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Duro Felguera cierra su plan de reestructuración y ahora depende del juez

La empresa aún tiene pendiente resolver el conflicto de 400 millones que le reclama Argelia y reducirá a la mitad su plantilla

Duro Felguera evita su final anticipado... de momento. La empresa industrial asturiana ha anunciado esta mañana que ha llegado a un acuerdo con los acreedores para cerrar el plan de reestructuración pendiente y que lo presentará ante el juzgado de Gijón que lleva su preconcurso antes de que termine el mes, tal y como le había exigido la justicia. En el aire también queda la resolución del conflicto que la empujó al borde del abismo finalmente: la reclamación por parte de Argelia de más de 400 millones por la paralización de un contrato en la primavera del año pasado. La empresa admite una situación muy al límite e incluso prevé dejar a la mitad la plantilla con la que contaba este verano: de un millar a unos 500 empleados.

En un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) esta mañana, y después de que el regulador hubiera suspendido la cotización de la compañía entre la apertura y las 10:30 horas, Duro Felguera ha informado de que “ha decidido implementar medidas de reestructuración para garantizar la continuidad empresarial y la preservación del valor de la Sociedad a través de un Plan de Reestructuración, al que se ha llegado tras un intenso trabajo desde el pasado mes de diciembre, que ha incluido la negociación con los principales acreedores y contrapartes de Duro Felguera y sus filiales, así como la realización de las actuaciones necesarias para hacer posible la continuidad de la Sociedad mediante la adopción de las medidas encaminadas a la aprobación y homologación judicial de un plan de reestructuración, que permita la viabilidad de la misma y evite el concurso de acreedores”. Nada más volver a los mercados, la acción de Duro Felguera se ha disparado un 13% y ha cerrado la sesión de este martes con una subida del 16,3%.

El plan de reestructuración contempla, entre otras medidas: la reestructuración de la deuda financiera de los acreedores; el establecimiento de nuevas condiciones de pago y calendarios de amortización; las medidas operativas necesarias para la optimización de la estructura empresarial; los compromisos de viabilidad y las proyecciones financieras correspondientes; “así como cualesquiera otras actuaciones, acuerdos o medidas que resulten necesarias o convenientes para la consecución de los objetivos señalados”, ha indicado la compañía.

El plan, que fue aprobado este lunes por el consejo de administración, se someterá a votación de los acreedores y, a continuación, se presentará al Juzgado de lo Mercantil para su homologación. Entre las medidas concretas del plan, destaca que la mexicana Grupo Prodi, uno de los accionistas de control de Duro Felguera, se ha comprometido a conceder una nueva financiación capitalizable a Duro Felguera con el objetivo de dotar a la compañía de liquidez y garantizar su continuidad y viabilidad en el corto y medio plazo.

Los desembolsos, por un importe total de diez millones de euros, se efectuarán tras la firma del plan de reestructuración y en función de las necesidades de tesorería del grupo, antes de la homologación judicial del plan y de las operaciones de reducción y aumento de capital previstas, informa EP. Asimismo, la compañía ha avanzado que ha recibido una oferta por la compra de la sede social del Grupo DF por importe total de 13,6 millones de euros, cuya venta forma parte de su plan de desinversión de activos.

En concreto, Duro Felguera ha puesto en marcha un plan de desinversión que incluye la venta de activos y unidades no estratégicas, entre ellas su sede social, el negocio de Calderería Pesada -con subrogación de toda su plantilla-, Felguera Tecnologías de la Información (FTI), diversos contratos de DFOM y O&G, y la posible venta de DF Intelligent Systems. En estos meses, también se efectuó la venta de la planta de El Tallerón a Indra, que la piensa como su principal centro de producción de vehículos terrestres militares.

El plazo se acababa la próxima semana

Duro Felguera tenía de plazo hasta el próximo 31 de octubre para validar el preacuerdo con los acreedores para la reestructuración de la deuda. A principios del mes de octubre, un juzgado de lo mercantil de Gijón rechazó la petición de la empresa de ingeniería de ampliar el preconcurso de acreedores, después de que el consejo de administración aprobara el 22 de septiembre el plan de reestructuración de sus pasivos. De esta forma, la compañía quedó fuera de plazo, según la ley concursal, ya que se aplica un mes desde la finalización del preconcurso —el 31 de septiembre— para solicitar el concurso de acreedores, es decir, contaba hasta el próximo 31 de octubre. La negativa del juez a ampliar el preconcurso provocó una fuerte caída del valor en Bolsa, que se dejó un 35% en la sesión.

Fuentes de la empresa han calificado este martes el proceso de “muy complejo”. “Hemos trabajado intensamente durante casi un año porque había que encajar simultáneamente tres planos —jurídico, operativo y financiero— y coordinar a múltiples actores: clientes (incluidos legacies de hace una década), SEPI, banca, proveedores y comité de empresa”, han detallado.

Finalmente, han considerado que “el resultado es un plan equilibrado”, en el que se ha conseguido “un consenso claro entre las partes” para “asegurar la continuidad de una compañía emblemática para Asturias y proteger el empleo y la actividad económica”. Eso sí, queda pendiente una arista no menor: “En lo jurídico, se afrontaron cuestiones como los proyectos de Iernut, en Rumanía, y Djelfa, en Argelia. La terminación de ambos está incluida en el Plan, con la salvedad de que, en el caso de Argelia, se ha abierto una ventana de tres meses para intentar un acuerdo; de no alcanzarse, el Plan prevé su terminación”, especifican desde Duro.

Precisamente el litigio con Sonelgaz en Argelia fue la que provocó el comienzo del preconcurso de acreedores el pasado 11 de diciembre, ya que la compañía no podía hacer frente a los más de 400 millones que le pedía la compañía por el incumplimiento de la construcción de la planta de ciclo combinado de Djelfa. En abril parecía que el conflicto había sido resuelto con la firma de un memorando de entendimiento con Sonelgaz, en el que se firmaba “la resolución amistosa del contrato” firmado en febrero de 2014, gracias a la intervención de un tercero, China Power Engineering, que se iba a hacer cargo de finalizar las obras de la planta. Sin embargo, la compañía china y Sonelgaz no alcanzaron un acuerdo y el contrato sigue en el aire. En todo este tiempo, Duro ha ido logrando prórrogas para el preconcurso hasta el rechazo del pasado 2 de octubre.

Duro Felguera aprobó su plan de reestructuración tras alcanzar un principio de acuerdo con el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE), gestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), y con los accionistas de control, con los que venía negociando para dar una salida a la crisis de la empresa. Como parte del plan de reestructuración, Duro Felguera y la mayoría sindical firmaron el pasado 11 de agosto el acuerdo definitivo del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción que afectará a 180 trabajadores, sobre una plantilla total de 1.400. Dentro de este plan, Duro Felguera también ultima la venta de su sede central en Gijón.

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