Grifols y su montaña rusa: rebota en Bolsa, da más explicaciones y atrae a nuevos bajistas

La empresa se ve obligada a matizar ante la CNMV sus previsiones para 2024 y logra recuperar parte de lo perdido con una subida del 18%

Sede de Grifols en Barcelona.David Zorrakino (Europa Press / Getty Images)

Grifols continúa con su particular montaña rusa bursátil y se afana en dar explicaciones. La compañía de hemoderivados cerró este viernes en Bolsa con una subida del 18%, una evolución que contrasta con el desplome del 35% sufrido el jueves, cuando la empresa presentó las cuentas de 2023. El compromiso, no menor...

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Grifols continúa con su particular montaña rusa bursátil y se afana en dar explicaciones. La compañía de hemoderivados cerró este viernes en Bolsa con una subida del 18%, una evolución que contrasta con el desplome del 35% sufrido el jueves, cuando la empresa presentó las cuentas de 2023. El compromiso, no menor después de que el mes pasado el fondo bajista Gotham City Research pusiera en duda la fiabilidad de sus cifras, terminó con más pena que gloria, al punto que la firma tuvo que poner toda la carne en el asador desde primera hora de la mañana para frenar la sangría y tranquilizar a los inversores.

Lo hizo a través de hechos relevantes remitidos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores -hasta tres en cinco horas-, y sobre los asuntos más espinosos que quedaron entre tinieblas en el día anterior: el acuerdo de venta de Shanghai RAAS a la china Haier; sus previsiones de flujo de caja para 2024 y los dividendos abonados a Scranton, sociedad ligada a la familia fundadora y en el foco de los analistas desde que se inició la crisis. Al final, el esfuerzo encontró eco en los inversores, al punto de permitir al grupo recuperar parte del paso perdido apenas horas antes.

El hecho de que Grifols presentara unas cuentas no auditadas y sin firmar por el conjunto del consejo despertó graves recelos en el mercado el jueves, que se agudizaron a medida que avanzaba la sesión. La conferencia con analistas no ayudó a despejar dudas. Al contrario, los expertos destacaron el flujo de caja negativo y se agudizó la caída de la acción, coincidiendo con la apertura de los mercados en Estados Unidos. Los analistas esperaban un flujo positivo de entre 300 y 400 millones, mientras que la compañía dejó esa cifra en un guarismo cercano a cero. En la comunicación del viernes a la CNMV, Grifols concretó al menos sus previsiones, con una expectativa de cash-flow de cinco millones en 2024. Explicó el desfase por la inversión en centros de plasma en EE UU, anunciada el año pasado de la mano de Inmmunotek, y de los costes de reestructuración y transacción por su “plan de mejora operativa”.

En su segunda comunicación de este viernes, la empresa informó de la finalización del periodo de auditoría o due diligence para la venta del 20% de la firma china Shanghai RAAS al grupo Haier, una operación de 1.600 millones clave para la reducción de deuda. Según la comunicación remitida a la CNMV, solo resta la obtención de las aprobaciones regulatorias para el cierre de la venta. Grifols prevé usar esos 1.600 millones, junto a lo obtenido por la venta de otros negocios, para repagar los bonos que vencen este año y facilitar un acuerdo de refinanciación con la banca. La empresa tiene una deuda de 9.000 millones de euros.

Finalmente, Gotham acusó a Grifols de derivar flujo de caja a Scranton, y apuntó a dos sociedades, BPC Plasma y Haema, compradas por 530 millones de dólares. Meses después de adquirirlas, Grifols las vendió a Scranton por el mismo precio, y le traspasó la deuda, aunque siguió contabilizando los activos en su balance. Ayer la empresa comunicó que BPC abonó un dividendo de 266 millones a Scranton, si bien matizó que la operación no implicó movimientos de caja. Este viernes, en su tercer hecho relevante de la mañana, Grifols insistió en que “no ha habido una distribución de dividendos con salida de caja a su accionista significativo Scranton Enterprises, ni a ninguna de sus filiales”.

Quienes intentaron aprovechar el río revuelto fueron los inversores bajistas, que volvieron a la carga en Grifols durante la jornada. Así, Qube Research & Technologies elevó su posición corta hasta el 1,62% del capital, la mayor cota de la serie histórica registrada en la CNMV. El pasado 23 de febrero, la gestora había comunicado una presencia bajista por el 1,32% del capital de la empresa. A su vez, Millennium International Management LP volvió a figurar en el registro de los inversores bajistas en Grifols, con un 0,5% del capital, y WorldQuant LLC actualizó su cuota bajista en la farmacéutica, situada en este momento en el 0,49% del capital de Grifols.

Grifols señaló, en relación a las cuentas presentadas sin auditar, que prevé tener el informe de KPMG antes del próximo 8 de marzo. Los tres hechos relevantes lanzados ayer buscaron apaciguar a los mercados a la espera de que la documentación -y la investigación de la CNMV- den y quiten razones. Cuestión de tiempo.

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