Duro Felguera reexpresará sus cuentas desde 2022 para anotar una provisión de 100 millones por el litigio con Sonelgaz
La ingeniería asturiana defiende que la energética argelina cometió sucesivos incumplimientos del contrato firmado en 2014, por los que presentó dos reclamaciones por un valor conjunto de 178 millones
Duro Felguera ha hablado, al fin. Después de pasar casi toda la semana con su cotización suspendida por la presentación de una solicitud de arbitraje por parte de la energética argelina Sonelgaz, la compañía asturiana ha informado este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que reexpresará sus cuentas de 2022 y 2023, y reformulará las del primer semestre de 2024 para añadir una provisión de 100 millones de euros. “A pesar de la dotación de la provisión expuesta, el patrimonio neto de la Sociedad dominante a 30 de junio de 2024 se mantiene positivo a efectos mercantiles”, ha señalado la ingeniería en su comunicado, en el que ha resaltado que presentará su escrito de oposición a la solicitud de Sonelgaz antes del 10 de diciembre.
La compañía española se encuentra contra las cuerdas por la reclamación de la argelina, que asciende a 413 millones por la suspensión de un contrato en junio para la construcción de una central de ciclo combinado en Djelfa. Duro Felguera ha defendido que la argelina cometió varios incumplimientos del contrato desde la firma del mismo en 2014, lo que motivó que la española presentara dos reclamaciones: una por valor de 65 millones en 2019; y otra de 113 millones en 2020, haciendo un total de 178 millones.
En su comunicado, donde la compañía española hace una cronología de los hechos acaecidos, indica que en marzo de 2020, como consecuencia de la pandemia de Covid-19, Duro Felguera notificó la suspensión del contrato, “como situación de fuerza mayor”, lo que fue rechazado por Sonelgaz. Al no alcanzarse un acuerdo, en julio de ese año, la española interpuso una solicitud de arbitraje ante la Cámara de Comercio e Industria de Argelia (que es lo mismo que hizo la energética este mes). Sin embargo, la situación entre ambas empresas se recondujo y en julio de 2021 firmaron la paz con un protocolo de acuerdo en el que Sonelgaz se comprometió a estudiar las reclamaciones de Duro Felguera, algo que finalmente no pasó.
Casi un año más tarde, en junio de 2022, se produce la ruptura del Tratado de Amistad y Buena Vecindad entre Argelia y España por el posicionamiento de este último a favor de Marruecos en la causa saharaui. Por ello, el país magrebí impuso un bloqueo sobre las exportaciones y transacciones bancarias españolas (algo que se mantuvo hasta este mes de noviembre). “En estas circunstancias, y tras múltiples intentos de solución, el 18 de junio de 2024 se comunicó al cliente la suspensión de los trabajos. Duro Felguera comienza entonces a trabajar en la reactivación del arbitraje”, añade en su comunicado la ingeniería.
Por todo ello, ha indicado Duro Felguera, presentará su escrito rechazando la reclamación de la argelina “al entender que la suspensión del contrato es conforme a derecho por los incumplimientos en que ha incurrido Sonelgaz” y ha añadido que “pretende solicitar el resarcimiento de los daños y perjuicios ocasionados que pudieran corresponder, cuyo importe está por definir”.
Duro Felguera, que cambió de dueños en febrero de este año con la compra de casi el 55% del capital por parte de las mexicanas Prodi y Mota-Engil, presentó unos malos resultados semestrales, con unas pérdidas de 26,3 millones de euros. Si bien logró elevar sus ingresos un 11% entre enero y junio, el ruido en torno a Duro Felguera se incrementó notablemente en el último mes con la salida del anterior consejero delegado, Jaime Argüelles, quien abandonó definitivamente la compañía al salir también del consejo de administración, el cual pasó a estar presidido por el consejero ejecutivo Eduardo Espinosa. Este sustituyó en el puesto a Jaime Isita, hombre fuerte designado por los dueños mexicanos de Duro Felguera, quien pasó a ser vicepresidente.