Sedigas reduce a mínimos el potencial de electrificación en la industria y reivindica el biometano

Un estudio de la patronal gasista y PwC ve en los gases renovables la “alternativa más viable” en muchos sectores: “Electrificar es insuficiente”

Dos operarios, en la refinería de Repsol en Tarragona, en una imagen de archivo.

La necesaria descarbonización de la economía está abriendo una importante espita entre eléctricas y gasistas, conscientes de que se juegan una parte importante de su negocio futuro. Esta realidad es particularmente evidente en dos sectores —las calefacciones y la industria—, en los que se suceden trimestre tras trimestre, declaraciones, estudios y relatos encontrados. En este contexto, un estudio de la consultora PwC para la patronal Sedigas reduce notablemente el potencial de electrificación en varios ámbitos del sector secundario y pone en valor el biometano y el hidrógeno renovable como la “alternativa más viable” en las fábricas gasintensivas.

“El potencial de electrificación de diversos sectores industriales, que se sitúa entre un bajo 0% a 5%, evidencia la insuficiencia de la electrificación como estrategia única de descarbonización”, se lee en las conclusiones del documento, publicado este miércoles. “Esta comparación de potencial pone de relieve la importancia estratégica de los gases renovables en el panorama energético industrial de España. Mientras que la electrificación enfrenta desafíos significativos debido a las limitaciones técnicas y económicas actuales, los gases renovables ofrecen una ruta más factible y viable para avanzar hacia una industria competitiva y descarbonizada”.

El estudio, elaborado en colaboración con las principales patronales industriales —que han aportado datos para cada uno de los sectores— ve en la cerámica y la alimentación los ámbitos en los que el potencial de electrificación es mayor: de entre el 5% y el 20%. En el resto de campos analizados (refino, químico, papel y metalúrgico), la horquilla es mínima: de entre el 0% y el 5%. “Las conclusiones recabadas muestran que el potencial de electrificación está limitado debido a la naturaleza de los procesos industriales”, escriben los técnicos de PwC, que van más allá: “A día de hoy, no se encuentran alternativas energéticas económica y técnicamente viables para descarbonizar en un alto porcentaje la industria”.

El gas natural sigue representando, según sus datos, una parte sustancial del consumo de energía primaria de la industria española: alrededor del 55% del total. Un porcentaje que se dispara en un puñado de sectores “clave, como el refino, la química-farmacéutica y la construcción”. El sector secundario supone, a su vez, el 17,6% del PIB, casi cinco puntos más que el turismo.

Demanda levemente al alza

Pese a las señales, cada vez más evidentes, de recuperación de la demanda tras la reciente moderación del precio del gas, el consumo de este combustible en la industria fue en 2023 solo un 2% superior al del aciago 2022, el año de la guerra y de la crisis energética. PwC y Sedigas ven, así, una “recuperación parcial” de la demanda a corto plazo, que será “casi total” a medio pero que se verá afectada por una paulatina “sustitución por combustibles alternativos” en un futuro no tan lejano. Ahí es donde el biometano y el hidrógeno, sus dos mayores apuestas, están llamados a desempeñar un papel relevante.

Aunque ninguno de los sectores analizados ha recuperado la demanda de gas anterior a la crisis, las diferencias entre ellos son sustanciales. El sector cerámico ha sido, de largo, el más golpeado por la brutal escalada de precios: en 2023 consumió un 27% menos de gas que dos años antes. La sigue el papelero, con una caída del 25%; la metalurgia (-22%); el químico y el de refino (-18%). En el lado opuesto, el de alimentos y bebidas fue el menos golpeado, con un descenso —menor, aunque muy sustancial— del 14%.

Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días

Sobre la firma

Más información

Archivado En