Europastry ultima su salida a Bolsa con una oferta pública inicial de 500 millones de euros

El fabricante de masas congeladas espera una valoración de hasta 1.500 millones de euros

Cereal (por sus siglas Center for Research Europastry Advanced Lab), centro de Investigación y Desarrollo de Europastry en Sant Joan Despí. Gianluca Battista

El fabricante español de pan y bollería Europastry está planeando lanzar una oferta pública inicial en Madrid, en medio de una reactivación de las nuevas salidas a bolsa en Europa tras dos años de actividad apagada, según fuentes familiarizadas con el asunto consultadas por la agencia Bloomberg. Según estas fuentes, la operación se produciría de forma inminente.

La compañía publicará un documento de intención de salida a Bolsa esta misma semana. Europastry podría buscar un valor de mercado de hasta 1.500 millones de euros (1.600 millones de dólares) en la cotización.

Europastry y sus inversores están considerando la posibilidad de recaudar unos 500 millones de euros con la salida a bolsa, según estas fuentes. Su debut bursátil La salida a bolsa de la empresa se produciría tras el debut el mes pasado del grupo español de belleza y perfumería Puig Brands, en lo que fue la primera salida a bolsa de envergadura en Madrid desde 2021.

La Bolsa ha sido el horizonte con el que trabaja Europastry desde hace años. La compañía está en manos de su familia fundadora, los Gallés, que en 2011 le vendió un 20% al fondo de capital riesgo español MCH. Ya en 2019 trataron de impulsar una salida a Bolsa para propiciar que este fondo deshiciese su posición en el mercado y que la familia catalana pudiese hacer caja con al menos una parte de sus acciones. Estos planes ahora se reactivan.

Europastry cerró el ejercicio de 2022, el último en el que el grupo consolidado ha presentado las cuentas ante el Registro Mercantil, con un beneficio de 74 millones, y un ebitda de 155 millones, tras crecer un 30% en ese año. Esto apunta a que la valoración de la compañía no sería inferior a los 2.000 millones, si bien es cierto que Europastry es una compañía única en el mercado y con una posición de liderazgo clara. La suiza Arytza, por ejemplo, cotiza a 15 veces, lo que llevaría el valor de la firma de panes congelados a los 2.300 millones.

En 2019 la compañía ya trabajó en una posible salida a Bolsa y la operación llegó a estar a un nivel avanzado. JP Morgan, Morgan Stanley e ING fueron entonces los coordinadores globales de la transacción y se prevé que repitan en este rol ahora. BBVA, CaixaBank y Rabobank se sumaron en un segundo escalón. En aquel momento, la compañía manejó unas horquillas de precios de entre 900 y 1.200 millones, pero los inversores ni siquiera se acercaron al mínimo, por lo que tanto la familia como el fondo y la compañía decidieron poner el proceso en el congelador. La situación del mercado hizo imposible entonces realizar la operación a esos precios, como ocurrió con otras empresas que entonces estaban en la pole position para debutar, como WiZink, Ibercaja, Vía Célere, Haya Real Estate o Tendam.

Entre tanto, MCH traspasó la participación en la compañía a un fondo de continuación, lo que le permite prolongar su inversión durante más tiempo del habitual para este tipo de fondos y poder abordar la desinversión y la salida a Bolsa sin prisa. En este tiempo Europastry ha aprovechado para hacer crecer su negocio. Ha adquirido la compañía rumana European Pastry, así como el negocio en masas congeladas de la estadounidense Dawn Foods. También ha adquirido las instalaciones de la marca estadounidense The Muffin Mam para contar con su cuarta planta en EE UU y ha invertido para ampliar su fábrica de Azuqueca de Henares (Guadalajara).

Todo esto llevó al grupo catalán a superar los 1.100 millones en ingresos en 2022, un 30% más que los de 2021 y un 53% más que en 2018, las cuentas que esgrimió en su último asalto al parqué. El mercado ibérico supone un 56% del total, seguido del 21% del americano, el norte de Europa (12%) y el resto del mundo (11%).

La deuda de la compañía, a cierre de 2022, superaba los 600 millones. Tras la última salida a Bolsa frustrada, la empresa aprovechó para refinanciar su pasivo y ampliar los vencimientos de 2022 a 2025. En un momento de tipos de interés a cero, consiguió firmar este pasivo a un cupón ligeramente por encima del 2% y contar con 275 millones para abordar compras e impulsar el crecimiento.

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