BBVA fía la evolución bursátil de 2025 a las políticas de Donald Trump

Espera que la Bolsa de EE UU se revalorice cerca del 10%

Joaquín García Huerga, director de estrategia global de BBVA Asset Management.

Con la llegada del Día de Acción de Gracias y el black friday llegan al sector de la gestión de activos las previsiones para el siguiente ejercicio. El encargado de abrir fuego en España ha sido el BBVA. Desde la entidad financiera, muestran cierto optimismo respecto a la evolución de las Bolsas, esperando una revalorización de la renta variable de Estados Unidos de cerca del 10%. Eso sí, advierten de que todo va a depender mucho de las políticas que empiecen a poner en marcha Donald Trump, cuando tome posesión de la presidencia en enero.

El encargado de comunicar estas estimacio...

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Con la llegada del Día de Acción de Gracias y el black friday llegan al sector de la gestión de activos las previsiones para el siguiente ejercicio. El encargado de abrir fuego en España ha sido el BBVA. Desde la entidad financiera, muestran cierto optimismo respecto a la evolución de las Bolsas, esperando una revalorización de la renta variable de Estados Unidos de cerca del 10%. Eso sí, advierten de que todo va a depender mucho de las políticas que empiecen a poner en marcha Donald Trump, cuando tome posesión de la presidencia en enero.

El encargado de comunicar estas estimaciones económica y financieras es Joaquín García-Huerga, director de estrategia de la gestora y la banca privada de BBVA. “La evolución de los mercados financieros ha sido muy positiva en el año que está terminando, pero creemos que la Bolsa aún tiene fundamentos para seguir dando buenas rentabilidades en 2025″.

Para este experto, el próximo ejercicio va a estar “muy marcado por la incertidumbre” pero considera que habrá “más margen para las sorpresas positivas que para las negativas”. La gran incógnita es cómo va a comportarse en futuro inquilino de la Casa Blanca.

Por una parte, la Administración Trump ha anunciado rebajas fiscales y una mayor desregulación, “lo que podría impulsar el crecimiento económico”, pero también quiere enzarzarse en una guerra arancelaria y en restricciones a la inmigración, “que pueden acabar dañando la economía”.

Con todo, las previsiones son buenas. Para las compañías que componen el índice S&P 500, desde BBVA calculan que puede haber una mejoría del beneficio por acción de más del 9%, lo que se traduciría en una revalorización similar de su cotización bursátil. En cambio, para Europa solo esperan una mejora del 5%, y en el caso del Ibex 35 sí que podría alcanzar el 8%.

Otra de las incógnitas de la vuelta al poder de Donald Trump es qué pasará con el bono estadounidense. Aunque la Reserva Federal (Fed) ha logrado embridar la inflación y ya ha iniciado las bajadas de tipos de interés. “Por un lado vemos que los precios el año que viene van a estar bastante controlados, y quedará su subida en el 2,4%, cerca del objetivo del de la Fed del 2%, pero por otro lado, hay riesgo de la puesta en marcha de políticas fiscales poco ortodoxas”, apunta García-Huerga.

Este experto menciona, sin nombrarlo, lo ocurrido con Reino Unido y la caída de su primera ministra Liz Truss, por anunciar unos recortes fiscales excesivos. “El mercado va a estar muy atento en si llega a haber unos desequilibrios presupuestarios excesivos en Estados Unidos y el canario en la mina será lo que pase con el bono americano a 10 años. Si se acerca a los niveles del 5%, frente al 4,3% actual, es que está saltando las señales de alerta”.

En cualquier caso, el escenario central de BBVA es que Estados Unidos siga bajando tipos, otros 100 puntos básicos en los 12 próximos meses. Tal vez podría ser algo menos si la inflación subyacente se muestra más pegajosa de lo esperado. En la eurozona, en cambio, esta inflación subyacente está más controlada, lo que deja más margen de bajadas de tipos al BCE.

Desde el banco, señalan como uno de los activos con más potencial la deuda soberana de países emergentes, especialmente de México. En deuda corporativa, prefieren las emisiones de compañías más sólidas, con el máximo grado de solvencia.

En cuanto a sectores, desde García-Huerga prefiere no pronunciarse “porque cada vez tiene menos sentido hacer este tipo de análisis de rentabilidad-riesgo según el tipo de industria”, aunque sí que recuerda que la inteligencia artificial va a mantener una importancia crucial en los próximos años, y que habrá compañías que se vean muy beneficiadas.


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