La banca amenaza con quedarse el negocio del ‘Compre ahora, pague después’

La subida de tipos reduce los ingresos por la caída del consumo y aumenta el riesgo de las pérdidas por impagos

Una persona pagando una compra online con su tarjeta

La banca amenaza con quedarse el negocio de ‘Compre ahora, pague después’. Durante los últimos años, este producto, que permite aplazar el momento de pago de una compra, se ha popularizado y han aflorado firmas especializadas al calor del auge del comercio electrónico, de los tipos de interés cero y las rondas de financiación. Sin embargo, con el cambio de política monetaria, la entrada de la banca tradicional en el negocio y la nueva regu...

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La banca amenaza con quedarse el negocio de ‘Compre ahora, pague después’. Durante los últimos años, este producto, que permite aplazar el momento de pago de una compra, se ha popularizado y han aflorado firmas especializadas al calor del auge del comercio electrónico, de los tipos de interés cero y las rondas de financiación. Sin embargo, con el cambio de política monetaria, la entrada de la banca tradicional en el negocio y la nueva regulación, estas compañías encuentran más dificultades para operar.

Analistas de la agencia de calificación Moody’s explican que las empresas especializadas en el nicho del ‘Compre ahora, pague después’ habían basado su modelo de negocio en el crecimiento rápido apoyado por las rondas de financiación. Las continuas subidas de tipos de interés, que provocan una caída del consumo, han llevado a estas firmas a unos ingresos bajos que se unen a unos costes más altos de financiación y de captación de nuevos clientes.

“Este año y el próximo serán cruciales para muchas empresas mientras se esfuerzan por reducir costes y aumentar los ingresos, manteniendo al mismo tiempo el crecimiento del volumen y las cuotas de mercado. Si no se logran estos objetivos, los bancos tradicionales podrían dominar el mercado y desplazar a la mayoría de los proveedores de BNPL (‘Compre ahora, pague después’, por sus siglas en inglés)”, expresan los analistas de Moody’s en un informe publicado recientemente.

Igualmente, apuntan que aunque este tipo de financiación aplazada resulte atractiva en un entorno de tipos más altos para clientes con problemas de liquidez, también aumentará las pérdidas de la cartera por impagos, lo que supone una presión añadida. “Las empresas de BNPL registraron pérdidas generalizadas en 2022, que probablemente continuarán hasta 2023. Si no se contienen las pérdidas este año y no se aseguran nuevas inyecciones de capital, muchos proveedores de BNPL podrían agotar su capital en los próximos años”, advierte la agencia de calificación.

Además, la reciente directiva europea sobre crédito al consumo regula los productos de ‘Compre ahora, pague después’ y va a suponer un coste añadido para las empresas que operan sin licencia bancaria. “Las compañías de nicho sin licencia bancaria van a tener más dificultades. El coste de financiación lo tenían antes, pero ahora van a añadir un coste regulatorio y pueden tener dificultades. Y una vez regulado el producto, puede que los bancos aprovechen el entorno y tengan más apetito”, valora Francisco de Matías, director de FS Consulting de KPMG.

Según explican las fuentes bancarias consultadas, no hay una estrategia definida por parte de las entidades para aprovechar esta coyuntura con el objetivo de ganar cuota de mercado. En ese sentido, detallan que las entidades tradicionales entraron a ofrecer este tipo de producto como parte de la diversificación de su portfolio. De esta forma, cuentan con una diversificación del negocio que, dependiendo del ciclo económico, les permite realizar una apuesta mayor por un producto u otro. Así, explican que están ganando cuota de mercado de una forma natural.

El ‘Compre ahora, pague después’, se trata de un producto que basa su popularidad en los bajos precios y en que pospone el momento del pago. Para los comercios también resulta interesante esta modalidad de financiación, ya que genera una mayor tasa de ventas entre los clientes.

Un negocio que mueve 300.000 millones

Auge del mercado. El negocio del ‘Compre, ahora, pague después’ se popularizó durante los años de la pandemia y especialmente entre los colectivos más jóvenes de forma paralela a la extensión del comercio online. En 2021 este mercado movió 160.000 millones de dólares en transacciones, según los datos de Moody’s, y se espera que en 2023 esa cifra se duplica hasta los 300.000 millones.

Nuevos jugadores. Debido al auge de este negocio, en los últimos años la banca tradicional ha lanzado sus propias ofertas de ‘Compre ahora, pague después’  e incluso las grandes tecnológicas han buscado llevarse una parte del pastel. De esta forma, Apple lanzó su propuesta Apple Pay Later en EE UU, que permite aplazar las compras en cuatro plazos y sin intereses. Se trata de una ofensiva del gigante de la manzana mordida, que ya domina en el país norteamericano los pagos a través del móvil.

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