La banca presiona a Zegona para que venda el negocio de empresas de Vodafone en España

Los británicos buscan fórmulas para apuntalar la financiación de la adquisición, de 5.000 millones, pero O’Hare se niega

Sede de Vodafone en España.Pablo Monge

Zegona choca con la banca en su diseño del futuro de Vodafone España. Varios bancos de inversión tratan de convencer a la firma británica para que ponga en valor y lance la venta de la joya de la corona de su reciente adquisición, el negocio de empresas, según fuentes financieras y de mercado. Su objetivo es recabar fondos para aligerar la elevada factura financiera de la operación, si bien el controvertido presidente de Zegona, Eamonn O’Hare, se niega taxativamente.

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Zegona choca con la banca en su diseño del futuro de Vodafone España. Varios bancos de inversión tratan de convencer a la firma británica para que ponga en valor y lance la venta de la joya de la corona de su reciente adquisición, el negocio de empresas, según fuentes financieras y de mercado. Su objetivo es recabar fondos para aligerar la elevada factura financiera de la operación, si bien el controvertido presidente de Zegona, Eamonn O’Hare, se niega taxativamente.

La toma de Vodafone España por Zegona supone una compleja transacción financiera a los que valora el negocio español. Los británicos acordaron sufragar la transacción con una ampliación de capital de 300 millones, además de deuda. Esto se complementa con un crédito de 900 millones con la propia Vodafone y otro préstamo puente de 4.200 millones, que repagará después con el dinero obtenido de la ampliación de capital para quedarse con 3.900 millones de este pasivo. Los préstamos puente son un instrumento habitual para financiar operaciones corporativas de gran envergadura, si bien exigen al comprador que refinancie la deuda lo antes posible, al tener un alto coste, que se suele ir incrementando con el paso del tiempo. Deutsche Bank, ING, UBS y Unicredit trabajan como asesores financieros de Zegona en esta transacción.

Zegona necesita, por tanto, activar palancas para reducir la factura financiera de la operación. El grupo británico baraja distintas opciones.

Según fuentes del mercado, la primera opción de Zegona pasa por la venta o cierre de la red fija. En este caso, la gestora podría firmar acuerdos con Telefónica u Orange para migrar los clientes a sus redes de fibra y cerrar la suya. El propio consejero delegado de Telefónica, Ángel Vilá, ya ofreció a Vodafone un acuerdo en este ámbito el pasado verano, antes de la irrupción de Zegona. Otra alternativa para Zegona sería un acuerdo con Digi, que también podría extenderse a la red móvil. “Tendría un gran sentido industrial y se aseguraría unos ingresos mayoristas de entre 300 y 400 millones de euros al año”, dicen estas fuentes, que tampoco descartan la opción de un acuerdo con Cellnex, para traspasarle su red.

La otra gran transacción que está sobre la mesa se centra en la potente división de empresas. Esta es un poco más controvertida. Más de tres fuentes de bancos de inversión que rondan la operación indican que la transacción está sobre la mesa, si bien no hay una decisión tomada. La banca ve esta opción como una fórmula fácil para recabar dinero de un negocio valioso y rentable y están, tanto recomendando activamente a Zegona que la aborde en el corto plazo, como buscando posibles inversores.

La compañía, sin embargo, no lo ve con buenos ojos. El propio Eamonn O’Hare, presidente de Zegona, ha negado públicamente ventas de activos de Vodafone. A preguntas de este medio, fuentes de la empresa afirman: “El negocio de empresas es esencial para la estrategia de Zegona y no está en venta”.

Fuentes del sector apuntan que la gestora podría dar entrada a un socio financiero e impulsar una posterior consolidación con estos activos, o bien buscar acuerdos con otros proveedores de servicios de empresas como Aire o Evolutio. Estas fuentes advierten, no obstante, de que la primera opción de Zegona será la relativa a la red fija, porque permitiría una entrada de fondos de manera más sencilla, y se mantendrían las distintas operaciones comerciales. Además, recuerdan que Zegona debe empezar a devolver su deuda en el plazo de un año, con lo cual debe tomar decisiones de calado para captar fondos.

“Zegona ya está negociando con las distintas partes para alcanzar un acuerdo. No van a esperar al cierre de la compra”, afirman.

De acuerdo al folleto de la ampliación de capital, este negocio generó 1.292 millones en ingresos en el ejercicio de 2023, que terminó el 31 de marzo. Esto supone un 33% del negocio total del grupo. De cara a una potencial venta, y teniendo en cuenta la valoración pagada a Zegona, supondría otorgar un valor al negocio de empresas de unos 1.700 millones de euros.


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