CaixaBank estudia nuevas recompras de acciones para repartir su exceso de capital
Los analistas prevén el anuncio de un nuevo plan a final de año y calculan que el banco rebasará con creces los 9.000 millones de capital para distribuir entre 2022 y 2024
CaixaBank sorprendió al mercado con un anuncio de un nuevo plan de recompra de títulos propios en la pasada presentación de resultados semestrales. Y lo volverá a hacer el próximo año, si salen los números como parece y no se tuerce la economía. “Este es un ejercicio [la recompra de acciones] que esperamos hacer con alta frecuencia”, avanzó Gonzalo Gortázar, consejero delegado de la entidad, en la conferencia con analistas a final de julio.
Eso sí, estos nuevos programas dependerán de la evolución de la rentabilidad, así como del visto bueno de los supervisores, que no cesan en su reclamación al sector de ser prudentes ante el previsible repunte de los impagos. “Para ser honesto, durante 2024 planeamos hacer lo mismo”, afirmó Gortázar.
La alta frecuencia a la que hacía referencia el ejecutivo es que pueda realizar pequeñas distribuciones de capital, cuando supere el objetivo marcado del 12% en la ratio de CET1 fully loaded, el de máxima calidad. “No significa necesariamente una vez al año o cada año y medio, sino pequeñas distribuciones que podrán ser una o más, probablemente dos veces al año. El tiempo lo dirá”, añadió ante los analistas.
Es decir, CaixaBank no planea esperar a lanzar otro gran programa, como hizo en 2022 (entonces fueron 1.730 millones), sino que prevé trocearlo a lo largo del ejercicio. Así, tratará de dar al mercado varias buenas noticias, aunque sea de menor importe cada una. Y siempre vinculado al avance de la rentabilidad y generación de capital por encima del objetivo. “La dirección ha comentado que podría anunciarse otra [recompra de acciones] antes de fin de año, calculamos que de una cantidad similar. Y las pequeñas distribuciones extraordinarias podrán ser una herramienta recurrente”, abunda un informe de Barclays.
De esta forma, la entidad trata de exhibir músculo para mejorar su cotización mientras sigue sacando rédito de las sucesivas alzas de tipos del Banco Central Europeo (BCE). Aunque Gortázar reclama igualmente paciencia a los analistas e inversores antes de anunciar más adquisiciones de títulos propios. “Deberían esperar que examinemos de nuevo las cifras a finales de diciembre”, insistió en la conferencia el consejero delegado de CaixaBank. Solo entonces, dijo, se podrá cifrar el exceso y anunciar otro programa.
Por otro lado, la buena evolución de los números dejará en papel mojado parte del plan estratégico. Y lo hará para bien, desde el punto de vista de los inversores del banco, al batir con creces el objetivo de repartir unos 9.000 millones de euros de capital entre dividendo en efectivo, planes de recompra y el exceso que acumule sobre la meta del 12%. “Según nuestros cálculos, el objetivo de distribuir 9.000 millones de euros entre 2022 y 2024 se quedará corto en unos 2.000 millones”, asegura Bloomberg Intelligence en un reciente informe.
CaixaBank presentó el 17 de mayo del año pasado su plan estratégico, justo dos meses antes del inicio de las subidas de tipos de interés en Europa, que recogía esa distribución entre inversores durante el trienio 2022-2024. “Estamos claramente por delante de los 9.000 millones de capital estimado disponible para su distribución”, reconoció Gortázar a preguntas de los analistas. Y añadió: “Nuestro compromiso de distribuir el exceso de capital por encima del 12% no ha cambiado y la realidad es que con la mejora de la rentabilidad tenemos una clara ventaja en ese punto”.
Sobre ese compromiso, los analistas resaltan asimismo que el grupo lo mantiene, algo que lo demuestra en sus anuncios y declaraciones ante los inversores. “El banco parece dispuesto a superar su plan de devolver 9.000 millones de euros a los accionistas”, zanja otro documento de Bloomberg Intelligence.
Unos 1.000 millones para el Estado
Uno de los beneficiados del desempeño de CaixaBank será el Estado, que tiene una participación del grupo del 17,3% a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). En el trienio 2022-2024 ya se ha embolsado unos 275 millones, a lo que se sumará el dividendo de este año y del siguiente.
Si solo hubiera una recompra más de acciones además de la ya anunciada (ambas de 500 millones) y el banco repartiese dividendos hasta los 9.000 millones del plan estratégico, el Estado recibiría en el trienio algo más de 1.050 millones. Mientras que en otro escenario menos favorable el FROB recibiría unos 960 millones (al dedicar otros 500 millones adicionales a adquisición de títulos propios y menos pago en efectivo).
Eso sí, la entrada del Estado en CaixaBank no fue barata: pagó 24.000 millones (si se incluyen las ayudas otorgadas a BMN) para controlar Bankia, absorbida por el grupo catalán. Así, la factura del erario público sigue en negativo.
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