Ni un solo accionista de Ferrovial se separa de la empresa por su marcha a Ámsterdam

La compañía cierra el plazo otorgado para el mecanismo de separación sin petición alguna; tampoco se han opuesto los acreedores

Ell presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, durante la junta de accionistas celebrada el 13 de abril en Madrid.Pablo Monge Fernandez

Nuevo éxito rotundo de Ferrovial en el proyecto de deslocalización de su sede social a Países Bajos. Cerrado esta medianoche el plazo para ejercer el derecho de separación, la compañía que preside Rafael del Pino no ha recibido ni una sola solicitud de venta de acciones por parte de los partícipes que podían adherirse al mecanismo. Estos eran los titulares de los 32,77 millones de acciones (5,8% del capital representado en la junta del 13 de abril) que votaron en la junta de accionistas contra del plan de salida de España.

Fuentes de Ferrovial argumentan que se esperará hasta el próximo miércoles para dar por cerrado formalmente el proceso y ofrecer el resultado final, pero no prevén cambios. Además del mes de plazo para ejercer el derecho de separación, desde que el 18 de abril fueron inscritos los acuerdos de la junta de accionistas en el registro mercantil, Ferrovial abre ahora cuatro días más para que los custodios de esta operación corroboren la información.

Hasta Ferrovial tampoco ha llegado ningún acreedor tratando de tumbar el proyecto de reorganización societaria en virtud del derecho de oposición. Antes de este resultado absolutamente rotundo, Ferrovial obtuvo permiso de la junta de accionistas para su marcha de España con un 93,3% de los votos a favor, en lo que fue una primera victoria para unos argumentos que el Gobierno trató de contrarrestar durante semanas. La salida de una de las referencias del Ibex 35 representaba una mala noticia para España, máxime cuando se había puesto en valor la estabilidad jurídica de Países Bajos y su calidad crediticia de triple A.

La firma que preside Rafael del Pino había ofertado 26,0075 euros por título a los inversores que decidieran desvincularse de Ferrovial tras dar el voto negativo a la instalación en Ámsterdam. La suma, que resulta de la cotización media de la acción en los tres meses previos al anuncio de esta nueva estrategia, se ha quedado muy por debajo de los 29,37 euros del cierre de Ferrovial en Bolsa marcado ayer. El descuento era del 13% para quienes quisieran descolgarse. Absolutamente disuasorio.

La cotización de Ferrovial gana un 20% desde el arranque del año y se ha revalorizado casi un 12% desde que la dirección desveló la intención de dar el salto desde Madrid a Países Bajos. El objetivo es cotizar en el Euronext de Ámsterdam y dar el salto a la Bolsa de Estados Unidos mientras se mantiene la cotización en Madrid. Este movimiento duramente criticado por el Gobierno, que llegó a acusar a la empresa de querer ahorrarse el pago de impuestos, pasa por la fusión inversa de la matriz española Ferrovial SA con la filial holandesa Ferrovial International SE. Bajo el paraguas de esta última ya residen los activos del grupo fuera de España desde 2015.

Del 5,8% de los votos contrarios en la junta a la deslocalización, hasta un 5,5% (29,8 millones de acciones) dependían del hermano de Rafael del Pino, Leopoldo, cuya participación es del 4,1% del capital. Desde su en torno ya se anticipó que pese a mostrar su oposición al movimiento de la sede social de la empresa, este accionista de referencia no iba a soltar su participación. El papel en manos de este hijo del fundador está valorado a precios de mercado en más de 875 millones, muy por encima de los 775 millones que habría cobrado de desinvertir a los 26,0075 que ofertó la compañía.

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