La banca toma aire en Bolsa y reduce el descuento sobre su valor en libros

Los beneficios milmillonarios, los ingresos disparados por las subidas de tipos y el reparto masivo de dividendos impulsan la cotización de la banca

Belén Trincado Aznar

La banca ve el final de su travesía por el desierto en Bolsa. Los beneficios récord registrados en el último año, los ingresos disparados por las subidas de tipos de interés y los programas de reparto de dividendo masivos que han acometido las entidades han elevado su cotización y algunos bancos ya rozan en el mercado el valor que reflejan sus activos en el balance.

Tras ocho años de tipos cero o negativos, el sector financiero recibió la bombona de oxígeno de las subidas del precio del dinero del Banco Central Europeo (BCE) desde julio del año pasado con el mayor repunte de la historia. Esto ha impulsado el negocio bancario, llevando a las cotizaciones a su mejor nivel en tres años, desde el inicio de la pandemia.

Los inversores valoran los beneficios millonarios del sector. Tanto los récord de 2022 como el acelerón del primer trimestre de este ejercicio. Hasta marzo, las seis entidades del Ibex —CaixaBank, Banco Santander, BBVA, Banco Sabadell, Bankinter y Unicaja— han ganado casi 5.700 millones, un 14% más. Una mejora que habría sido del 36% si se extrae el coste del impuesto extraordinario a la banca en España (han abonado 1.120 millones por el primer año).

Pese a ello, no pueden lanzar las campanas al vuelo porque todos cotizan todavía con descuento. El que parte en mejor situación es Bankinter, que solo está un 5,7% por debajo de su valoración en libros. La entidad que dirige María Dolores Dancausa es la rara avis del sector financiero en España, ya que ha estado casi todo 2022 cotizando incluso por encima de su valor contable. Sin embargo, la crisis bancaria desatada en Estados Unidos, junto con la réplica en Suiza, le ha castigado en los mercados y en lo que va de año pierde un 12,3%.

Por su parte, CaixaBank, tras un rally bursátil en el último año, roza su valor contable. La entidad catalana es una de las que mejor desempeño tiene en Bolsa desde el inicio de las subidas de tipos en Europa. La explicación es sencilla: tiene la mayor parte de su negocio en España, por lo que la mejora de los números es mucho mayor que en otros bancos con intereses fuera del Viejo Continente. Esa es la razón de que el margen entre el valor en Bolsa y el valor en libros se haya estrechado en el último año. El primer trimestre lo cerró con un descuento del 18,6%, aunque a final de 2022 llegó a estar en el -12,2%. En el BBVA la evolución ha sido similar, con altibajos por los vaivenes sufridos, por ejemplo en Turquía. Por ello, le queda margen de mejora (-23%) en su cotización. En lo que va de año el banco presidido por Carlos Torres se anota un alza del 12,28%.

El Santander, en cambio, sufre la desconfianza de los mercados por la diversificación geográfica. Esta es precisamente una de las grandes bazas para surfear las crisis con altos beneficios, aunque los inversores parecen preferir estabilidad y dividendos más altos. Aun así, el banco pilotado por Ana Botín ha rebajado el descuento sobre su valor en libros a menos de la mitad. En lo que va de año, los títulos del Santander acumulan un repunte del 12,6%.

El Sabadell también ha mejorado su cotización con fuerza desde finales de 2020, aunque en su caso le ayuda que el margen de mejora era enorme. La llegada de César González-Bueno como consejero delegado y la posterior reorganización del negocio revitalizó la cuenta de resultados. Desde entonces, reduce el descuento con el que cotiza sobre el valor en libros al 48,7% (rozó el -90% con la irrupción de la pandemia).

La entidad que se encuentra en una situación más delicada es Unicaja, debido a la crisis de gobernanza en el seno de la cúpula que se ha saldado con el cese del consejero delegado la semana pasada. El banco andaluz ha reducido el descuento al que cotiza, pero sigue todavía un 58,5% por debajo de su valor contable.

Viento de cola

Los resultados bancarios van al alza y las expectativas de futuro siguen siendo favorables. El BCE avisa de que los tipos todavía no han tocado techo. Y, lo mejor para el sector, que se mantendrán altos durante un tiempo para llevar la inflación en Europa al 2%. Es decir, se mantendrá este viento de cola. “El precio sobre valor contable de la banca depende del ROE, beneficio sobre recursos propios, y el numerador sube cuando suben los tipos, que es lo que sucede ahora. Lo normal sería que termine cotizando en torno a una vez su valor en libros”, argumenta Leopoldo Torralba, economista de Arcano Economic Research.

Un impulso que seguirá con unos números que ya están en una dinámica alcista. De hecho, el margen de clientes (la diferencia entre el rendimiento del crédito y el coste de los depósitos) está subiendo con fuerza en el inicio de este 2023: han engordado el diferencial en casi 100 puntos básicos en el primer trimestre respecto al mismo periodo de 2022, casi un 60% más. Así, el sector recupera el terreno perdido en los últimos años a costa de los ahorradores a los que sigue remunerando tímidamente. En el último año los bancos han elevado también los dividendos y lanzado planes de recompra de acciones para recompensar a sus accionistas y atraer nuevos inversores. La cotización mejora, pero aún queda trabajo por hacer.

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