Una rebaja en el IRPF para rentas bajas y medias quintuplica el ahorro en las más altas

Los contribuyentes con ingresos inferiores ahorrarían 100 euros si se reduce en medio punto el tipo hasta los 40.000 euros

Belén Trincado Aznar

La rebaja en el IRPF para rentas bajas y medias que pondría en marcha un eventual Gobierno de Alberto Núñez Feijóo generaría un jugoso ahorro de más de 500 euros al año para los más ricos del país, una cifra muy por encima de los 100 euros que dejarían de pagar los contribuyentes con hasta 20.000 euros al año.

El líder popular avanzó esta semana sin ofrecer detalles ni letra pequeña alguna que, si logra sentarse en la Moncloa tras el 23J, pondrá en marcha en los primeros 100 días un descuento en el impuesto para las rentas por debajo de 40.000 euros con el objetivo de aliviarlas frente a la inflación. Aunque no detalló ninguna fórmula para llevar a cabo esta iniciativa, Feijóo podría decantarse por aplicar una rebaja de medio punto en los tramos afectados, una medida factible para varios expertos consultados por haber sido elegida hace dos años por la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, en el tramo autonómico de la región.

De elegir esta opción, las rentas que rondan los 20.000 euros anuales –aproximadamente el salario más habitual de España– obtendrían un ahorro de únicamente 100 euros, cinco veces menos que los 544 euros que dejarían de pagar los contribuyentes que superen los 70.000 euros por ejercicio.

Todo se explica por el funcionamiento del impuesto sobre la renta de las personas físicas, cuya estructura podría asemejarse a un bloque de pisos con cinco alturas (que vendrían a ser los tramos) a las que se va subiendo por una escalera (el tipo impositivo). Las rentas inferiores vivirían en el bajo, por lo que no tendrían necesidad de utilizar la escalera y se librarían de abonar el impuesto. Por su parte, a medida que el contribuyente tiene más ingresos ascendería en el bloque, teniendo que subir más peldaños para poder acceder a su vivienda.

Si la comunidad de vecinos decidiese acometer obras de mejora únicamente en las tres primeras alturas por las que pasa la escalera, es decir, rebajar los tipos impositivos hasta el tramo de 35.200 euros, ¿podrían decir los propietarios de la cuarta y quinta planta que no se benefician de la intervención? La respuesta es negativa, ya que para subir a sus casas estos vecinos tendrían que pasar previamente por la parte de la escalera que sí se ha mejorado.

El IRPF, quitando otros detalles, funciona con esta filosofía. El impuesto, en su vertiente estatal, se estructura en diferentes tramos de ingresos, cada uno con una tasa impositiva progresiva que oscila entre el 9,5% y el 24,5%. A medida que los rendimientos de una persona aumentan y alcanzan el límite de un tramo, se aplica el gravamen correspondiente, de tal forma que un contribuyente con altos ingresos tiene que pasar por toda la escala hasta llegar a su nivel de renta. Así, una rebaja de medio punto hasta los 40.000 euros beneficiaría también a los más acaudalados, ya que sus primeros rendimientos tributarían a un tipo más bajo.

Según los cálculos llevados a cabo por el Registro de Asesores Fiscales (REAF) del Consejo General de Economistas, una rebaja de este calibre supondría un ahorro de 20 euros al año para los contribuyentes con ingresos de 16.000 euros. El beneficio sería de 100 euros para aquellos con hasta 20.000 euros y de 205 euros para los que llegan a los 30.000 euros por ejercicio.

A partir de aquí, las personas con rentas de 45.000 euros dejarían de pagar 345 euros en el impuesto, mientras que las que superasen los 70.000 conservarían hasta 544,5 euros extra cada año. Con una eventual rebaja de otras proporciones las cifras cambiarían, pero la tendencia se mantendría.

Por todo ello, tras conocer la promesa de Feijóo, la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, cargó contra el modelo del Partido Popular. “Es una medida que parece selectiva pero es todo lo contrario”, resumió, ya que aunque parece estar dirigida a quienes menos ingresos tienen termina beneficiando a los más ricos.

La última estadística del IRPF de la Agencia Tributaria, correspondiente al año 2020, permite hacerse una idea del impacto que tendría una medida de este calibre. Según los datos, la mayor parte de los contribuyentes (el 20%), se sitúan en el tramo de rendimientos que oscila entre los 12.000 y los 21.000 euros, por lo que se situarían en el universo al que teóricamente se destina la rebaja. A continuación, el 18,9% de los obligados tributarios se colocarían entre los 30.000 y los 60.000 euros. Después, el 16,45% estaría entre los 1.500 y los 6.000 euros y otro 16%, entre los 21.000 y 30.000 euros. El resto de los tramos de rendimientos ya tendrían proporciones mucho menores.

Aunque la rebaja del tipo impositivo en los tramos es la opción más viable, explica Raquel Jurado, economista y asesora fiscal del REAF, un eventual Gobierno de Feijóo podría tener otras opciones sobre la mesa. Una de ellas sería la modificación de la reducción de los rendimientos de trabajo, como hizo recientemente el Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos para beneficiar únicamente a los que se sitúan en los tramos inferiores. Otra fórmula sería legislar para diseñar una deducción especial destinada a los salarios de menos de 40.000 euros al año. Solo el tiempo y los votos dirán cuál es el modelo elegido.

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