Todo apunta a un ajuste de la vivienda: BBVA prevé un desplome del 30% en las ventas este año

La subida de los tipos por parte del BCE, el menor crecimiento económico y los menores ahorros de las familias explican el cambio de ciclo

Cartel de venta en una viviendaEUROPA PRESS (EUROPA PRESS)

Los distintos informes conocidos en los últimos días sobre el sector inmobiliario transmiten la idea de un cambio de ciclo, tras el empuje registrado en los últimos años. La subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), así como la reducción de los ahorros acumulados durante la pandemia y el menor crecimiento previsto para este año, son los tres factores que explicarían el menor brío de la vivienda.

Las transacciones de vivienda caerán alrededor del 30% en 2023, un ajuste importante, aunque las ventas se situarán algo por encima de las 500.000 operaciones, un nivel similar al promedio anual entre 2015-2019, según se desprende del ‘Observatorio Inmobiliario’ del primer trimestre de este año, publicado por BBVA Research este viernes.

El informe advierte de que una incertidumbre relativamente elevada, una subida de tipos de interés superior a la prevista y el mantenimiento de la inflación en tasas elevadas seguirán afectando negativamente a la renta de los hogares, que progresivamente van drenando los ahorros acumulados.

Como consecuencia, la demanda de vivienda se reducirá en los próximos trimestres, siendo particularmente relevante la reducción en el segmento de segunda residencia y de demanda de extranjeros, influenciada por la desaceleración del crecimiento en los principales países europeos.

Los expertos de BBVA Research han anticipado que la firma de visados de vivienda nueva se podría reducir alrededor del 9% en 2023. Entre los factores que limitarán el avance de la oferta están el incremento del coste de financiación, el aumento en los salarios, la falta de mano de obra cualificada, el todavía elevado precio de algunos insumos, el deterioro en las expectativas de la demanda, así como la incertidumbre regulatoria. En todo caso, la escasez de vivienda nueva debería hacer que el impacto fuese limitado.

Se espera, por su parte, que el precio se mantenga prácticamente constante en 2023 (-0,2%), aunque en términos reales la corrección sería del 3,9%. La escasez de demanda impactará negativamente en la evolución del precio de la vivienda. Sin embargo, la elevada inflación y la relativa escasez de la oferta compensará, en parte, ese impacto negativo.

La iniciación de nuevas viviendas evoluciona muy por debajo de las ventas residenciales, lo que según este informe podría obedecer a la incertidumbre en torno a la regulación del mercado inmobiliario y la escasez de suelo finalista desarrollado en zonas de interés, ralentizando algunos proyectos.

Otros factores a tener en cuenta y que se unen a este panorama es el encarecimiento de los materiales, la escasez de mano de obra y el momento del ciclo electoral.

Reactivación en 2024

El sector podría comenzar a mostrar una nueva reactivación en 2024, con aumentos moderados en demanda, oferta y precios, tras el ajuste del presente año y la recuperación de la economía, en un contexto de oferta reducida. Así, se espera que el precio de la vivienda crezca alrededor del 2,5%, las ventas en torno al 5% y los visados alrededor del 6%.

Todo ello con permiso de los principales riesgos que acechan al sector: endurecimiento monetario adicional como consecuencia de una inflación elevada, escasez de mano de obra cualificada y suelo urbanizable, además de un aumento de la incertidumbre en torno a la política económica.

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