El ex director de Comunicación Externa de Bankia niega que Rato diera la orden de contratar a Publicís

Miguel Robledo contradice la declaración de la exdirectora general de Comunicación y Marca de la entidad Pilar Trucios, que afirmó que el expresidente del banco seleccionó a la agencia de publicidad

El exvicecpresidente del Gobierno rodrigo Rato a su llegada a la Audiencia Provincial de Madrid.AITOR MARTIN (EFE)

El que fuera responsable de Comunicación Externa de Caja Madrid durante la fusión de las cajas que dio lugar a Bankia, Miguel Robledo, ha señalado este jueves ante el tribunal que no le consta que el exministro y expresidente de esa entidad Rodrigo Rato impusiera contratar a la agencia de publicidad Publicís para lanzar la marca del nuevo banco. “Radio macuto funcionaba muy bien, nos hubiera llegado, no me consta”, ha resaltado.

En esta decimoquinta sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid contra Rodrigo Rato por el incremento presuntamente ilícito de su patrimonio, Robledo ha tratado de ofrecer una fotografía de lo que se vivió en la entidad en esos meses de 2010 y 2011 en los que se trabajaba en la fusión y en lanzar un banco que por negocio (agrupaba siete cajas) “era el más grande en España”.

Así, y tras señalar que en esos momentos “había que cambiar la rueda del coche sin parar”, ha comentado que si bien no era su cometido sí que tuvo conocimiento de los concursos para elegir agencia para el lanzamiento de la marca porque aunque los departamentos eran estancos “el aire fluía” y se comentaba en reuniones. En este contexto, ha señalado que “había muchas prisas por todo”, que la fusión “tenía fecha tope” y que el criterio para contratar a proveedores como Publicís era que si se estaba constituyendo el primer banco de España, “no se podía coger a cualquiera”, sólo a proveedores “de primera línea, proveedores premium”. En este sentido, el testigo, que en instrucción llegó a estar imputado, ha resaltado que no le sorprendió que se eligiera a Publicís y Zenith puesto que ambas estaban “en el top”.

Cabe recordar que Fiscalía sostiene que hay indicios racionales de que Rato habría cobrado indebidamente comisiones procedentes de los contratos de publicidad que la entidad bancaria firmó con esas dos empresas y que era los relativos a la fusión y salida a Bolsa de la entidad. Según el escrito de Fiscalía, esas comisiones se habrían canalizado desde una sociedad interpuesta –Albisa– propiedad de otro de los acusados, Alberto Portuondo, quien además había sido contratado como asesor en Bankia.

A Trucios “le quedaba grande”

A Robledo también se le ha preguntado por la que fuera directora general de Comunicación y Marca de Bankia Pilar Trucios. En su declaración de enero, esta testigo afirmó que fue Rato quien le dio la orden de que el contrato de publicidad para lanzar la marca de la entidad fuera para la agencia Publicís en detrimento de otra denominada Remo. Robledo ha alabado la figura de Trucios como periodista pero ha matizado que el puesto asignado de directora general adjunta “le quedaba grande”.

Al hilo ha puesto como ejemplo el “despropósito” de la campaña aprobada por ella que llevaba por eslogan ‘Soy banquero’ y que se lanzó en un momento en el que “los perroflautas” tomaban la Puerta del Sol –en referencia al movimiento 15-M– y existía “un entorno hostil contra la banca”. “Era como decir quiero ser explotador y plutócrata”, ha apuntado.

A su juicio, esa campaña fallida era responsabilidad de Trucios porque era quien daba “el ok” y si bien no recordaba problemas en las relaciones personales entre Rato y ella, sí que ha apuntado que cada vez que ella bajaba de hablar con el presidente llegaba “compungida”. “Pero es que el equipo de Rato tenía un nivel de exigencia altísimo, era el Real Madrid”, ha llegado a decir.

Por este tipo de cosas, ha explicado, no le sorprendió que en noviembre de 2011 Rato prescindiera de ella. “No llegaba, le quedaba grande”, ha señalado, para luego explicar que a su salida se colocó de coordinadora a Teresa Arellano, secretaria de Rato e imputada en esta causa, que llegó para cubrir un “vacío de narices” y para poner “sosiego” en las decisiones.

En este sentido, ha matizado que le consta que se estuvo buscando una sustitución para Trucios en ese momento que no fuera Arellano, pero no hubo suerte porque “meterte ahí era muy complicado, era lo más parecido a soltar a un soldado israelí en mitad de Gaza, era un avispero”. Ha recordado que con Arellano llegó “la coordinación y el sosiego” porque hasta entonces “daba la sensación de que al frente del timón había un grumete y no un lobo de mar”.

La relación con Rato

Tras esto, ha recordado que nunca dependió del exconsejero de Bankia José Manuel Fernández Norniella –también imputado–, que abandonó el banco a la salida de Rato porque su puesto era de confianza, y que tras su marcha no volvió a tener relación profesional con el exministro.

La fiscal, por su parte, ha buscado atacar la credibilidad de este testigo señalando que si bien sostenía que no tuvo relación con Rato tras su marcha, existían correos de 2013 y 2014 entre ambos en los que Robledo le tuteaba y le mandaba documentos. El testigo ha señalado que no era una relación profesional puesto que no era remunerada y que si le tuteaba era porque ya no era su presidente.

Por otro lado, Robledo ha sido interrogado por los grupos de trabajo organizados para la fusión de las siete cajas y ha confesado que aunque “no era un gallinero, si había mucho follón” y que cada entidad trataba de “barrer para casa”, algo que explicaría los criterios divergentes a la hora de optar por unas agencias de publicidad u otras. De hecho, ha explicado que entre Caja Madrid y Bancaja era donde más tensión había por ganar partidas. Y ha colocado en esa pugna el intento de que Remo –agencia de referencia para Bancaja– fuera quien llevara la campaña de lanzamiento de la marca Bankia.

En cuanto a los asesores externos contratados por Bankia, ha reconocido que Portuondo era uno de ellos y ha matizado que dado que trabajaban para el departamento de Comunicación y Marca, todo lo que hacían debía ser conocido por la directora general correspondiente. Lo contrario, ha señalado refiriéndose a Trucios, sería “un gran problema in vigilando”.

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