Umiles: drones españoles para entretener y rescatar personas
Pioneros en utilizar estas aeronaves para rodajes en España, hoy desde Madrid y Chile son referente internacional en espectáculos de luces y formación de pilotos
De filmar escenas de acción a ofrecer espectáculos de luces deslumbrantes, e incluso salvar vidas: los drones han pasado de ser un capricho tecnológico a convertirse en herramientas clave en sectores como el entretenimiento, la seguridad o la medicina. En esta revolución aérea, Umiles Group se ha consolidado como una de las empresas de referencia en Europa y Latinoamérica, tras casi dos décadas de trayectoria en un sector en constante evolución.
El origen de la compañía se remonta a 2005, cuando los hermanos Rafols, con amplia experiencia en cine, televisión y publicidad, diseñaron el primer dron para filmación profesional en España. Al mismo tiempo, cuenta Raúl Cortijo, actual director general, “un grupo de amigos y fans de los drones comenzó a experimentar con espectáculos de luces, como los que empezaban a verse en Asia”.
Años después, en 2016, el empresario y piloto Carlos Poveda “decidió unificar estos usos y formar una especie de conglomerado de empresas de servicios con vehículos aéreos no tripulados. Con un capital inicial en el que aportaron pequeñas sumas de sus ahorros, comenzó así esta start-up española que competiría más adelante con otras empresas internacionales”, explica.
El impulso definitivo llegó en 2021, con Grupo Ibérica, un holding familiar español que se quedó con una participación mayoritaria. Según Cortijo, “esto supuso una mayor capacidad de fabricación en nuestras propias instalaciones y el desarrollo de unidades para operaciones de rescate en entornos hostiles. Y nuestro principal hito, la fabricación de nuestras propias aeronaves para no depender de fabricantes en otros mercados”.
Esto ha supuesto la creación de una flota propia de 2.000 drones para espectáculos made in Spain, que les posicionó en 2023 como el segundo operador de shows de luces con vehículos no tripulados en Europa. Ahora trabajan en la tercera generación de sus aeronaves. “Buscamos la eficiencia de los materiales mediante el uso de fibra de carbono, impresión 3D y la inteligencia artificial”, apunta.
Hoy Umiles Group opera en siete líneas de negocio: espectáculos de luces con drones, formación de pilotos, filmación aérea, inspecciones técnicas, seguridad, emergencias y fabricación. “Hemos realizado operaciones en más de 15 países de cuatro continentes, abierto oficinas en Latinoamérica, participado en series como La Casa de Papel o Élite y hemos volado el primer show de luces con drones en Escandinavia”, detalla Cortijo.
Además, por los diferentes cursos para pilotos de Umiles University han pasado ya 400 alumnos, a lo que hay que sumar las formaciones específicas para cuerpos de seguridad del Estado o empresas de seguridad que utilizan sus aeronaves no tripuladas para intervenciones de rescate.
Esta posición referente en el mercado ha posibilitado que se hayan involucrado en proyectos tan diversos como el U-Space para la gestión de vuelos no tripulados en corredores aéreos en ciudades europeas, junto con las grandes empresas de la aeronáutica, o en el desarrollo de una nevera inteligente para el transporte por dron de materiales biológicos sensibles, lo que ayudará a salvar vidas con envíos de órganos para trasplantes entre hospitales en tiempo récord.
Innovación y expansión
Equipos. En su fábrica de Alcorcón (Madrid) desarrollan sus propios equipos, desde placas madre hasta estructuras más eficientes, que facilitan el vuelo en condiciones cada vez más exigentes, poniendo el enfoque en materiales, baterías o conexiones entre otros.
Latinoamérica. Desde la compañía hacen hincapié en su interés por innovar y estar a la vanguardia del sector no solo en Europa, sino también en Latinoamérica. De hecho, en 2023 nació Umiles Latinoamérica con sede en Santiago de Chile. El objetivo es seguir creciendo, especialmente en mercados próximos y en otros con gran potencial como Oriente Medio.
De piezas de helicóptero a diseños propios que llegan a 200 kilómetros por hora
“Cuando comenzamos, operábamos espectáculos con apenas 20 unidades”, recuerda Raúl Cortijo, director general de Umiles, “y hoy podemos gestionar hasta 1.000 simultáneamente”. En total, estiman volar más de 45.000 drones este año, es decir, casi el triple de los 16.000 operados el ejercicio pasado.
En el ámbito audiovisual, “hemos pasado de utilizar vehículos fabricados con piezas de helicópteros a diseñar internamente los nuestros propios, capaces de alcanzar velocidades de hasta 200 kilómetros por hora (km/h) manteniendo una estabilidad de imagen excepcional, lo que nos permite realizar capturas imposibles para operadores convencionales de filmación”, asegura.
Todo ello ha hecho que sus previsiones sean terminar el ejercicio 2025 con una facturación de unos cuatro millones de euros, un 30% más que en 2024, año en el que ya crecieron un 28%.
Por áreas de negocio, el 50% de la facturación de Umiles es atribuible a espectáculos de luces con drones, el 30% a su área de formación, un 10% a los trabajos de filmación y el resto a los otros servicios que desarrollan con una plantilla que suma 60 personas entre España y su sede en Chile.