén seguros de que podrá pagar durante toda la vida del crédito. Y muchas de las entidades de crédito rápido carecen de estos sistemas. En ese sentido, considera que muchas de las compañías podrían desaparecer al no poder hacer frente a esos costes.

“Si quieres mantener los estándares regulatorios adecuados con lo que manda la legislación nacional y la directiva europea, los costes son fundamentales. Hay que tener unos controles muy importantes. Cumplir las circulares tiene un coste muy elevado en muchos equipo de las entidades porque hay que dedicar mucho personal, mucho tiempo y muchos sistemas para cumplir los requisitos”, asevera el presidente de Asnef.

Una de las cuestiones centrales de la directiva es establecer mecanismos para evitar abusos y esos créditos al 5.000%. Una de las alternativas es poner un límite expreso en el tipo de interés que pueden cobrar las entidades. Pero otra opción que baraja Economía es establecer un diferencial que se aplique sobre los precios medios que oferta el sector. “Si se regulan los tipos de interés, queremos que dé seguridad jurídica a nuestras entidades. Para determinar si un préstamo es usurario los jueces están fijándose en las tablas del Banco de España, pero hay un problema fundamental y es que no están mirando las TAE (tasa anual equivalente) sino el TEDR [un índice que no incluye los gastos y comisiones del crédito] y ahí se distorsiona. Nosotros creemos que la TAE es la fórmula adecuada porque así está definido en las circulares del Banco de España, es mucho más transparente. Nos parece bien que se comparen las tasas y que luego se aplique un diferencial. Pero que se defina un poco más”, reclama Casero.

Las entidades adheridas a Asnef vienen de un último año en el que el crédito al consumo ha experimentado un enfriamiento por los altos tipos de interés. “El año 2023 ha sido complicado en el sentido de que es cuando el coste de fondeo se ha disparado fundamentalmente por el aumento abrupto de los tipos de interés que pasaron del 0% al 4,5%. Nuestras carteras tardan un tiempo en adaptarse a esos tipos nuevos, con lo cual las cuentas de resultados se han visto un poco perjudicadas”, detalla.

No obstante, en los últimos dos años y medio las entidades no han sufrido una avalancha de morosidad. En ese sentido, Casero defiende una alta tasa de cobertura del sector y descarta impactos importantes en el futuro. “Tenemos porcentajes de cobertura de más del 70% a nivel general y en particular muchas entidades están por encima del 100%. Estamos muy cerca de los mínimos de morosidad del año 2008 y nuestro sector está hipercontrolado internamente para que la morosidad no se dispare”, explica.

Preguntado sobre la nueva Autoridad de Defensa del Cliente Financiero, en la misma línea que viene posicionándose el sector bancario, el presidente de Asnef considera que esta institución aumentará la litigiosidad de los clientes contra las entidades. “La Autoridad, tal como está diseñada, no nos convence. Entendemos que es mucho mejor una ventanilla única a la que el cliente se pudiera dirigir y que luego esta remitiese la reclamación al organismo supervisor correspondiente. Durante un periodo de tiempo determinado va a crear una serie de problemas por parte del consumidor que no sabe exactamente cómo se va a desarrollar”, concluye.

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