Juan Antonio Guijarro (Veolia): “Necesitamos un paso adelante en la gobernanza de la gestión del agua”
El director de Water Solutions de Veolia España apuesta por que las admnistraciones homologuen sus criterios
Ha llovido mucho en los últimos meses, pero de nuevo han llegado los récords de temperaturas altas y el fantasma de la sequía siempre está presente en España. La gestión del agua, en un mundo acechado por el cambio climático, es uno de los mayores retos a los que se enfrentan las administraciones, y según Juan Antonio Guijarro, director de Water Solutions en Veolia España, todavía hay mucho por hacer. Guijarro ha analizado los desafíos del sector este miércoles en el Foro Creo 2025, la segunda edición de estas jornadas que organizan Cinco Días y Prisa Media. “Garantizar este recurso es una asignatura pendiente muy grande”, ha dicho Guijarro, quien ha apostado por mejorar la gobernanza y clarificar y homologar los criterios que usan las diferentes administraciones para la gestión del agua.
Veolia es una multinacional francesa que se dedica a la gestión del agua, la gestión de los residuos y a servicios energéticos. Su presencia en España es muy significativa: en 2020 lanzó una opa para hacerse con el negocio de Agbar y convirtió a esta empresa en su filial española. En España Veolia emplea a unos 14.000 trabajadores y, con varias plantas y negocios, es una filial con gran potencial de crecimiento a ojos de la multinacional francesa.
“Veolia es el grupo líder por presencia geográfica en todos los continentes y se centra en la transformación ecológica porque el denominador común es la descarbonización, la descontaminación, la protección de los recursos y regeneración de los sistemas”, ha explicado Guijarro. El directivo ha añadido que las tres áreas a las que se dedica Veolia cada vez son más interdependientes: “El agua es energía, e implica gestión de recursos. Nuestra propuesta es de extremo a extremo, un negocio que contemple todo”.
El principal desafío es la gestión de la escasez hídrica. “El reto es garantizar el acceso a toda la población en el mundo, cosa que es el objetivo número seis de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, garantizar en 2030 el agua potable, y no se está logrando: a estas alturas todavía hay 2.300 millones de personas en el mundo sin acceso a agua con garantías, prácticamente la misma cifra que en 2015. A pesar de que se ha hecho mucho, vamos por detrás y no somos capaces de cerrar la brecha”, ha dicho Guijarro, aunque ha destacado que en España la situación no llega a este extremo.
“Tenemos retos por la situación geográfica, la escasez tradicional de agua, el 70% del territorio en riesgo de desertificación, los fenómenos climatológicos extremos recurrentes y la falta de infraestructuras”, ha dicho. Déficits que se suman a la falta de inversión: según ha explicado Guijarro, de los 3.500 millones que se invertían cada año hasta 2010, se pasó a 1.200 millones anuales después de la crisis económica, mientras que el consenso del sector es que serían necesarios unos 6.500 millones al año en infraestructuras del agua. “Estamos muy lejos”, ha resumido: “Si seguimos sin invertir en las infraestructuras tendremos sistemas más frágiles”.
En su opinión, es una muy buena noticia que los embalses estén en buenas condiciones después de las lluvias de los últimos meses, pero eso no quita que todavía haya una “asignatura pendiente muy grande a la hora de garantizar este recurso”. Para hacerlo, surgen como soluciones la desalación o la reutilización de aguas residuales. “Todavía utilizamos nada más que el 11% del agua tratada, y ahí hay una posibilidad de tener un recurso alternativo de gran valor en momentos de escasez”, ha dicho Guijarro, que defiende también la alternativa de las desaladoras. “Pero ahí, y en general en el reto global del agua, tenemos que hablar de gobernanza. Tenemos las mismas reglas políticas desde hace treinta años, necesitamos dar un paso adelante en este sentido”, ha añadido. En el ciclo del agua urbano “hace falta una cierta homologación de criterios comunes”, ha dicho sobre la disparidad de regulaciones entre las administraciones locales, que suelen decidir las tarifas “con criterios más políticos que técnicos”. “Hay que hacer una reflexión muy importante respecto al marco de regulación”, ha expresado. Por último, Guijarro ha apuntado que la lucha contra el cambio climático y la transformación de la industria no se logrará solo con la regulación, sino haciendo que los modelos de negocio sean “rentables”.