El negocio de las agencias de comunicación de 360º
3AW, surgida de la experiencia en Estados Unidos, está especializada en todo tipo de servicios
Miguel Ángel Rodríguez Caveda, CEO global de la agencia 3AW, estudió en Estados Unidos, trabajó ocho años por cuenta ajena y, al regresar a España, montó un metabuscador de Internet. Allí eran productos más desarrollados, pero en España todavía no existían “y nos quedó un producto maravilloso que, sin embargo, por desconocimiento, por estar muy verdes, porque quizá fue demasiado pronto para España y, por supuesto, por falta de recursos, quedó un proyecto fallido que estuve pagando unos cuantos años”.
En paralelo creó una agencia de comunicación, porque él es periodista de formación. Un negocio que necesitaba menos dinero. Aprovechó su experiencia en Estados Unidos y lo que empezó siendo un proyecto pequeñito fue tomando forma. “Es de lo que vivo hoy en día”, añade. La empresa se inició como una agencia de comunicación externa, con el envío de notas de prensa, comunicados y gestión de entrevistas para los medios, hasta convertirla en una agencia 360º, que ofrece una estrategia integral con todo tipo de servicios (PR, marketing digital, diseño y creatividad, así como producción de eventos)
“La agencia fue evolucionando en función de lo que nosotros creíamos que nos pedía el mercado. Siempre intentamos que todos los servicios estuviesen dentro de la propia agencia sin subcontratar”. En la actualidad, a nivel internacional cuenta con 320 trabajadores, 25 de ellos en la central de Madrid.
“La diferencia de nuestra empresa está en la forma de enfocar el trabajo, mucho más a la americana, más proactivo. Ahora, la gente no se preocupa tanto de si el servicio lo facilitas tú o un partner. Miran que sea bueno y competitivo en precio. Quién lo ejecute les preocupa menos”, señala. Cuando empezaron era muy difícil conseguir ayudas, asesorías o mentorías. Ahora es más sencillo. Incluso, Miguel es mentor y en su empresa tienen su propio programa de mentorización.
Lección: No sobredimensionar
“Entramos en el año 2008, en plena crisis. Lo malo es que estábamos en una crisis tremenda. Lo bueno es que nosotros partíamos de cero y a menos de cero no podíamos ir. No teníamos nada que perder y la progresión siempre fue en aumento. Salvo el año de la pandemia, la empresa ha ido creciendo todos los años.” Uno de sus errores fue querer crecer demasiado rápido. Lo ha cometido hasta hace poco. El ansia de ser más grande. “Me parecía que era mejor tener más gente, más empleados, más facturación y en ocasiones eso te lleva a cometer errores como sobredimensionar la empresa y perder rentabilidad por tenerla sobredimensionada. Ese es uno de los errores que más me ha costado reconocer”.
Piensa que para ser empresario hay que saber conjugar, mirar los números con la parte humana. “Siempre me ha primado más la parte humana, y los números habrían salido mejor si hubiera tenido un equilibrio mayor. Mi mayor sufrimiento es cuando tengo que despedir a alguien, y lo sigue siendo a día de hoy”.
Falta de apoyo
Miguel Ángel se duele de la falta de apoyo a las empresas como que haya que para el IVA si haber cobrado. Piensa que una multinacional podrá soportarlo, pero hay pequeñas empresas a las que esto les ahoga. Me dice que hay que ser muy valiente para ser empresario en España. “En Estados unidos es mucho más fácil, abres una empresa en un día la cierras en un día. Aquí para cerrarla es un año y para abrirla un mes”.
En España no animamos a los jóvenes a ser empresarios por las dificultades que tiene ser empresario. “Es una pena porque los empresarios, da igual del tamaño que seamos, somos los que generamos riqueza y puestos de trabajo”.
“Ahora, tú dile a un padre, que quiere lo mejor para su hijo, que anime a su hijo a montar una empresa porque sabes que las condiciones que hay en el mercado español no son las idóneas para eso”. Sin embargo, en Estados Unidos todos los padres les dicen a sus hijos “móntate por tu cuenta”. A lo que un servidor que firma este artículo le responde: “también les dicen a los dieciocho años, vete de casa y no vuelvas”.
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