Las ONG se enfrentan al reto del relevo generacional
Un informe de la Fundación Lealtad señala como una debilidad de las asociaciones y fundaciones la falta de jóvenes en los órganos de gobernanza
Fundación Lealtad, una organización sin ánimo de lucro cuyo fin es fomentar la confianza de la sociedad en las ONG, ha publicado un estudio en el que analiza los patronatos y juntas directivas de fundaciones y asociaciones. La principal conclusión del trabajo es que la gobernanza de las ONG españolas destaca por su transparencia, cualificación y compromiso, pero hay falta de relevo generacional.
Para llevar a cabo el informe, Fundación Lealtad ha contado con 248 ONG, de las que ha examinado sus cuentas anuales, actas de reuniones, planes de actuación, políticas internas e información publicada en sus webs. El total de las entidades estudiadas tienen un gasto total de 1.710 millones de euros.
Entre las fortalezas destacadas en el estudio se encuentra la transparencia, ya que todas las analizadas hace público quiénes son los miembros de sus órganos de gobierno. Con respecto a estos perfiles, el 77% tiene estudios superiores, el 49% son mujeres y solo el 3% recibe algún tipo de remuneración. A este respecto, en el informe se resalta la necesidad de disponer de tiempo para asumir las responsabilidades que conlleva pertenecer a estos órganos de gobierno. Así, en las asociaciones, el 60% de los miembros son jubilados, pensionistas o amas de casa, porcentaje que baja al 50% en las fundaciones.
En este punto se encuentra uno de los principales retos de las ONG españolas, la dificultad para encontrar relevo generacional en unos órganos de gobierno donde la edad media es de 61 años. Solo el 10% de los componentes tiene menos de 45 años. “Es importante que se incorporen más jóvenes, porque llegan con ideas y puntos de vista nuevos”, ha asegurado durante la presentación del informe Ana Benavides, directora general de Fundación Lealtad. Del mismo modo, Benavides ha hecho hincapié en la necesidad de que existan planes de sucesión dentro de las ONG.
Otra de las fortalezas de las entidades analizadas es el gran compromiso de las personas que están en los órganos de gobernanza, ya que se celebran una media de seis reuniones anuales. En el otro lado de la balanza se encuentra, en palabras de Benavides, “el muy bajo nivel de asistencia a las asambleas” de los socios. “Es un problema para el que las ONG deben buscar soluciones”, añade.
La Fundación Lealtad otorga el sello Dona con confianza, para que los ciudadanos tengan la seguridad de que la ONG a la que aportan dinero cumple con una serie de requisitos, por lo que en el estudio también se dan recomendaciones para evitar los posibles conflictos de intereses. “Es importante que haya políticas claras para tratar estos casos, como un código de buen gobierno”, ha explicado Benavides, quien también ha resaltado la necesidad de contar con personas independientes en los organismos de gestión, incluso establecer comités expertos que supervisen las decisiones. “Los conflictos de intereses pueden generar desconfianza en los donantes”, ha sostenido Benavides.
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