Ineco desafía a la ingeniería francesa ganando su mayor contrato en Marruecos
La compañía pública se adjudica un proyecto para mejorar las conexiones en tren de Tánger y Tetuán, dentro de un plan ferroviario de 35.000 millones
Gol de España a Francia en el complejo terreno de juego marroquí de las infraestructuras, en el que la ingeniería y la construcción española ven tradicionalmente como imbatibles a sus rivales galos. La pública Ineco, dependiente del Ministerio de Transportes, ha conseguido en el entorno de Tánger el que es su mayor contrato en el país vecino hasta la fecha, por encima del proyecto para la ...
Para seguir leyendo este artículo de Cinco Días necesitas una suscripción Premium de EL PAÍS
Gol de España a Francia en el complejo terreno de juego marroquí de las infraestructuras, en el que la ingeniería y la construcción española ven tradicionalmente como imbatibles a sus rivales galos. La pública Ineco, dependiente del Ministerio de Transportes, ha conseguido en el entorno de Tánger el que es su mayor contrato en el país vecino hasta la fecha, por encima del proyecto para la remodelación del aeropuerto de Casablanca que ganó en marzo. Con ello se estrena con el cliente estatal Office National des Chemins de Fer (ONCF).
Ineco se ocupará durante 14 meses de estudiar nuevas alternativas para el ferrocarril en las ciudades de Tánger y Tetuán. Los informes de viabilidad y anteproyectos tienen un presupuesto de 2,7 millones de euros. El nuevo éxito al otro lado del Estrecho se ve en la compañía que preside Sergio Vázquez como una oportunidad de asentamiento para el sector español de la obra civil en el voluminoso programa de inversiones ferroviarias.
Aguantar el pulso a la competencia gala tiene lecturas políticas y económicas. Ineco venía de adjudicarse el citado rediseño del mayor aeropuerto del país, en Casablanca, pero perdió en agosto, ante las francesas Egis y Systra (en consorcio con la marroquí Novec), el contrato para planificar la red de alta velocidad entre Kenitra (al norte de Rabat) y Marraquech. En ese caso, la española había presentado la mejor oferta económica, pero se quedó con la miel en los labios. Estas licitaciones se producen en momentos de alta tensión por las relaciones que puedan tener ambos países europeos con Argelia, gran rival regional de Marruecos, o por el futuro del Sahara Occidental.
Esta nueva carga de trabajo llega en alianza con la local CID, cuya participación en el consorcio es mayoritaria. Ambas tienen un acuerdo de colaboración para la digitalización de la administración marroquí, proyectos de movilidad urbana, de alta velocidad y para la modernización de la red de aeropuertos.
En opinión de Sergio Vázquez, “Marruecos va a dar un impulso a sus infraestructuras de transporte, y sus relaciones con España están en un buen momento, por lo que se abre una etapa prometedora para las empresas españolas de ingeniería y de construcción en un país en el que tradicionalmente las empresas francesas tenían una posición muy mayoritaria en el mercado”. CAF, Ayesa, Indra o Arcelor son algunas de las españolas con experiencia en un mercado en el que solo se han desarrollado 4.000 kilómetros de líneas, menos de la mitad electrificadas.
Cuatro vías de trabajo
La intención de la ONCF, en primer lugar, es desdoblar la línea ya existente desde la salida de Tánger hasta la estación de Mellousa, y construir un trazado nuevo hacia el sur desde esta última hasta Chefarrat. En segundo término, Ineco va a analizar la viabilidad de una línea convencional que conecte el sur de Tánger con el estadio de fútbol (una de las seis sedes previstas por Marruecos para el Mundial de fútbol de 2030), el aeropuerto y la ciudad de Gueznaia. El tercer asunto es el enlace de ese corredor con el parque industrial Mohamed VI. Este último promete convertirse en un motor económico para el país a la vista del potente plan de desarrollo impulsado por capital chino. Y en cuarto lugar, se proyectará la conexión de Tetuán con Cherrafat mediante una línea convencional.
El alcance del contrato, en el que se prevé la construcción de 85 kilómetros de nueva vía, precisa estudios de explotación ferroviaria para horizontes que alcanzan el año 2040 y que relacionan los nuevos trazados con toda la red. Ineco también se encargará de los informes socioeconómicos y financieros de las distintas alternativas existentes; acometerá el diseño de estructuras singulares, como los túneles previstos entre Tetuán y Cherrafat, y los estudios sobre el suministro de energía al nuevo entramado.
Además de buscarse un aumento en la capacidad ferroviaria en el entorno de Tánger, se verá si es factible construir una nueva línea entre esta y Tetuán, lo que se incluye en la Estrategia ferroviaria de Marruecos para 2040. Con un presupuesto de 375.000 millones de dirhams (unos 34.700 millones de euros), el plan persigue elevar de 23 a 43 el número de ciudades conectadas al ferrocarril, al igual que una docena de puertos, de los seis a los que llega el tren en la actualidad, y 15 aeropuertos frente a uno solo con estación de tren en estos momentos. El país prevé crear 300.000 puestos de trabajo y llevar este modo de transporte hasta el 87% de la población (51% actualmente).
Los informes encargados a Ineco se suman a otros de viabilidad para infraestructuras ferroviarias que la compañía ha entregado en España o a los que tiene en marcha en Colombia (línea Medellín-Bogotá por el valle del Aburrá) y Australia (línea de alta velocidad Sídney-Newcastle).