Holaluz reduce su deuda en ocho millones pero sigue sin atar la financiación que necesita

La energetica aparta a los consejeros rebeldes de su máximo órgano de gobierno

Carlota Pi, primera ejecutiva y cofundadora de Holaluz, en una imagen de archivo.Pablo Monge Fernandez

La dirección de Holaluz tenía un objetivo entre ceja y ceja: llegar a la junta general de accionistas de este viernes con su horizonte financiero despejado. No ha sido el caso: la compañía ha comunicado, poco antes del cónclave, una reducción de su deuda de 8,2 millones de euros hasta el pasado 30 de abril, hasta dejarla en 57,2 millones, lejos de los 65,4 millones de finales del año pasado. Aun así, la financiación clave sigue sin llegar. Y la guerra interna se aviva: la comercializadora ha comunicado este viernes que aparta a los representantes de los fondos Axon Capital y Geora Pentsionak de su consejo, contra los que tomará medidas legales.

“Holaluz continúa explorando otras opciones de financiación, tanto a corto como a largo plazo, para seguir mejorando su estructura financiera”, se limita a indicar la empresa en un comunicado remitido a BME Growth, el mercado para pequeñas compañías en el que cotiza. Los problemas de tesorería han dejado a la empresa catalana al borde el preconcurso de acreedores y en busca de soluciones urgentes que no terminan de concretarse.

La plana mayor de Holaluz mantiene, así, un discurso muy similar que en los últimos meses: “Existen diversas alternativas disponibles, que incluyen inversores industriales y financieros, institucionales y organismos gubernamentales, tanto para capital como para deuda”. Entre las alternativas existentes está la entrada de nuevos accionistas, una inyección financiera por parte de la Generalitat catalana o del Instituto de Crédito Oficial (ICO), a donde apuntan todas las miradas. Pero ninguna de estas alternativas parece terminar de fraguar. Al menos, no a tiempo para la junta, que ha aprobado todos los puntos del orden del día, entre ellas las cuentas de 2023. Con la oposición, eso sí, del citado bando declarado en rebeldía contra la cúpula.

En un periodo de máxima incertidumbre y de fuerte castigo para la acción —que este viernes, sin embargo, se toma un respiro con una subida que ha llegado a ser de doble dígito—, Holaluz se esfuerza por poner encima de la mesa datos que infundan algo de tranquilidad en sus accionistas. La facturación recurrente mensual, dice, está recurrentemente entre los 15 y los 20 millones de euros. Y el resultado bruto de explotación (Ebitda) ya no arroja números rojos en el año móvil.

“En el primer semestre de 2024, la compañía continúa optimizando su estructura de costes, siguiendo con el trabajo iniciado en el primer trimestre de 2023, que ya ha arrojado más de 30 millones de ahorro en costes en los cinco últimos trimestres”, se lee en la nota publicada por la compañía que cofundó y preside Carlota Pi, que afirma “continuar operando en línea con la previsión de un Ebitda normalizado de entre 19 y 24 millones de euros” para el ejercicio en curso. Unas cuentas que la propia empresa califica este viernes de “esperanzadoras”.

Pese a la ligera recuperación reciente, las acciones de la energética barcelonesa acumulan un descenso del 50% en lo que va de año. ¿La razón? Un cóctel de factores que le han hecho el camino cuesta arriba: un abrupto descenso en el mercado del autoconsumo, un fuerte descenso en el precio de la electricidad y un creciente ruido de sables en su accionariado. Lo más acuciante, con todo, sigue siendo la cuestión financiera: cómo lograr el dinero necesario para pasar el trance.

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