El consumo nacional gana fuerza como uno de los motores del crecimiento para el tercer trimestre
Las ventas minoristas encadenan ocho meses al alza y aumentan un 7,3% en julio. El gasto sustituyó al sector exterior como el principal impulso del PIB en el trimestre anterior
El consumo se encamina a seguir dando impulso al Producto Interior Bruto (PIB). El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) publicó este martes las ventas del comercio minoristas, las cuales acumulan ocho meses en positivo tras aumentar un 7,3% anual en términos desestacionalizados en julio, lo que sugiere que el consumo privado ha seguido creciendo en los primeros compases del tercer trimestre de 2023.
Si bien las principales instituciones de análisis económico aseguran que aún es pronto para conocer el impacto exacto que tendrá el gasto privado sobre el crecimiento, los pilares sobre los que se apoyaba el Producto Interior Bruto (PIB) durante finales de 2022 y principios de este año, como el sector exterior, se han agotado por el endurecimiento de la política monetaria y el freno de las principales economías europeas. No obstante, hay otros que dan signos de resurgimiento, como el consumo.
En los últimos trimestres, las exportaciones –sobre todo la reexportación de productos energéticos hacia la UE, según destacaba una investigación reciente del Banco de España– fueron las que tiraron del PIB y crecieron un 5,7% en el primer cuarto del año, pero los principales socios comerciales de España están pasando una mala racha económica. Además, de cara a lo que resta de año el fuerte impulso que ha estado ofreciendo el sector turístico en los pasados trimestres se va a desvanecer en gran medida, ya que la actividad se encamina a volver a sus niveles prepandemia y el crecimiento será más contenido, según explica Oriol Carreras, economista sénior de CaixaBank Research.
La pérdida de poder adquisitivo de las familias mermaba el buen comportamiento del consumo durante parte de aquel periodo, pero esa dinámica dio un giro en el segundo trimestre de este año, ya que el consumo pasó de anotar en negativo a crecer un 1,6% intertrimestral. Algunos factores, como el aguante del empleo o la revalorización de las pensiones, sumado a una moderación de las tasas de inflación que aliviará la pérdida de poder adquisitivo de las familias, aspiran a dar un mejor tono al consumo. Es por ello que Juan Ramón García, investigador principal de BBVA Research, espera que en el siguiente trimestre la contribución positiva de la demanda doméstica compense la negativa de la demanda externa.
No todo está decidido
No obstante, todavía hay incertidumbres en el horizonte. Carreras explica que, si bien las ventas minoristas representan alrededor de una tercera parte del gasto que captura el consumo privado, hay otras dos terceras partes cuya evolución es todavía incierta. El investigador de CaixaBank Research sugiere que la ralentización de la afiliación de julio y la moderación del registro del PMI de servicios –que en en ese mismo mes creció, pero a su nivel más bajo desde enero– pueden indicar que el consumo se ralentiza
Por otro lado, la evolución positiva de las ventas al por menor sugiere que una parte del gasto en consumo de los hogares continúa creciendo en el tercer trimestre, detalla Juan Ramón García. Aunque afirma que el comportamiento discrepante de algunos indicadores y la información todavía incompleta “aumentan la incertidumbre sobre el avance del consumo privado en el tercer trimestre”.
Más gastos que ingresos
Los españoles gastan 2.781 euros más de lo que ganan, ya que el salario medio en el país es de 19.817 euros al año, mientras que los gastos ascienden hasta los 22.598 euros, según la Asociación de Empresas de Gran Consumo (Aecoc). El libro Todo es terrible, pero yo estoy bien (Aecoc), del profesor del IESE José Luis Nueno, explica a Europa Press que este saldo negativo se sufraga con ahorros, créditos y con la red de apoyo familiar.
“Este diferencial entre ingresos y gastos puede marcar el consumo en el segundo semestre del año debido a que los salarios crecen más lento que la inflación”, ha explicado Nueno. Otro factor clave para el autor será la evolución del ahorro, que durante la pandemia subió hasta el 21% y que actualmente ha caído al 9%, lo que ha calificado como “un problema”.
No obstante, Nueno ha afirmado que la evolución del mercado laboral tendrá un “efecto positivo” en el consumo, ya que la creación de empleo permitirá que gente más joven se incorpore al mercado laboral y tenga ingresos con los que gastar.
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