El fenómeno Nvidia continúa: entra en el club de los dos billones de dólares y acecha a Microsoft y Apple
El gigante de los chips de inteligencia artificial prolonga su buen momento bursátil tras unos resultados espectaculares
La resaca de los resultados de Nvidia no deja de generar noticias que ayudan a hacerse una idea del monumental tamaño que está alcanzando la compañía. Si este jueves el gigante de los chips de inteligencia artificial (IA) logró el mayor aumento de valor en Bolsa conseguido por una empresa en un solo día, superando el récord de 204.500 millones de dólares que marcó Meta hace unas semanas, este viernes ha sobrepasado otra frontera al alcance de...
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La resaca de los resultados de Nvidia no deja de generar noticias que ayudan a hacerse una idea del monumental tamaño que está alcanzando la compañía. Si este jueves el gigante de los chips de inteligencia artificial (IA) logró el mayor aumento de valor en Bolsa conseguido por una empresa en un solo día, superando el récord de 204.500 millones de dólares que marcó Meta hace unas semanas, este viernes ha sobrepasado otra frontera al alcance de muy pocos. La capitalización bursátil de la firma ha rebasado durante la jornada los dos billones de dólares, algo que solo han conseguido Microsoft (3,08 billones), Apple (2,85) y la petrolera Saudi Aramco (2,06), las tres empresas que la separan del trono global, tras haber adelantado este mes a Amazon y Alphabet.
La presentación de sus cuentas de 2023 ha supuesto un revulsivo para la cotización, con una subida del 16,40% el jueves, y más de un 4% de avance extra en la apertura de mercado de este viernes, hasta los 823 dólares, aunque el repunte perdió algo de fuerza conforme avanzaba la jornada. Esa evolución ha acallado temporalmente las voces que advertían de que el bum de la inteligencia artificial tal vez estaba llevando las valoraciones demasiado lejos, hasta niveles compatibles con una burbuja. Las principales casas de análisis desechan ahora ese escenario: el precio objetivo de consenso para Nvidia es de 852,96 dólares, lo cual le otorga todavía algo de recorrido al alza. Incluso hay quienes se aventuran más allá y vaticinan que el margen de subida de la acción todavía es amplio, hasta el doble del precio actual, al tratarse de una tecnología incipiente cuya implantación tiene un largo recorrido por delante.
Esa discusión, la que enfrenta a quienes creen que el mercado se está pasando de frenada con la IA, y quienes opinan lo contrario, está llamada a marcar el debate. David Rainville, gestor de fondos en Sycomore AM, parte del ecosistema de Generali Investments, está entre los optimistas. “Si pensamos en el entusiasmo que suscita la IA, es posible que con el tiempo se forme una burbuja, pero creemos que solo estamos en sus inicios. Por ejemplo, Nvidia, que es la empresa más vinculada a las inversiones en IA, cotiza a menos de 30 veces el beneficio por acción (BPA) de consenso para 2025. Para ponerlo en perspectiva, en el punto álgido de la burbuja del Covid, las acciones de Nvidia cotizaban más cerca de 60 veces el BPA previsto”.
Es decir, hay que evitar asociar el concepto de acción cara con el hecho de que se haya revalorizado con fuerza, porque no siempre van de la mano, especialmente en casos como el de Nvidia, en el que las previsiones de ingresos y beneficios futuros se han multiplicado gracias al floreciente negocio de la IA generativa, hasta convertirla en una compañía totalmente diferente de la que era hace solo unos años.
Eso no implica que no haya riesgos sobre la mesa. Los analistas de Citi mencionan varios. Una mayor competencia en el sector de videojuegos podría hacerle perder cuota de mercado. Una adopción más lenta de lo esperado de la IA generativa puede generar menores ventas de centros de datos. Y también podría afectarle un peor comportamiento de la criptominería o del mercado del automóvil, al que suministra chips.
Otro obstáculo que la tecnológica está tratando de sortear es el de las restricciones a las exportaciones de chips a China impuestas por EE UU, que ya está golpeando el crecimiento de su negocio en el gigante asiático. El día de la presentación de resultados, el consejero delegado, Jensen Huan, explicó que están probando con sus clientes dos nuevos chips de IA elaborados específicamente para que puedan ser vendidos en el mercado chino sin incumplir las directrices de la Casa Blanca.
Mientras tanto, los espectaculares aumentos anuales de ingresos (126%, hasta los 60.922 millones de dólares) y beneficios (581%, hasta los 29.760 millones), le han servido para recibir un aluvión de mejoras de precio objetivo por parte de los analistas que cubren el valor. 60 de ellos recomiendan comprar sus títulos. Y seis mantenerlos. Hay casos como los de Baird (1.050 dólares) y Bernstein (1.000 dólares) que desbordan el precio de consenso. Y otras más conservadoras, como Jefferies (780 dólares) y Deutsche Bank (720 dólares), pese a que esta última ha elevado su precio objetivo desde los 560 dólares anteriores. En un término medio están HSBC (880 dólares), Goldman Sachs (875), JP Morgan (850) y Citi (820).
Pesadilla para los bajistas
Lo que es música para los oídos de los accionistas de Nvidia, es sin embargo una pesadilla para otros inversores. Los fondos de cobertura o hedge funds que realizan apuestas a la baja sobre el valor perdieron este jueves unos 3.000 millones de euros, según un análisis de S3 Partners LLC, que tildó la situación de “pesadilla generada por IA”. Quienes comparten la tesis de que la IA ha desatado una fiebre especulativa irracional han convertido a Nvidia en objetivo para lucrarse con sus potenciales caídas: el fabricante de chips es el tercer valor con más posiciones cortas en Estados Unidos, con 18.300 millones de dólares, según S3. Cierto es que algunos inversores alcistas optan por cubrir parte del riesgo de una eventual corrección en su inversión con apuestas a corto.
La jugada, por ahora, les está saliendo mal. “Los vendedores en corto probablemente esperarán un poco para buscar puntos de salida más favorables”, señala en una nota Ihor Dusaniwsky, director gerente de análisis predictivo de S3. Los semiconductores son precisamente el sector donde peor les está yendo a los bajistas este año, con unas pérdidas de 7.200 millones de dólares solo en febrero.
Los sorprendentes resultados de Nvidia, y su consiguiente bonanza bursátil también ha servido para que muchos vuelvan a acordarse de Catherine Wood. La fundadora de Ark Invest fue una pionera en detectar el potencial de la inteligencia artificial, y durante un tiempo apostó por invertir en Nvidia, pero a comienzos de 2023 ya se había deshecho de la mayoría de sus acciones en la empresa, con lo que se ha perdido uno de los rallys más asombrosos de la historia de la Bolsa estadounidense. Nvidia, con sus dos billones de dólares de capitalización, vale hoy, por sí sola, más que todo el índice Dax alemán con las 40 mayores empresas del país.
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