Letterone reduce en un tercio el valor de sus activos desde las sanciones a Fridman y Aven

El grupo inversor propietario de Dia reconoce que la salida del consejo de sus dos accionistas y fundadores “limita nuestra capacidad para invertir”. A finales de 2023 gestionaba activos por 18.100 millones de dólares

Mijail Fridman y Petr Aven, accionistas y fundadores de Letterone, en una imagen de archivo.Sergei Karpukhin (REUTERS)

La invasión rusa sobre Ucrania, iniciada en febrero de 2022 y que continúa en la actualidad, provocó un terremoto de consecuencias imprevisibles para Letterone, el grupo inversor luxemburgués dueño de los supermercados Dia. Un conflicto que ...

Para seguir leyendo este artículo de Cinco Días necesitas una suscripción Premium de EL PAÍS

La invasión rusa sobre Ucrania, iniciada en febrero de 2022 y que continúa en la actualidad, provocó un terremoto de consecuencias imprevisibles para Letterone, el grupo inversor luxemburgués dueño de los supermercados Dia. Un conflicto que fulminó su modelo de gobernanza y que también se ha traducido en una fuerte pérdida de valor en los activos que mantiene bajo su gestión.

A cierre de 2023, Letterone valoraba los mismos en 18.100 millones de dólares, unos 16.420 millones de euros al cambio actual. Una cifra que es un 32,5% inferior a la que declaraba a la conclusión de 2021, y que implica una disminución de 8.700 millones de dólares en apenas dos años. Aunque la mayor parte del deterioro la sufrió durante el ejercicio 2022, la cifra de 2023 también es un 3% inferior a la del año anterior.

En ese periodo, solo un sector de los seis en los que Letterone divide en la actualidad sus inversiones se ha revalorizado. Se trata del sanitario, que al cierre de 2023 contaba con activos por 1.900 millones de dólares, casi el doble que en 2021. Este ya supone el 10,4% del valor de su cartera, cuando entonces apenas representaba el 3,6%. Las inversiones en tecnología y energía son las que más han sufrido, con una pérdida de valor del 50% en ambos casos, después de que la guerra en Ucrania obligara a sus dos empresas de referencia en estos campos, VEON y Wintershal Dea, a cesar su actividad en Rusia. Esta última avanza en la venta de una cartera de activos de petróleo y gas a la petrolera británica Harbour Energy.

Del mismo modo, el valor de sus inversiones en capital riesgo se ha reducido en un 44%, y el de sus inversiones en fondos, a través de L1 Treasury, se ha reducido un 23% en estos dos años. Como indica la firma en su memoria anual, esta línea de negocio sigue sufriendo “costes añadidos y limitaciones de cobertura y negociación como resultado de las sanciones a dos de los accionistas de L1″, es decir, Fridman y Aven. L1 Treasury aglutina el 40% del valor de todos los activos bajo gestión del grupo. La división de retail, bajo la que se encuentra Dia, se ha devaluado un 24% en este periodo, aunque en el último año se ha mantenido estable en 1.600 millones de euros.

Dificultades

Jonathan Muir, consejero delegado de Letterone, reconoce en la memoria anual recién publicada que “las sanciones impuestas a Mijail Fridman y Petr Aven, que conjuntamente poseen menos del 50% del grupo, contribuyeron a la fuerte caída del valor los activos bajo gestión en 2022, y continúan limitando nuestra capacidad para invertir en negocios y en apoyar nuestros empleos”. El presidente del consejo, Mervyn Davies, barón de Abersoch, incide en que, pese a que Letterone no ha sufrido sanciones en ninguna jurisdicción, las que sí se han impuesto a Fridman y Aven “han frenado el negocio innecesariamente”, algo que “continuará”.

Letterone quedó descabezado tras las sanciones que, a raíz del conflicto, la Unión Europea y el Reino Unido impusieron a sus fundadores y principales accionistas, Mijail Fridman y Petr Aven, por sus supuestos vínculos con el presidente ruso, Vladimir Putin, y que impiden a ambos ejercer como tales. En paralelo, también salieron del consejo el resto de accionistas, German Khan, Alexey Kuzmichev y Andrei Kosogov, lo que obligó a una reorganización completa del mismo. Desde hace algo más de un año, el órgano de gobierno está compuesto íntegramente por consejeros independientes, que dirigen la estrategia del fondo.

El pasado mes de abril, el Tribunal General de la Unión Europea sacó a Fridman y a Aven de la lista de sancionados por Bruselas al no ver probado que hayan apoyado “acciones o políticas que comprometan o amenacen la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania”. Sin embargo, Letonia ha recurrido la decisión, y ambos siguen en la lista negra del Reino Unido, lo que impide que vuelvan a ejercer como accionistas de pleno derecho de Letterone.

El propio Jonathan Muir lamenta en su carta a los accionistas el modelo de sanciones que, a su juicio, “daña las economías y expulsa los capitales de Occidente mientras fracasan en detener la agresión inmoral de Putin”. El ejecutivo pide a los gobiernos occidentales que hagan esfuerzos para garantizar que las sanciones funcionen de manera más eficaz, con un mayor enfoque en castigar a quienes apoyan la guerra mientras apoyan a Ucrania, y permitir que las empresas y las personas que hacen una contribución económica significativa a Occidente prosperen”.

Fridman pide trasladar a Hong Kong la disputa de 16.000 millones con Luxemburgo

Mijail Fridman, principal accionista de Letterone, ha solicitado que la disputa que mantiene con la administración luxemburguesa, a la que reclama más de 16.000 millones de dólares, sea trasladada al arbitraje de Hong Kong, según informó Reuters. Fridman pide a Luxemburgo una indemnización por los activos que quedaron congelados por las sanciones que le fueron impuestas a raíz de la guerra en Ucrania, por sus supuestos vínculos con Putin. 

Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días

Sobre la firma

Más información

Archivado En