El Banco de Japón reactiva los estímulos para contener el rally de la deuda

El banco central nipón ha anunciado una operación de compra adicional de bonos con la deuda a 10 años en máximos de una década

Varios viandantes reflejados en una pantalla con información bursátil en Tokio (Japón).FRANCK ROBICHON (efe)

Los bonos han sido los protagonistas de las últimas semanas con repuntes de las rentabilidades que alcanzaron niveles de hace una década, tanto en Estados Unidos como España y Alemania. Este lunes los mercados han puesto su mirada también en Japón, donde el banco central nipón ha anunciado un plan adicional de compra de bonos que se hará efectivo este miércoles, según Bloomberg, para frenar el alza de los rendimientos. El Banco de Japón comprará deuda a cinco y 10 años después de que las rentabilidades alcanzaran su nivel más alto desde 2013. El rendimientos del bono con vencimiento en 2033 subió al 0,777% este lunes, a niveles de 2013 mientras el de la deuda a 20 años se sitúa en el 1,519%, replicando los niveles de 2014, y los bonos a 30 años también revalidan los máximos de 2013, situándose en el 1,767%. La compra de deuda por parte del banco sería la cuarta desde finales de julio.

La perspectiva de que el banco central pondrá fin a su tasa de interés negativa -el tipo de interés de referencia está en el -0,1%- ha generado cierta volatilidad en el mercado de deuda, disparando sus retornos. Japón, un país que vive desde hace décadas en un bajo crecimiento y sin inflación, está sufriendo este año un incremento generalizado de los precios que ha elevado la inflación hasta el 3,3%. Joaquín Robles, analista de XTB, explica que los rendimientos de los bonos japoneses se encuentran en máximos de la última década después de que el BoJ elevara el tope de los rendimiento en la deuda a 10 años hasta el 1%. “Desde hace semanas que están llevando a cabo un control de la curva de rendimientos con una mayor flexibilidad, permitiendo que los intereses se muevan dentro del rango establecido. Hoy han superado el 0,77% tras publicarse las actas de la última reunión y en las que muchos inversores empiezan a descontar que el final de las tasas en negativo está cada vez más cerca”, confirma el experto.

Naoya Hasegawa, estratega senior de bonos en Okasan Securities Co, dijo a Bloomberg que espera que la cantidad de compras de bonos a cinco y 10 años sea de 675.000 millones de yenes (4.280 millones de euros), la misma cantidad que se registró en la última operación de este tipo.

Ante este escenario, la posibilidad de inminentes subidas de tipos, que se insinuó en la reunión del banco central en septiembre para devolver la inflación al objetivo del 2%, ha presionado al alza la rentabilidad de los bonos japoneses. El mercado otorga solo el 3,5% de probabilidades de que se eleven los tipos en octubre, un porcentaje que sube al 18% en vista de la reunión de diciembre, y hasta el 47,8% en enero. Sin embargo, el gobernador del BoJ, Kazuo Ueda, afirmó el sábado que la entidad aún tiene “un largo camino por recorrer” antes de cambiar su política monetaria ultralaxa.

El anuncio de las máximas autoridades bancarias del país ha provocado también una ligera depreciación del yen, que cotizó en mínimos desde octubre del año pasado. Según Masayuki Koguchi, director ejecutivo de gestión de fondos en Mitsubishi UFJ Asset Management Co entrevistado por Bloomberg, ha afirmado que “las operaciones adicionales podrían acelerar la debilidad del yen al evitar que los rendimientos de la deuda suban. Eventualmente, será imposible continuar con estas operaciones”.

Para Robles, el principal factor que podría desencadenar una subida en los tipos de interés es precisamente un mayor debilitamiento de su moneda. Vikram Aggarwarl, gestor de inversiones en el equipo de renta fija de Jupiter AM, coincide con esta lectura y añade que el yen es la moneda de los países desarrollados más subvaluada en este momento. “El panorama para la divisa es asimétrico: si el BoJ endurece aún más su política, es probable que esto conduzca a un fortalecimiento del yen. Alternativamente, si la fortaleza económica se desvanece, es probable que observemos un flujo de capital hacia activos considerados como refugio seguro, lo que también llevaría a un fortalecimiento del yen”, concluye.

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