Naturgy vive la segunda mayor caída de su historia al volatilizarse la opa de Taqa y Criteria

La energética se desploma el 15% en la sesión y pierde casi todo lo ganado al calor de las conversaciones entre compañía emiratí y el holding inversor

Sede de Naturgy en Madrid.Susana Vera (REUTERS)

Naturgy se ha hundido en Bolsa este martes después de que Taqa, el grupo energético emiratí, y Criteria, el brazo inversor de la Fundación La Caixa, hayan roto negociaciones para lanzar una ofensiva accionarial por la energética española. El holding informó el lunes a la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV) que daba “por terminadas” las conversaciones con el grupo “sin que se haya alcanzado ningún acuerdo” para lanzar una opa. Un extremo que ha confirmado este martes Taqa al regulador bursátil de Abu Dabi, sin aportar más detalles. Las acciones de la compañía cerraron la sesión con un desplome del 15%, el segundo más abultado (con datos de Bloomberg) en la historia de la empresa. Solo el 12 de marzo de 2020, cuando se decretó el confinamiento por la pandemia, vivió una caída de parecida magnitud (un 16,68%).

La cancelación de las negociaciones se concretó el lunes después del cierre de mercado, por lo que las ventas masivas ya estaban sobre la mesa a primera hora de la mañana. Por este motivo, las acciones tardaron más de media hora en empezar a cotizar, ya con descensos de más del 10%. La caída de la jornada ha tirado por tierra casi la totalidad de la subida registrada al calor de esta opa: desde el anuncio de las negociaciones hasta este lunes, la acción había se había revalorizado un 18% y había llegado a tocar los 25 euros. Ahora está en 21,14 euros, prácticamente igual que los 20,82 euros a los que cotizaba el 15 de abril, cuando Criteria confirmó las conversaciones. Y muy lejos de los 27 euros que se barajaron como posible precio de la ahora abortada opa. El volumen de negocio, más de 800.000 acciones, más que duplicó el del viernes.

Las conversaciones se conocieron a mediados de abril, cuando Taqa, un grupo de Abu Dabi prácticamente desconocido en España, reconoció que mantenía contactos con GIP y CVC, los dos mayores fondos accionistas de Naturgy para comprarles su parte. Un día antes, Criteria había admitido que negociaba con un inversor para lograr un pacto que le permitiera mantener un control conjunto de la gasista. Al superar el límite del 30% de las acciones entre los dos, tendrían que haber lanzado una opa por el 100% de la compañía. Esto es, ofrecer a todos los accionistas comprarles sus títulos a un mismo precio. El Gobierno fue informado de la operación que, en principio, vio con buenos ojos. La transacción, sin embargo, ha muerto antes de nacer.

El principal desencuentro ha sido, según varias fuentes, la diferencia “insalvable” sobre el precio de la compañía entre el comprador y los vendedores, especialmente CVC, “que llegó a tensar demasiado la cuerda hasta un peligroso regateo con el grupo emiratí”. Este, finalmente, rompió la negociación el pasado fin de semana. Las mismas fuentes aseguran que CVC se mantuvo en un precio de 27 euros por acción, lo que suponía una valoración de Naturgy “insostenible” para el comprador.

Estos lodos vienen de polvos ya antiguos. GIP y CVC entraron en el capital de la gasista entre 2016 y 2018, en sustitución de Repsol. Estos actores del mercado no funcionan como un inversor al uso: en un periodo de cinco o siete años, como el que ya ha pasado, suelen salirse de las compañías con sus plusvalías bajo el brazo. Esto, sin embargo, no ha ocurrido. Y no será por falta de intentos: en 2021, un nuevo actor irrumpe en la gasista: el fondo australiano IFM lanza una opa sobre casi el 23% del capital y Criteria, máximo accionista, se pone a comprar acciones para compensar su posición. Todo ello en detrimento del capital flotante (las acciones disponibles en Bolsa) de la compañía, y a despecho de su cotización.

A partir de aquí comienzan los diversos planes para desbloquear el accionariado de la gasista: unos días antes de que Vladímir Putin pusiese patas arriba el mercado energético europeo con la invasión de Ucrania, Naturgy lanzó el imaginativo plan Géminis, con el que pretendía escindir la compañía en dos, una que abarcase los negocios regulados y otra, los liberalizados. La idea era que los fondos se quedasen con los últimos, y pudiesen darles una salida fácil, mientras que Criteria se quedaba, con el visto bueno del Gobierno, con el sensible negocio regulado. La operación nació muerta y el Ejecutivo le dio la puntilla.

Dos años después, la opa de Taqa y Criteria (que es el máximo accionista de la gasista) era el último intento de salida al bloqueo accionarial, que vuelve ahora a la casilla de salida. “Criteria seguirá buscando nuevas opciones y es posible que pueda aparecer otro grupo interesado, pero hasta que esto ocurra el precio podría verse negativamente afectado”, apuntan los analistas de Bankinter en su informe diario, donde cambian su recomendación de neutral a vender. Desde el banco consideran que la reacción negativa de este martes podría ser de entre un 5% y un 10%.

El fondo australiano IFM podría ser una de esas alternativas. No será sencillo: “Seguimos viendo difícil que IFM pueda solucionar la situación, ya que recientemente fueron los únicos que votaron en contra de las retribuciones de la directiva y claramente hay diferencia de visiones con Criteria”, apunta el analista de XTB Javier Cabrera: “Para que la operación se lleve a cabo, pensamos que CVC y GIP tendrán que relajar sus exigencias de precios e IFM tiene que asumir que Criteria debería tener un mayor control sobre Naturgy para contar con el beneplácito del Estado español”.

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