La exnovia de BankMan-Fried afirma en el juicio de FTX que el acusado le ordenó estafar a los clientes de la plataforma
En calidad de testigo clave en el caso, Caroline Ellison ha admitido que la plataforma de intercambio de criptomonedas caída desvió alrededor de 14.000 millones de dólares
El escándalo de FTX, plataforma de intercambio de criptomonedas que colapsó en 2022, sacudió hasta los cimientos el mundo de los criptoactivos. Llegando a haber alcanzado una valoración de 32.000 millones de euros, el que fuera el tercer mayor exchange de criptomonedas del mundo, contaba con más de un millón de clientes en el momento en el que afloraron las sospechas que terminaron por llevar a la firma al colapso. Fruto de las acusaciones de fraude y de haber desviado el dinero de los usuarios de la plataforma de forma ilícita, Sam BankMan-Fried, CEO y cofundador de FTX, afronta todavía un proceso judicial que este martes y miércoles ha entrado en una fase clave. Caroline Ellison, la que fuera novia de BankMan-Fried y co consejera delegada de Alameda Research, la compañía mediante la cuál se desviaron fondos de los clientes de FTX, ha testificado ante el tribunal que BankMan-Fried le ordenó cometer delitos entre los que se encontraba el anteriormente aludido desvío de capitales.
En concreto, Ellison, que alcanzó un acuerdo con la Justicia para declararse culpable de siete cargos y así ver reducida su pena, testificó el martes durante el juicio celebrado en Nueva York que siguiendo las directrices de BankMan-Fried sustrajeron “alrededor de 14.000 millones” de dólares de los clientes de la plafatorma de intercambio de criptomonedas antes de que colapsara el año pasado.
“Él (refiriéndose a BankMan-Fried) fue quien ideó los sistemas que permitieron que Alameda obtuviera el dinero de los clientes y él fue el que nos dio las órdenes de coger ese dinero para pagar nuestros préstamos”, aseguró Ellison en la primera sesión. Este miércoles, Ellison ha proseguido su comparecencia, afirmando que llegó a falsificar las cuentas de Alameda Research, nuevamente, según su versión, por orden de BankMan-Fried, con el objetivo de seguir accediendo a una línea de crédito.
En su acusación, la fiscalía explica que el dinero se sustrajo no solo para afrontar las deudas que contraía Alameda, sino que también se destinaba a inversiones de alto riesgo y a la compra de artículos de lujo como mansiones.
“BankMan-Fried creía que la única norma moral válida era hacer lo que fuera necesario para maximizar el beneficio”, sostuvo Ellison en un momento dado describiendo la personalidad de su expareja.
FTX comenzó a resquebrajarse en noviembre de 2022, cuando un artículo de prensa denunció los desvíos de fondos entre FTX y Alameda Research, la rama de inversiones en criptomonedas de la empresa. En el artículo se apuntaba que los fondos de algunos clientes de FTX fueron usados, sin su conocimiento, para financiar a Alameda y realizar inversiones arriesgadas.
El pánico se desató de inmediato. Inversores particulares y socios comerciales corrieron a recuperar su dinero, al punto que FTX se hundió y se declaró en quiebra. Cuando el polvo se asentó, faltaban unos 8.700 millones de dólares, según el administrador que gestionó la liquidación.
Tanto Ellison como BankMan-Fried, y también otros ejecutivos de FTX, vivían en un complejo de apartamentos de lujo en las Bahamas hasta que Bankman-Fried fue arrestado y extraditado a Estados Unidos a finales del año pasado.
El joven de 31 años, acusado de fraude y conspiración criminal, cargos que de ser condenado podrían valerle décadas en prisión, siempre ha asegurado que actuó de “buena fe”.
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