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En colaboración conLa Ley

El Registro, clave en las indemnizaciones de las viviendas engullidas por el volcán de La Palma

Lo ideal es que se legisle a quién corresponden ahora las fincas, explica Miguel Tabarés, vicedecano de los Registradores

Los ríos de lava fluyendo cerca de la localidad de Los Llanos, en la isla canaria de La Palma.
Los ríos de lava fluyendo cerca de la localidad de Los Llanos, en la isla canaria de La Palma. REUTERS

La hoja registral de las fincas que han sido engullidas por los ríos de lava del volcán de La Palma en erupción desde este domingo, será un elemento clave para aliviar la desgracia de los vecinos afectados. Aunque el fuego haya devorado las escrituras de sus viviendas, con el certificado de la propiedad podrán solicitar las compensaciones que se fijen en su momento.

En este sentido, el Colegio de Registradores ha anunciado hoy su colaboración con las autoridades y los damnificados que han perdido sus viviendas. Ofrecerán a todos aquellos titulares de fincas en la zona afectada una certificación registral gratuita a través de un procedimiento online. Un documento que allanará el camino para poder recuperar, en los términos que se determine por el legislador, parte de lo perdido.

La actividad volcánica en la isla canaria ha destruido al menos 183 viviendas, 200 infraestructuras y amenaza a medio millar de casas, aunque los expertos aún desconocen cual será la evolución en los próximos días. El Instituto Volcanológico de Canarias ha estimado que la erupción de Cumbre Vieja, que ya ha afectado 154,37 hectáreas, seguirá activa entre 24 y 84 días.

Cinco Días ha hablado con José Miguel Tabarés, vicedecano de los registradores, para aclarar en qué situación jurídica quedan las propiedades afectadas por los ríos de lava. Esta catástrofe va a generar un cambio en la realidad física del territorio que implicará una transformación en su configuración jurídica.

La primera fase, aclara Tabarés, será la de delimitación de la zona afectada e investigación de las propiedades que han sido sepultadas por la lava. La labor de los registradores será la de facilitar el certificado de las titularidades a estos vecinos. Sin embargo, aún habrá que esperar a que el volcán deje de arrojar fuego y se cuantifiquen los daños. “Hay que pensar que las fincas que existían han desaparecido en la práctica porque han sido ocupadas por el magma”, lamenta. Por otro lado, apunta, puede ser un daño irreversible “ya que el terreno no va a poder utilizarse en mucho tiempo”.

Certificado gratuito

¿Quiere decir esto que las hojas registrales se convierten, de hecho, en papel mojado? “No”, afirma el jurista. “No podemos cancelar directamente la historia registral de las fincas afectadas”, asegura. Esta situación solo se dará al final, cuando se haya determinado cómo proceder una vez que se haya regularizado la situación. En estos momentos, explica Tabarés, este documento “se convierte en un elemento clave para los vecinos”. Primero, porque con el certificado tendrán más fácil acceder a las compensaciones del seguro y ayudas públicas. Después, porque las fincas pueden estar gravadas con hipotecas y otras cargas que tendrán que regularizarse. Es decir, los bancos se cobrarán de las compensaciones que perciban los afectados, y, todo ello, deberá quedar reflejado en la inscripción de propiedad.

Precisamente la fase de compensación será la que se abra una vez que se haya delimitado cuántas fincas y terrenos privados han quedado sepultadas o damnificadas por el volcán. Los que no tuvieran la propiedad registrada deberán aportar otras pruebas para poder acceder a estas indemnizaciones.

La casuística puede ser amplia. Incluso es probable que existan construcciones ilegales o fincas con anexos (piscinas, cobertizos, etcétera). que no estuvieran registradas. “Las circunstancias van a ser muy variadas, pero el estándar va a ser que el folio será muy útil para determinar cómo hay que repartir el dinero”, afirma Tabarés. Además, el registro cuenta desde 2015 con una herramienta de geolocalización de fincas que será también una gran ayuda para las que están adaptadas a esta normativa.

Terreno público

La siguiente fase será la de dar una solución a las situaciones creadas por la catástrofe. En principio, apunta Tabarés, “lo ideal será que se regule por decreto ley o por ley”. En este sentido, el gobierno canario ya está pensando en propuestas como la de adjudicar a los perjudicados bienes equivalentes. “Como idea es buena, pero a lo mejor hay casos en los que no es posible”, opina el registrador. Otra opción sería la de aprobar unas compensaciones económicas.

Lo importante, señala el vicedecano, es que se regule. También para determinar en qué situación jurídica quedan los terrenos ocupados por la lava. Esto es, a quién corresponden. “A priori, lo más sensato es que pasen a ser de propiedad pública”, opina. No obstante, insiste, “habrá muchas particularidades”. Incluso fincas que no hayan sido afectadas , pero que queden incomunicadas.

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