Pérez-Llorca y el despacho mexicano González Calvillo cierran su integración
El proyecto ambiciona crear la práctica legal referente en México, para dar servicio a clientes a ambos lados del Atlántico, grandes multinacionales y ‘financial sponsors’, así como a otros despachos de abogados internacionales
Pérez-Llorca y González Calvillo han culminado su integración, anunciada el pasado mes de abril, tras el voto favorable de los socios de ambos despachos y de recibir las autorizaciones administrativas propias de este tipo de operaciones.
Con esta unión, Pérez-Llorca se convierte en una de las mayores prácticas legales de México con una plataforma inicial de 100 abogados y en torno a 160 profesionales repartidos en sus oficinas de Ciudad de México y Monterrey. Los socios de González Calvillo pasan a formar parte de la sociatura de Pérez-Llorca mediante la primera integración de dos firmas líderes en México y la Península Ibérica. Ambos despachos han trabajado juntos para clientes de todo el mundo durante los últimos 20 años, por lo que esta operación se produce tras una sólida relación.
Esta integración, aseguran desde la firma, nace con el fin de desarrollar la primera práctica legal en México, con una posición de referencia en grandes operaciones, financiamientos, litigios transnacionales y cuestiones regulatorias dando un servicio integral a clientes a ambos lados del Atlántico, grandes multinacionales y financial sponsors, así como a otros despachos de abogados internacionales. Para ello, se abordará una importante estrategia de inversión y se destinarán los recursos financieros necesarios para potenciar los equipos mexicanos y continuar con la expansión de la práctica.
De esta manera, la firma ofrecerá a nivel global el servicio jurídico en derecho español, portugués, europeo y mexicano desde sus oficinas de Barcelona, Bruselas, Ciudad de México, Lisboa, Londres, Madrid, Monterrey, Nueva York y Singapur en las que trabajarán cerca de 500 abogados y un total de 800 profesionales. Las ventas globales proforma de Pérez-Llorca en los últimos 12 meses, incluyendo la operación mexicana, se estiman en 160 millones de dólares.
México y España, además de ser las dos mayores economías hispanohablantes, están conectadas por unos fuertes lazos culturales y por un alto grado de integración entre sus comunidades empresariales, lo que convierte a este país en un mercado natural para que el despacho siga creciendo y desarrollándose.
“Pensamos que la sólida y sofisticada industria legal mexicana seguirá desarrollándose, creciendo y consolidándose en los próximos años, y creemos tener la disposición y la capacidad para contribuir de manera positiva y significativa a ese proceso”, ha afirmado Pedro Pérez-Llorca, socio director de Pérez-Llorca, tras el cierre de esta integración.
“La fusión con Pérez-Llorca nos convierte en la mayor firma hispanoamericana, lo que nos permitirá atender a nuestros clientes en ambos lados del Atlántico, así como dinamizar nuestra cercana relación con las firmas de abogados más importantes de Estados Unidos, Europa y América Latina”, señala Enrique González Calvillo, socio fundador de González Calvillo.
Según ha apuntado Rodrigo Rojas, socio del despacho, “nuestra integración representa un hito en el mercado legal mexicano y nos coloca en una posición única y sólida para ofrecer a nuestros clientes mexicanos y extranjeros servicios de asesoría legal de primer nivel a través de nuestras oficinas en el mundo”.
Por su parte, Iván Delgado, socio ejecutivo internacional de Pérez-Llorca, ha destacado que “esta unión nos hace más fuertes y más competitivos para afrontar los complejos retos de un mercado legal cada vez más internacionalizado donde las operaciones y disputas exceden las fronteras de sus países de origen”.
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