Ciryl de Vanssay (Lonvia Capital): “En nuestra cartera hay empresas que han multiplicado por 20 su ebitda”

El experto defiende que en Europa hay claras opciones de inversión en pequeñas empresas con perfil tecnológico frente a Estados Unidos. Por el momento descarta los valores españoles

Cyril de Vanssay, director adjunto de Inversiones de Lonvia.Pablo Monge Fernandez

Hace tres años entró en escena en España Lonvia Capital, una gestora independiente francesa centrada en pequeñas y medianas empresas europeas. Cyril de ­Vanssay (Francia, 1987), cofundador y director adjunto de inversiones, explica cómo escogen sus apuestas para asegurarse un caballo ganador a largo plazo. Como parte de su estrategia, evitan tener acciones en banca y ladrillo. Con un total de 350 millones de euros bajo gestión, su fondo estrella, el Lonvia Avenir Mid-Cap Europe, renta el 13% en el año.

¿Cuál es su visión actual del mercado? ¿Aconseja asumir riesgos?

Es difícil tener una certeza. Los últimos tres años han sido muy inu­suales. Por un lado, ha habido tasas de interés negativas o muy bajas que han posibilitado ganancias de hasta el 50%. Esto permitió unas valoraciones de las empresas muy altas en 2021. Al año siguiente, el aumento masivo de los tipos provocó un shock en las empresas. Aunque las compañías en las que invertimos crecieron un 15% en ese año, el precio de sus acciones cayó. Actualmente, creemos que hay una vuelta a la normalidad en la que las empresas que ofrecen un buen rendimiento operativo también ven un repunte en sus acciones. No sorprende que caigan los títulos de aquellas con un mal desempeño.

En este contexto, ¿cree que es mejor invertir en sectores defensivos como el de salud?

Nosotros no asignamos nuestra cartera según el sector, sino que buscamos pequeñas y medianas empresas que cuenten con un alto nivel de innovación y que operen en un mercado en crecimiento. La vida es más fácil así. Además, nunca invertimos en lo que llamamos “acciones conceptuales”, sino que buscamos tecnología comprobada y un modelo de negocio robusto que reinvierta las ganancias para hacer crecer la compañía. En cuanto al sector salud, nosotros no invertimos propiamente en atención médica, sino en tecnología médica.

¿Cuál es su percepción sobre la salud financiera de las compañías europeas?

Si partimos del hecho de que Lonvia solo invierte en empresas europeas, diría que en general es positivo, pero no me atrevo a asegurarlo. De lo que sí puedo hablar es de nuestra cartera. Dos tercios de nuestras compañías tienen más fondos que deuda y el resto tiene un nivel de deuda tan bajo que en ningún caso supone un riesgo. Esto garantiza que sobrevivan incluso en momentos de debilidad económica. Por otra parte, sabemos que algunos competidores están en una mala situación, y nuestras empresas pueden usar su liquidez para adquirirlas. Ya lo hemos visto durante la pandemia con Surgical Science, una empresa sueca que absorbió a una compañía que en ese momento era cuatro veces más grande. También ocurrió con la francesa Elektra, que se dedica al desarrollo de un software para la recarga de los coches eléctricos.

Las empresas que menciona tienen una alta carga tecnológica. ¿Qué ventajas tiene invertir en estas pequeñas firmas respecto a las grandes?

La mayor ventaja es su enorme capacidad de crecimiento. Si inviertes en una empresa con una capitalización de más de 700.000 millones de dólares, como Tesla, por supuesto que es una buena empresa. Estaría feliz de ser su dueño, pero duplicar su tamaño resulta una misión titánica. En cambio, es realmente factible con una empresa de 1.000, 3.000 o 10.000 millones. Nosotros tenemos en nuestra cartera sociedades que en una década han multiplicado por 20 su ebitda. En efecto, hay que tener cuidado al elegir empresas de mediana y pequeña capitalización, porque no todas ofrecen resultados seguros. Pero si buscas una buena compañía, con una correcta gestión y producto, el crecimiento que tendrás es mucho más alto que con una megacap.

¿Hay algo que Europa ofrezca en este terreno que la haga más atractiva respecto a EE UU?

Europa es el lugar para estar en términos de innovación. Al ser un mercado pequeño, las empresas tienen que encontrar un producto o un servicio que sea necesario en cualquier lado. Eso no ocurre en Estados Unidos, pues su mercado interno es lo suficientemente grande como para generar grandes ingresos. Quizá las empresas europeas no son tan famosas como los gigantes estadounidenses, pero cuando miras sus balances son realmente sorprendentes. Tenemos un gran ecosistema en los sectores automotriz, aeronáutico o farmacéutico, que conectan con una gran cantidad de pequeñas y medianas empresas de la región. Somos un continente educado, no en vano muchos empresarios americanos vienen a estudiar aquí; hay gente inteligente haciendo grandes cosas y creo sinceramente que lo único que hace mejor Estados Unidos es en términos de comunicación.

¿Ve en España algún valor interesante o alguna oportunidad futura?

Lamentablemente, en este momento no tenemos ninguna empresa española en nuestra lista de observación para incorporarla a la cartera. Si lo pienso dos veces, tal vez una, pero es una etapa demasiado temprana para hablar de ello. En cualquier caso, nunca asignamos nuestras inversiones por país o sector, lo que intentamos es encontrar una empresa única capaz de crecer año tras año.

¿Qué impide que España cuente con este tipo de compañías?

Hay una cosa que los países nórdicos hacen muy bien, que es invertir mucho en I+D y en educación. Además, tienen un sistema financiero que apoya las inversiones a largo plazo. Son rasgos que encajan con nuestra filosofía de inversión. Además, el mercado sueco, por ejemplo, es bastante pequeño, así que debe pensar en un producto que sea bueno para otros países. En este punto debo ser cauto, pero quizá este sea un factor diferencial. Tal vez las firmas españolas, al tener un nicho más grande, no piensan en la internacionalización cuando se embarcan en su proyecto.

Los sectores inmobiliario y bancario no aparecen en su cartera, ¿por qué?

No invertimos en estos sectores porque están muy condicionados a los tipos de interés, y no tengo una bola de cristal para saber qué va a ocurrir en cinco o diez años. En general, tratamos de invertir en empresas que tengan poca dependencia a factores externos, como la evolución del precio de las materias primas.

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