Los empresarios riojanos piden un plan industrial, más conexiones y más agilidad burocrática

Los directivos de cuatro compañías reclaman no solo apostar económicamente por el vino y el turismo, sino también impulsar la actividad fabril y las tecnológicas

Alberto Calvo (Aresol Renovables), Francisco Achiaga (Grupo Ríos), Pedro Montenegro (Wurth) y Raúl Blanco (Ecotelia).Claudio Alvarez

En la necesidad de un programa e incentivos para aumentar el tejido industrial en La Rioja, para no apostar todo al vino y al Valle de la Lengua, insistieron los directivos de las compañías Ecotelia, Wurth, Aresol y Grupo Ríos, convocados por la SER Rioja y CincoDías.

Francisco Achiaga, presidente del Grupo Ríos, alabó las ayudas a la compra de vehículos, aprobadas recientemente por el Gobierno autonómico. Pedro Montenegro, director de logística de Wurt España, reclamó un plan industrial a largo plazo. Raúl Blanco, socio de Ecotelia, ahondó en la misma idea y solicitó más rapidez en los trámites de los incentivos. Por su parte, Alberto Calvo, director de comunicación de Aresol Renovables, pidió mejores conexiones.

Los empresarios destacaron que La Rioja tiene muchos elementos positivos como el clima, la calidad de vida, las bodegas, el patrimonio cultural y el paisaje, el compromiso de los trabajadores, el nivel sanitario y la universidad, que crea mil titulados cada año. Sobre sus desafíos, “el gran reto es el de las comunicaciones. Por tren, avión o por carretera no tenemos buenas comunicaciones”, insistió Francisco Achiaga, presidente del Grupo Ríos, compañía que cuenta con cinco concesionarios y vende un 25% de los vehículos de la región. “Las ciudades que más se han desarrollado son las que tienen buenas conexiones”, recalcaron el resto de invitados. “Se está decidiendo ahora el trazado del AVE del norte, no se debería dejar escapar esa oportunidad”, comentaron.

A nivel empresarial, Raúl Blanco, director de Ecotelia, especializada en servicios energéticos y perteneciente al grupo Sorigué, con más de 20 años de vida, destacó que “el tamaño de las empresas es uno de los grandes problemas ”. La Rioja tiene 3.700 empresas, pero solo el 0,7% factura más de 100 millones. Por encima de los 9,5 millones, el 7%. Recordó que “hace años había empresas tractoras como Zanussi o Tabacalera, también compañías auxiliares de la automoción, proveedores de General Motors o Volkswagen”. Hoy tan solo quedan varias compañías del sector del plástico.

Pedro Montenegro, director de logística de la compañía Wurth España, grupo familiar alemán que ha superado los 20.000 millones de facturación, con 88.000 trabajadores, de los que 2.800 están en España, echó en falta un “plan sobre cómo será La Rioja dentro de 20 años”. La compañía cerró el ejercicio con 430 millones de euros de venta en el país y 160 tiendas. Focalizados en suministro industrial, argumentó que no se debería de asentar todo en el turismo, es difícil sostener una economía cuando se reduce el tejido fabril. Sigue existiendo una potente industria agroalimentaria, además aseguró que hay “una oportunidad de crecer en el ámbito de la digitalización y de la mano de los fondos europeo”.

Blanco lamentó que cuando las empresas son de Logroño, la innovación se mantiene en la autonomía pero, cuando se venden a multinacionales, se convierten en centros de producción, las decisiones se toman desde la matriz y solo se busca la rentabilidad. Antes La Rioja no se asociaba solo al vino, había una industria fuerte del mueble, por ejemplo, en Nájera o el calzado de Arnedo. Parte de las fábricas de zapatos se han deslocalizado a China y a Marruecos.

Sobre los impuestos a las renovables, Alberto Calvo, director comunicación de Aresol Renovables, insistió en que “no se deberían poner palos a las ruedas cuando se camina hacia la descarbonización, sino apoyar la energía que evita la dependencia exterior”. Aresol es una promotora y gestora de parques solares y también tiene plantas de biomasa. Cuenta con uno en la zona de Bañares, con una inversión de casi 300 millones de euros. Destacó que su voluntad es “mantenerse alejado del paisaje del vino, por respeto a la comunidad”. “Estamos generando empleo en Bañares y Santo Domingo de la Calzada”, añadió.

Otro de los grandes desafíos es la falta de mano de obra de calidad. Convive el paro con la ausencia de trabajadores formados para los puestos disponibles. En esta materia señalan el esfuerzo de la Universidad de La Rioja y de la FP, desarrollada conjuntamente por los empresarios y sindicatos. Calvo recordó que ellos han creado un taller de formación profesional en Bañares. Montenegro avanzó que la automatización permitirá mantener fábricas con menos trabajadores.

También insistieron en la necesidad de que se agilicen los trámites y el cobro de ayudas. Las solicitudes presentadas en 2021, la mayoría no se han cobrado. “Los incentivos son importante como medio de tracción, pero más importante es cobrarlos a tiempo”, recalcó Blanco. Achiaga comentó que el apoyo del Ejecutivo riojano de 2.700 euros para la compra de coches ha sido un revulsivo y en un mes han vendido tantos vehículos como antes lo hacían en cuatro meses. Esta medida es importante para rejuvenecer el parque automovilístico riojano y mejorar la seguridad vial.

Finalmente, sobre la renta per cápita, concluyeron que “no se debería ser complaciente”, tradicionalmente en las estadísticas nacionales Baleares y La Rioja eran las comunidades con las rentas más altas. Ahora sorprende que Soria esté a la zaga. Esto solo se puede subsanar apostando por más industria.

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