Cristiano Ronaldo aprovecha su periplo en Arabia Saudí para expandir su negocio de clínicas capilares
Insparya prevé una apertura en Riad, donde juega el futbolista, y extenderse por Oriente Medio. Su pareja, Georgina Rodríguez, ha cesado como administradora de la sociedad
Cristiano Ronaldo agota sus últimos años como futbolista profesional en Arabia Saudi, donde llegó en enero de 2023 para embarcarse en las filas del Al Nassr, uno de los cuatro equipos que son propiedad del Estado a través del fondo soberano Public Investment Found (PIF). A cambio, firmó un contrato anual estimado en 200 millones de euros. Pero el movimiento va más allá de lo deportivo, y su presencia en la mayor economía de Oriente Medio le permite abrir nuevas puertas a sus aventuras empresariales.
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Cristiano Ronaldo agota sus últimos años como futbolista profesional en Arabia Saudi, donde llegó en enero de 2023 para embarcarse en las filas del Al Nassr, uno de los cuatro equipos que son propiedad del Estado a través del fondo soberano Public Investment Found (PIF). A cambio, firmó un contrato anual estimado en 200 millones de euros. Pero el movimiento va más allá de lo deportivo, y su presencia en la mayor economía de Oriente Medio le permite abrir nuevas puertas a sus aventuras empresariales.
Una de ellas es Insparya, la compañía de clínicas capilares que fundó en 2018 junto al empresario portugués Paulo Ramos, consejero delegado de la misma, y que mantiene su sede fiscal en Madrid, donde abrieron el primer centro. Cada uno de ellos cuenta con un 33% del capital de la sociedad, mientras que el otro 33% se reparte entre los fondos Vallis Capital Partners y Hermes GPE. Actualmente, cuentan con 13 clínicas, cifra con la que prácticamente ha doblado su tamaño en los últimos tres años.
Un proceso de expansión que continúa, y que tiene a Oriente Medio en el punto de mira, como se confirma desde la propia compañía. Solo una de esas 13 clínicas se sitúa en esta zona. Es la ubicada en Mascate, Omán, inaugurada el pasado mes de mayo y que es la primera fuera de Europa. La compañía tiene el viejo objetivo de realizar una apertura en Dubái, aunque el siguiente paso será la apertura en Riad en los próximos meses, precisamente, la ciudad donde reside el astro portugués junto a su familia, incluida su mujer, Georgina Rodríguez.
La influencer ha estado ligada de forma directa a la empresa hasta hace unas semanas. Esta constaba como administradora solidaria de Insparya, junto al propio Paulo Ramos, desde septiembre de 2018, cuando el proyecto comenzó a tomar forma. Sin embargo, el Boletín Oficial del Registro Mercantil del pasado 6 de agosto refleja el cese de sus funciones con efectos desde el 30 de julio.
Desde Insparya se descarta que el movimiento responda a una marcha del accionariado de Cristiano Ronaldo. “Es cofundador y accionista, como siempre lo ha sido y así se mantendrá”, se explica a consulta de este periódico. También se confirma la vinculación de Georgina Rodríguez, aunque no sea de forma directa a través de un cargo en la sociedad, a la que “continuará apoyando” en sus proyectos de expansión en Oriente Medio.
Insparya, que en los últimos meses también ha abierto nuevas clínicas en Barcelona y Málaga, y que está presente en Italia y Portugal, no presenta sus cuentas anuales en el Registro Mercantil desde el ejercicio 2020, cuando facturó 10,6 millones y ganó 1,8, aunque entonces apenas contaba con una clínica. El objetivo de la empresa, como explicó su consejero delegado a este periódico en 2022, era alcanzar los 100 millones de euros en ventas en 2026, gracias a un plan de aperturas dotado con 20 millones de euros de inversión. El coste de cada clínica supera los tres millones.
Más negocios
La faceta empresarial de Cristiano Ronaldo va más allá del negocio capilar. Hace unos días trascendió su entrada en el capital de la compañía de porcelana Vista Alegre España, con la compra de un 30% de las acciones.
El futbolista portugués también mantiene su apuesta por el sector hotelero con su alianza con el grupo Pestana, con el que posee el hotel situado en la Gran Vía de Madrid a través de la sociedad Pestana CR7 Madrid. Esta alcanzó una facturación récord de 11,8 millones, un 23% más que en 2022, y obtuvo un beneficio de 1,1 millones, el más alto desde su puesta en marcha.
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