Ferrovial advierte que la marcha a Países Bajos puede lastrar su imagen y acarrear cargas fiscales en España

La acción debuta mañana a 28,92 euros en la Bolsa de Ámsterdam, después de que el regulador bursátil haya aceptado el folleto

El consejero delegado de Ferrovial, Ignacio Madridejos, junto al presidente de la compañía, Rafael del Pino.Pablo Monge Fernandez

La dirección de Ferrovial lo tiene todo preparado para dar el salto con la sede social a Países Bajos. La de esta tarde será la última de cotización exclusiva en Madrid, para dar paso mañana al estreno bursátil en el Euronext de Ámsterdam. La compañía negociará sus acciones en ambos parqués.

En un folleto registrado ante el regulador neerlandés Stichting Autoriteit Financiële Markten (AFM), la empresa que preside Rafael del Pino ha vuelto a advertir que la salida del país de origen de la compañía podría acarrear fuertes consecuencias. Entre los factores de riesgo, Ferrovial destaca que “la fusión y la redomiciliación de la sociedad matriz del grupo a los Países Bajos podrían tener un impacto negativo en su imagen corporativa en España, lo que, a su vez, podría tener un efecto material adverso en la posición competitiva del grupo y, a su vez, en el precio de cotización de sus acciones, su negocio, situación financiera, resultados de operaciones y perspectivas”.

Además de este reconocimiento sobre el clima adverso, tras un fuerte choque con el Ejecutivo de Pedro Sánchez y pese a que los accionistas han respaldado de forma prácticamente unánime la domiciliación en Países Bajos, Ferrovial también subraya que “las Autoridades Fiscales españolas podrían considerar que la Fusión queda fuera de la protección del Régimen Especial de Neutralidad Fiscal, lo que podría tener un efecto material adverso en el negocio, la situación financiera y los resultados de operaciones del grupo”. Este último extremo ya fue advertido por el Gobierno en público y en los distintos encuentros que ha mantenido con directivos de la firma de infraestructuras.

El presidente del Pino exigió respeto a la decisión de la compañía, en el marco de la junta de accionistas del 13 de abril, y mostró “confianza” en la seguridad jurídica española y europea. La decisión de llevar la sede social Ámsterdam fue trasladada a La Moncloa el 28 de febrero, al mismo tiempo que fue desvelada al mercado, lo que generó un fuerte enfado entre el Ejecutivo. La empresa alude al derecho a la libertad de establecimiento que incluye el Tratado de Funcionamiento de la UE y viene afirmando que el movimiento de activos a Países Bajos, donde ya tiene domiciliado el negocio internacional desde 2019, se realizará bajo el paraguas del régimen especial de neutralidad fiscal, por el que la firma de infraestructuras no tributaría por las plusvalías generadas. Al respecto, hubo una advertencia de la directora general de la Agencia Tributaria, Soledad Fernández, anticipando que habrá una investigación de oficio y que Ferrovial tendrá que responder con duras cargas si no queda demostrado un motivo económico válido para una reorganización societaria que implica la salida de España. Las plusvalías tributarían al 25% y la investigación podría llevarse entre uno y dos años.

Trámites concluidos

Ferrovial ha recibido este jueves la escritura de fusión neerlandesa, por la que la matriz Ferrovial SA se integra en Ferrovial International SE (FISE), y el citado plácet de las autoridades de los mercados financieros de Países Bajos con la luz verde al folleto. Cada una de las acciones de Ferrovial será reemplazada por un nuevo título de FISE, al tiempo que se cancelará la autocartera.

El precio con que Ferrovial comenzará a cotizar mañana en Ámsterdam es el del último cierre en la Bolsa de Madrid, de 28,92 euros. Con intención de llegar hasta la Bolsa de EE UU, el conglomerado de infraestructuras siempre ha defendido que ganaría en liquidez y visibilidad ante la comunidad inversora del otro lado del Atlántico. sin embargo, en un ejercicio de cautela, el folleto prevé un escenario en el que la cotización múltiple de las acciones en España, Países Bajos y Estados Unidos puede lastrar tanto la liquidez como la cotización.

Otros factores de riesgo apuntados por la empresa tienen que ver con la habitual operativa y son los de la posible rebaja en el tráfico de pago en sus autopistas, una eventual reducción de vuelos en sus aeropuertos; el efecto que tendría en sus cuentas un deterioro de las condiciones económicas y políticas globales, o los referidos a cualquier fallo en la medición de riesgos asociados a sus inversiones. También se avisa a los inversores de las amenazas de ciberataques y el mal uso de la tecnología cuántica; la exposición a “un reducido número de grandes proyectos”, y a posibles cambios regulatorios en los mercados en que opera.

Ferrovial da el salto a Ámsterdam en busca de estabilidad regulatoria y jurídica, y de un ambiente óptimo de mercado para obtener financiación. Países Bajos tiene una calificación crediticia de triple A. El salto al nuevo mercado tiene un coste de 20 millones en comisiones e impuestos, reconoce la compañía en el documento depositado en la AFM.

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