Valor a examen

IAG toma altura en Bolsa y apunta a una buena temporada estival

La capacidad de caja del grupo aeronáutico y su buena gestión de la deuda convencen a los analistas, que recomiendan mayoritariamente su compra

Aviones de Air Europa e Iberia en el aeropuerto Adolfo Suárez - Barajas de Madrid, en una imagen de archivo.SUSANA VERA (REUTERS)

International Airlines Group (IAG) comienza a ganar altura en Bolsa. El conglomerado aéreo dueño de British Airways, Iberia o Vueling, muy castigado —como todos los valores relacionados con el turismo— por la pandemia, gana tracción en resultados (y en los parqués): en lo que va de año, sube casi un 16% y, aunque sus cuentas del primer trimestre reflejaron pérdidas de cuatro millones, están lejos de los números rojos de 87 millones a marzo del año pasado. Los analistas valoran con optimismo el...

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International Airlines Group (IAG) comienza a ganar altura en Bolsa. El conglomerado aéreo dueño de British Airways, Iberia o Vueling, muy castigado —como todos los valores relacionados con el turismo— por la pandemia, gana tracción en resultados (y en los parqués): en lo que va de año, sube casi un 16% y, aunque sus cuentas del primer trimestre reflejaron pérdidas de cuatro millones, están lejos de los números rojos de 87 millones a marzo del año pasado. Los analistas valoran con optimismo el rendimiento del conglomerado, cuyas esperanzas pasan ahora por una buena temporada veraniega.

“La fuerte demanda de viajes ha contribuido a lograr un muy buen trimestre y estamos bien posicionados para el verano”, señala la compañía en el informe de resultados que remitió a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el 10 de mayo. Su resultado estuvo impulsado, en buena medida, por el buen rendimiento Iberia y British Airways. Para los analistas de Barclays, las buenas sensaciones están justificadas, y vienen dadas por la mejora de flujo de caja y de su capacidad de gestión de costes (y, con ella, su rentabilidad). En 2023, ganó 2.655 millones de euros.

A pesar de las pérdidas netas hasta marzo, el primer trimestre del conglomerado aéreo superó sobradamente las expectativas de los mercados en todas las líneas de la cuenta de resultados: su beneficio operativo (68 millones de euros), por ejemplo, batió con creces los 48 millones que esperaba el consenso de los analistas. También lo hicieron la capacidad y la ocupación, reflejos ambas de una fuerte demanda. Y así apunta a mantenerse de cara al verano.

Los informes de los bancos de inversión muestran un optimismo generalizado sobre las perspectivas de IAG, fundamentado principalmente en la recuperación de la demanda de viajes, la fuerte generación de flujo de caja libre y la reducción del apalancamiento financiero de la compañía. Este último es un punto clave: IAG cerró el primer trimestre con una deuda neta de 7.438 millones, 1.800 millones menos que hace un año. Esta semana, la firma de rating Moody’s mejoró las calificaciones senior no garantizadas de la compañía a “grado de inversión”, por su “prudente política financiera” y una “excelente liquidez”.

Otro factor no menor para los inversores es el más que probable retorno de la política de remuneración de los accionistas. El próximo 26 de junio se reúne la junta, donde se espera no solo que vuelva el reparto de dividendo, sino que se dé luz verde al consejo para adquirir acciones propias de la sociedad. “Vemos margen para reanudar este año los retornos en efectivo a los accionistas, lo que será un catalizador para que las acciones sigan revalorizándose”, apuntan desde Goldman Sachs.

La compañía, que cotiza tanto en Reino Unido como en España, prácticamente ha doblado su valor desde los mínimos que marcó en septiembre de 2022. Eso sí: la acción no ha sido capaz todavía de recuperarse del zarpazo que supuso la pandemia al sector. En los últimos cinco años, se deja más de un 45% de su valor. El consenso de analistas recopilado por Bloomberg refleja un valor con potencial alcista: más del 70% de los analistas consultados recomiendan comprar acciones del grupo, mientras que el 19% recomienda mantener las posiciones. Solo uno de los analistas recomienda su venta. El precio objetivo de la acción se sitúa en los 2,59 euros. Esto es, un potencial de retorno del 24% a un año vista.

Este optimismo no está exento, sin embargo, de riesgos. Primero, los propios del sector, como la volatilidad del combustible o (muy ligada a esta) una escalada bélica en Oriente Próximo: el primer día de cotización después del ataque de Hamás a Israel, sus acciones cayeron más de un 6%. Más propios del grupo son su apalancamiento o las tensiones laborales que tiene en varias de sus aerolíneas, de las que advierten los analistas de Barclays: sumida en unas negociaciones infructuosas por el convenio de su personal de tierra, Vueling afronta huelgas en Francia esta semana. Ya fueron a la huelga en España, donde el personal de tierra de Iberia también protagoniza parones. La situación es similar en Aer Lingus, su filial irlandesa.

La fusión de Air Europa, en el aire

Mención aparte merece la adquisición de Air Europa por parte del conglomerado, que sigue aún en el aire. Un primer intento, en noviembre de 2019, fue truncado por la pandemia del coronavirus. Y el segundo, cerrado en febrero de 2023, está en manos de las autoridades de competencia europeas.

En febrero del año pasado, IAG se hacía con el 80% de Air Europa por 400 millones de euros, tras haber abonado 100 millones en agosto de 2022 por el otro 20% de la aerolínea de la familia Hidalgo.

La Comisión cree que la operación puede disminuir la competencia en el mercado español, lo que ha llevado al grupo a ceder rutas a Ryanair y a otras cinco aerolíneas. En su informe sobre el valor, los analistas de Barclays señalan a la operación como uno de los principales focos de incertidumbre acerca de la compañía.


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