OHLA asienta su remontada con un beneficio de 600.000 euros a junio y mejora en los márgenes

La empresa prevé cerrar desinversiones por unos 130 millones en la segunda mitad de año, lo que podría impulsar el resultado positivo

Luis y Mauricio Amodio, presidente y vicepresidente, respectivamente, de OHLA.

Vuelta a beneficios de OHLA tras siete años de travesía por el desierto que apenas tuvieron 2021 como destello, con cierre en positivo. La compañía que lideran los hermanos Amodio gana 600.000 euros una vez finalizado el primer semestre. Un resultado que no incluye efecto extraordinario alguno y que podría engordar a final del ejercicio de la mano de un plan de desinversiones en el que figuran la concesión del hospital canadiense Chum y la filial de servicios. Los dos activos, que OHLA tratará de traspasar antes de final de año, suman una valoración del entorno de los 130 millones de euros.

Los 0,6 millones a favor a 30 de junio brillan frente a los 60,7 millones que OHLA perdía en el periodo comparable de 2022. La empresa, que está en busca de consejero delegado tras la renuncia de semanas atrás de José Antonio Fernández Gallar, dice haber asentado la base para completar un proceso de transformación que preciso una fuerte reestructuración de deuda.

Entre las buenas noticias para OHLA figura la progresión de los márgenes de ebitda de sus dos negocios principales: Construcción, que mejora un 23% su beneficio bruto de explotación, consigue un 4,7% de margen, mientras que Industrial duplica sus ingresos, hasta los 92 millones, y tiene un margen de ebitda del 3,7%. Este segundo negocio, de menor magnitud, tiene como objetivo estar dos o tres puntos por encima del margen de Construcción, por lo que tiene margen de desarrollo y mejora de la rentabilidad.

Los ingresos de OHLA entre enero y junio han sido de 1.412 millones, lo que supone un aumento del 11,8%. Un 76% de la facturación llega del exterior: Europa aporta un 45,8%; España, un 23,9%, Norteamérica tiene un peso de un 36,8%, y de Latinoamérica llega un 16,6%.

El ebitda crece un 48,5%, hasta los 50,8 millones. Con ello, el margen pasa del 2,7% de hace un año al actual 3,7%. El ebit, por su parte, pierde fuelle: cae un 39%, hasta los 14 millones. Desde la dirección se hace hincapié en el objetivo de seguir mejorando los márgenes operativos de los proyectos, y en el de la reducción de deuda, destino final del plan de desinversiones.

Otro indicio positivo es que la actividad no ha consumido caja durante el segundo trimestre. La liquidez del grupo es de 620 millones, lo que mejora en 39 millones la cifra de marzo.

En la presentación remitida esta mañana a la CNMV se mantienen los objetivos para la totalidad del ejercicio: 3.500 millones en ingresos; un ebitda superior a 125 millones y una cifra de contratación de 3.600 millones. Los proyectos subidos a la cartera en los seis primeros meses suman algo más de 1.500 millones. Esta última cifra es sensiblemente menor que la del primer semestre de 2022, con 2.250 millones porque entonces entró la adjudicación extraordinaria del Proyecto Purple Line en Maryland (EE UU) por más de 800 millones de euros.

La cartera de actividad marca 7.117 millones, un 11% más que el pasado 31 de diciembre. De esta cifra, 6.037 millones están firmados a corto plazo, representando una actividad de 24 meses en ventas. El 72,6% de los proyectos tienen un tamaño inferior a 150 millones de euros y solo un proyecto tiene un importe superior a los 300 millones (Maryland Purple Line).

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